09 Septiembre 2016
ENSAYANDO EL PLAN. Nicolás Sánchez, rodeado por Guido Petti, Lucas Noguera Paz, Tomás Cubelli y Lucas González Amorosino. Con 21 puntos en los primeros dos partidos, el tucumano marcha segundo en la tabla de goleadores, detrás de Barrett (26). prensa uar
Como cada año desde 2012, la disyuntiva está entre irse a dormir temprano y poner el despertador a las cuatro y monedas, o directamente pasar de largo. Perderse el partido no es una opción, al menos para el que gusta del buen rugby, porque mejor que este no se consigue. Los Pumas visitarán a Nueva Zelanda, el mejor equipo del planeta, por la tercera fecha del Rugby Championship. El match, cuyo arranque está previsto para las 4.35, tendrá lugar en Hamilton y se verá por ESPN 2.
La sola mención de los All Blacks ya alcanza para meter miedo. Además de profesar el rugby más exquisito del mundo, lo hacen casi sin cometer errores. Por ello, son favoritos jueguen donde jueguen, y quien pretenda vencerlos tiene que jugar el partido perfecto. Un segundo de desconcentración basta para que los “Hombres de Negro” tomen el control y se hagan un festín. Australia, vapuleada en las dos primeras fechas, puede dar fe de ello.
Sin embargo, ello no es motivo suficiente para agarrarse la cabeza. Hubo un tiempo en que el objetivo de Argentina frente a los neozelandeses se limitaba a no pasar vergüenza, pero eso ya quedó atrás. Hoy, bajo el mando de Daniel Hourcade y cinco años de experiencia en el Rugby Championship, Los Pumas ya no entran pidiendo permiso. Aunque siguen estando por debajo de las tres potencias del Hemisferio Sur, ya no representan una victoria segura para nadie, ni siquiera para los All Blacks, el único gigante al que todavía no han podido derribar.
Prueba fehaciente de su crecimiento es que las tres victorias de Los Pumas en el Rugby Championship ocurrieron en los últimos seis partidos. Antes, habían perdido 16 y empatado uno.
Como se dijo, Los Pumas deberán hacer el partido perfecto. Y para ello será importantísimo tener la pelota y cuidarla como si fuera una bomba de tiempo, ya que en manos de los All Blacks, es un arma de destrucción masiva. El coraje argentino está fuera de discusión, pero no hay cuerpo que aguante tackleando durante 80 minutos. Por ello, el trabajo en las formaciones será fundamental para brindar obtención. Y también será crucial la puntería del tucumano Nicolás Sánchez, para aprovechar cada oportunidad de sumar desde lejos.
Una de las cuestiones a revisar que dejaron las dos primeras presentaciones de Los Pumas en el Rugby Championship es la de la disciplina. En efecto, el equipo nacional incurrió en numerosas inconductas, que además de costarle amonestaciones a Manuel Montero y Ramiro Herrera, brindaron a los pateadores rivales oportunidades de sumar vía penal.
Cometer el mismo error contra los All Blacks será prácticamente condenarse a la derrota desde mucho antes de terminar el partido. Tanto Beauden Barrett (goleador del torneo hasta aquí, con 26 tantos) como su reemplazante Aaron Cruden, son ejecutantes muy efectivos.
Asimismo, infracciones incomprensibles como la del “Cumpa” Herrera en Salta son un riesgo mayúsculo, ya que si es difícil sostener el avance neozelandés con 15 jugadores, hacerlo diezmado es casi imposible.
La indisciplina viene siendo uno de los pecados capitales del equipo argentino, que entre Súper Rugby, ventana de junio y Championship, acumula 12 amonestaciones y dos expulsiones.
La sola mención de los All Blacks ya alcanza para meter miedo. Además de profesar el rugby más exquisito del mundo, lo hacen casi sin cometer errores. Por ello, son favoritos jueguen donde jueguen, y quien pretenda vencerlos tiene que jugar el partido perfecto. Un segundo de desconcentración basta para que los “Hombres de Negro” tomen el control y se hagan un festín. Australia, vapuleada en las dos primeras fechas, puede dar fe de ello.
Sin embargo, ello no es motivo suficiente para agarrarse la cabeza. Hubo un tiempo en que el objetivo de Argentina frente a los neozelandeses se limitaba a no pasar vergüenza, pero eso ya quedó atrás. Hoy, bajo el mando de Daniel Hourcade y cinco años de experiencia en el Rugby Championship, Los Pumas ya no entran pidiendo permiso. Aunque siguen estando por debajo de las tres potencias del Hemisferio Sur, ya no representan una victoria segura para nadie, ni siquiera para los All Blacks, el único gigante al que todavía no han podido derribar.
Prueba fehaciente de su crecimiento es que las tres victorias de Los Pumas en el Rugby Championship ocurrieron en los últimos seis partidos. Antes, habían perdido 16 y empatado uno.
Como se dijo, Los Pumas deberán hacer el partido perfecto. Y para ello será importantísimo tener la pelota y cuidarla como si fuera una bomba de tiempo, ya que en manos de los All Blacks, es un arma de destrucción masiva. El coraje argentino está fuera de discusión, pero no hay cuerpo que aguante tackleando durante 80 minutos. Por ello, el trabajo en las formaciones será fundamental para brindar obtención. Y también será crucial la puntería del tucumano Nicolás Sánchez, para aprovechar cada oportunidad de sumar desde lejos.
Una de las cuestiones a revisar que dejaron las dos primeras presentaciones de Los Pumas en el Rugby Championship es la de la disciplina. En efecto, el equipo nacional incurrió en numerosas inconductas, que además de costarle amonestaciones a Manuel Montero y Ramiro Herrera, brindaron a los pateadores rivales oportunidades de sumar vía penal.
Cometer el mismo error contra los All Blacks será prácticamente condenarse a la derrota desde mucho antes de terminar el partido. Tanto Beauden Barrett (goleador del torneo hasta aquí, con 26 tantos) como su reemplazante Aaron Cruden, son ejecutantes muy efectivos.
Asimismo, infracciones incomprensibles como la del “Cumpa” Herrera en Salta son un riesgo mayúsculo, ya que si es difícil sostener el avance neozelandés con 15 jugadores, hacerlo diezmado es casi imposible.
La indisciplina viene siendo uno de los pecados capitales del equipo argentino, que entre Súper Rugby, ventana de junio y Championship, acumula 12 amonestaciones y dos expulsiones.
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