La Legislatura le da vía libre a la reforma azucarera

Osvaldo Jaldo ha sido el encargado de manejar en los últimos días los asiduos reclamos de diferentes sectores de la agroindustria azucarera. Desde la semana pasada, el vicegobernador encabezó una serie de reuniones con representantes de organizaciones cañeras y de industriales en busca del acuerdo sobre la requerida reforma de la Ley Azucarera (N° 8.573). Es que la crisis en la actividad se profundizó, a pesar de la medida dispuesta por el Gobierno nacional: el aumento del corte de bioetanol en las naftas (de 10% a 12%).

La necesidad de alcanzar una solución al quebranto del sector marcó el escenario productivo provincial y aceleró los planes del Gobierno. Es así que Jaldo, presidente de la Legislatura, anunció que la reforma de la norma será tratada en la próxima sesión de la Legislatura, como una alternativa. “Vamos a ir al recinto el jueves con algunas modificaciones”, enfatizó ayer Jaldo. “Todo apunta a hacer modificaciones puntuales sobre la ley. Entendemos que es indispensable, en tiempos de inicio de la zafra, poner reglas claras desde ahora”, agregó.

Jaldo remarcó que los actores que intervienen en la agroindustria local están buscando hacer rentable la actividad. “Las medidas que pidieron son para eso. Pero para que la actividad vuelva a ser rentable, todos tienen que participar en el negocio del alcohol de forma proporcional a la producción. Los factores también tienen que participar en la exportación de azúcar para mermar la sobreoferta del producto (en la plaza). Con esas variables se aliviará el sobrestock interno y tonificará el precio del azúcar”, enfatizó.

La baja del valor de la bolsa de 50 kilos en el mercado interno es una de las principales causas del mal momento de la actividad (hoy, a un poco más de $ 200), entre otras.

Transferencias de activos de ingenio a ingenio y nuevos administradores de fábricas por estados patrimoniales complicados. Así ha arrancado la nueva campaña en Tucumán. Aunque los cañeros fueron los más perjudicados, ya que no tuvieron la chance de alcanzar un auxilio ante el estado de crisis -ingresaron al programa bioetanol desde abril-.

Una ley que no fije condiciones de control en la actividad, no será efectiva. Según el titular del Centro Azucarero Regional de Tucumán (CART), Julio Colombres, este es uno de los requisitos que debe estar contemplado en la reforma de la ley. El empresario priorizó también la necesidad de “equilibrar” las utilidades en la actividad, a partir de que la producción de alcohol no sea considerada un producto del mercado interno. Eso conduciría a que todos los ingenios y productores tengan la obligación de exportar azúcar físico.

Ayer, ante el titular de la Legislatura, ese grupo de industriales expuso las pautas que creen necesarias para poner en una misma línea los intereses de los actores azucareros. “Hay que eliminar una evidente desigualdad, que es considerar que es lo mismo una tonelada de caña hecha alcohol y una tonelada hecha azúcar en la exportación”, dijo el empresario, quien ratificó el pedido por un mayor control de producción sobre la industria, a través de la AFIP.