Por seis meses, la ciudad noruega de Tromsø se mantiene a oscuras. La noche se vuelve eterna y el sol parece ser solo una leyenda extraña. Sus habitantes mientras tanto se acostumbran a vivir en aquella oscuridad infinita y los índices de depresión invernal son bastante bajos. Sin embargo los visitantes deben prepararse cuidadosamente si desean instalarse en las noches polares del ártico, mientras conviven con temperaturas que nunca alcanzan los cero grados.
El ciclo natural del día y la noche al que estamos habituados no es tan normal como lo creemos. En Tromsø, el sol se mantiene escondido detrás del horizonte por la mitad del año. Este fenómeno tan inquietante es conocido como la "Noche Polar". A pesar de la falta de luz en aquel lugar, sus habitantes muestran índices muy bajos de “depresión invernal”, mucho menores de lo que se espera de lugares donde la luz nunca llega.
Entre centros comerciales y un horizonte desolado, Tromsø ofrece todo lo “necesario”
Ubicado a 300 kilómetros del norte del Círculo Ártico, Tromsø en Noruega es albergue de variaciones de luz extremas. Durante las "Noches Polares" que duran desde noviembre a enero, el sol no amanece en absoluto. Mientras que los días comienzan a hacerse cada vez más largos hasta llegar al período de "Sol de Medianoche", de mayo a julio, donde nunca se esconde. Luego los días comienzan a acortarse hasta reducirse por completo y el ciclo se repite año tras año.
Tromsø es una isla pequeña, aproximadamente del mismo tamaño que Manhattan, en Estados Unidos, y alberga aproximadamente 70.000 habitantes, lo que la convierte en la segunda ciudad más poblada al norte del Círculo Polar Ártico. A pesar de no tener un tamaño significativo, Tromsø es un suburbio como cualquier otro. Este dispone de todo lo que una persona podría “necesitar” para vivir en la ciudad y así, en los paseos por este remoto lugar podrás encontrar una gran variedad de comodidades como un centro comercial, tres calles comerciales principales y algunas salas de cine, pero nada extra. Sin embargo las montañas y un horizonte casi infinito le dan un aspecto un poco aislado y salvaje.
Tromsø, la ciudad noruega con los niveles de depresión invernal más bajos
La luz solar tiene una gran incidencia en nuestro estado de ánimo, de manera que regula nuestro ciclo circadiano, permitiéndonos reconocer en que momentos debemos dormir o despertarnos, a la vez que nos energiza. En Tromsø podría pensarse que los procesos fisiológicos están completamente alterados, sin embargo, investigaciones pasadas han demostrado que en la ciudad noruega, los índices de depresión invernal son muchos más bajos de lo esperado debido a los largos inviernos y a la imponente altitud.
De hecho, la prevalencia de depresión autoinformada durante el invierno en Tromsø, con su latitud de 69°N, es la misma que la del condado de Montgomery, Maryland, a 41°N. Si bien existe cierto debate entre los psicólogos sobre la mejor manera de identificar y diagnosticar la depresión invernal, una cosa parece clara: los residentes del norte de Noruega parecen ser capaces de evitar gran parte del sufrimiento invernal experimentado en otros lugares, incluso, paradójicamente, en zonas más cálidas, más luminosas y más meridionales.