Si camina por aquÍ, tápese la nariz y véndese los ojos
“Es impresionante cómo la gente tira basura en Thames al 700, en la capital provincial”. Ese mensaje consignó el lector que envió las fotos que acompañan este texto. “No se puede vivir así. La calle resulta intransitable. ¡Y nadie hace nada!”, escribió.
El umbral más mugriento del centro
Sacó unas fotos de Mendoza al 800, en pleno centro de la ciudad, frente al edificio del Buen Pastor. En las imágenes, se observa un umbral tapado de bolsas de basura y de otros desperdicios, arrojados sin envoltorio. Un vecino envió esas imágenes a la Redacción de LA GACETA. “Espero que limpien hoy mismo”, pidió.
¡Que fumiguen todas las casas!
“Queremos hacer llegar una denuncia: aparecieron muchos mosquitos en los alrededores del ingenio La Florida y tememos por el dengue. Nos encontramos en una situación grave, porque las autoridades locales no hacen nada. Sí fumigan, en cambio, sus casas”, escribió un lector.
Un asentamiento que nadie ve llegar
Un ciudadano advirtió que se está instalando un asentamiento en una ruta alternativa que une Alderetes con La Florida, en el interior de la provincia, y se preguntó dónde están las autoridades.
El gomero vs. las víboras de Lules
“Se encapricharon con el pobre gomero”. Eso puso en su mensaje un habitante de Lules, que contó que, ante la cantidad de víboras que aparecieron en la escuela Cabo Primero Méndez, en esa ciudad, los padres exigieron que se corte el árbol. El autor del texto, en cambio, cree que podría haberse evitado la poda.
Los alacranes van a la escuela
Y para continuar con la saga de los animales peligrosos dentro de los establecimientos educativos, otro usuario envió una foto de un alacrán. Según el informante, apareció en una sala del nivel inicial de la escuela Paul Grousac. “No se tomaron las medidas correspondientes, pues los niños de cuatro y cinco años continuaron asistiendo a clases, pese al riesgo de una picadura”, reflexionó.
Un mensaje de impotencia a la madrugada
Dice que Villa Amalia es una zona liberada. Que la Policía no pasa nunca. Y que eso le produce asco e impotencia. A la medianoche, un lector envió ese mensaje al diario. Lo hizo a esa hora, luego de que a sus hijos le robaran en la vereda, pues habían salido a comprar una gaseosa. “¿Acaso uno tiene que defenderse cómo pueda?”, se preguntó.