Los restos de Bernardo de Monteagudo llegarán a Tucumán el sábado

Los restos de Bernardo de Monteagudo llegarán a Tucumán este sábado. Serán trasladados por tierra desde el cementerio de la Recoleta, en Buenos Aires, donde se encuentran actualmente.

La información fue confirmada por Susana Montaldo, secretaria de Políticas Educativas de la la Municipalidad capitalina, y por la directora del cementerio porteño, Sonia del Papa.

En Buenos Aires, los restos de Monteagudo serán despedidos el viernes con un acto en la Recoleta. El sábado llegarán a Tucumán, pero irán directamente a las instalaciones de la empresa fúnebre que realizará el traslado, ya que la urna en la que se encuentran será restaurada.

Según Montaldo, el acto oficial se realizará el miércoles 29 de este mes. Ese día, los restos del prócer serán ubicados en un monumento especialmente restaurado para la ocasión en el Cementerio del Oeste. Está previsto que participen autoridades del Ministerio de Defensa de la Nación.

El tucumano Bernardo de Monteagudo, nacido en 1789, integra el grupo de los más fogosos patriotas argentinos de la primera hora. Se doctoró en la Universidad de Chuquisaca y de inmediato se adhirió a la causa revolucionaria altoperuana.

Se unió al Ejército del Norte, como secretario de su jefe, Juan José Castelli. Actuó con dura mano en los procesos contra los realistas. Tras el desastre de Huaqui y destituido Castelli, fue arrestado y traído a Tucumán. El Triunvirato lo liberó. Pasó a Buenos Aires para destacarse de inmediato. Asumió en 1811 la redacción de “La Gazeta”, que editó sus resonantes artículos de doctrina revolucionaria. Después fundó su propio y muy fogoso periódico, “Mártir o Libre”.

Integró la Asamblea del XIII sin dejar el periodismo. Pasó a Chile y se presentó al general San Martín, quien lo nombró Auditor de Guerra. Partió en la expedición al Perú. Entró con el Libertador en Lima. Participó en la confección del Estatuto Provisorio de ese país, donde asumió el ministerio de Guerra y luego el de Gobierno y Relaciones Exteriores.

Sus violentas medidas antirrealistas, lo obligaron a dejar el cargo. La noche del 28 de enero de 1825, salía de visitar a su amiga Juanita Salguero, cuando fue atacado por un tal Candelario Espinosa, quien lo mató a cuchilladas.