06 Septiembre 2016
El proyecto para instalar un crematorio toma fuerza aunque la posibilidad de que funcione en el Cementerio del Norte parece diluirse. Luego de la reunión que mantuvieron ayer concejales, un grupo de vecinos y el Defensor del Pueblo quedó la sensación de que nadie se anima a anticipar dónde serán instalados los hornos, calificados como necesarios.
Los ediles Graciela Suárez de Cano, Sandra Manzone, Dolores Medina y Alejandro Figueroa (Comisión de Salud) escucharon la exposición del doctor en Ciencias Biológicas Juan González, de la Fundación Miguel Lillo, sobre el impacto ambiental que generaría un horno en una zona urbana.
Estaban presentes el ombudsman, Fernando Juri Debo, y el director de Cementerios, Carlos Petersen, único representante del municipio.
“El problema es que nos estamos quedando sin lugar para enterrar cuerpos. Tarde o temprano habrá que definir este tema y la solución es el crematorio. No termino de entender la postura de los ambientalistas, porque con los últimos avances tecnológicos los hornos crematorios no contaminan el ambiente. Además, hay que considerar que los cuerpos enterrados también pueden contaminar las napas, que están cada vez más altas”, advirtió el secretario de Relaciones Institucionales del municipio, José Luis Avignone.
En un primer momento se pensó instalar el crematorio en el sector parque del Cementerio del Norte (un anexo a la necrópolis, que se conoce como Jardín del Norte), pero la resistencia de los vecinos de la zona hizo que se analizara la posibilidad de concretar la iniciativa en otro lugar. Así fue que los terrenos de Overa Pozo, donde se arrojan los residuos de seis municipios, aparecieron como opción.
Al término de la reunión, Suárez de Cano informó que el Consorcio Metropolitano de Residuos (CMR), a cargo de Overa Pozo, deberá buscar el mejor lugar. Lo curioso es que el CMR no estuvo representado en el encuentro. Sin embargo, Juri Debo comentó: “Todos coincidimos en la necesidad de un crematorio. Lo que se debe definir es cuándo y dónde se instalará. Hoy no se habló de lugares. Se apresuraron algunos funcionarios al mencionar lugares”.
Aunque nadie se animó a enterrar la posibilidad de que el crematorio se instale en el Cementerio del Norte, los vecinos abandonaron la sede municipal con festejos y aplausos de victoria. “No queremos hornos en nuestro barrio. No es un capricho. Es por nuestra salud”, advirtió Niní López, quien le puso la voz a los reclamos de los habitantes del barrio San Roque, que se encuentra a metros de la necrópolis, ubicada al este de la ciudad.
Los ediles Graciela Suárez de Cano, Sandra Manzone, Dolores Medina y Alejandro Figueroa (Comisión de Salud) escucharon la exposición del doctor en Ciencias Biológicas Juan González, de la Fundación Miguel Lillo, sobre el impacto ambiental que generaría un horno en una zona urbana.
Estaban presentes el ombudsman, Fernando Juri Debo, y el director de Cementerios, Carlos Petersen, único representante del municipio.
“El problema es que nos estamos quedando sin lugar para enterrar cuerpos. Tarde o temprano habrá que definir este tema y la solución es el crematorio. No termino de entender la postura de los ambientalistas, porque con los últimos avances tecnológicos los hornos crematorios no contaminan el ambiente. Además, hay que considerar que los cuerpos enterrados también pueden contaminar las napas, que están cada vez más altas”, advirtió el secretario de Relaciones Institucionales del municipio, José Luis Avignone.
En un primer momento se pensó instalar el crematorio en el sector parque del Cementerio del Norte (un anexo a la necrópolis, que se conoce como Jardín del Norte), pero la resistencia de los vecinos de la zona hizo que se analizara la posibilidad de concretar la iniciativa en otro lugar. Así fue que los terrenos de Overa Pozo, donde se arrojan los residuos de seis municipios, aparecieron como opción.
Al término de la reunión, Suárez de Cano informó que el Consorcio Metropolitano de Residuos (CMR), a cargo de Overa Pozo, deberá buscar el mejor lugar. Lo curioso es que el CMR no estuvo representado en el encuentro. Sin embargo, Juri Debo comentó: “Todos coincidimos en la necesidad de un crematorio. Lo que se debe definir es cuándo y dónde se instalará. Hoy no se habló de lugares. Se apresuraron algunos funcionarios al mencionar lugares”.
Aunque nadie se animó a enterrar la posibilidad de que el crematorio se instale en el Cementerio del Norte, los vecinos abandonaron la sede municipal con festejos y aplausos de victoria. “No queremos hornos en nuestro barrio. No es un capricho. Es por nuestra salud”, advirtió Niní López, quien le puso la voz a los reclamos de los habitantes del barrio San Roque, que se encuentra a metros de la necrópolis, ubicada al este de la ciudad.
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