15 Septiembre 2016
SANTA ANA. ARCHIVO
No sólo eran compañeros de trabajo, en el servicio penitenciario, sino que además tenían una relación de amistad y se reunían con sus respectivas familias. Por eso fue grande la sorpresa cuando uno de ellos descubrió que su hija había sido abusada sexualmente por quien consideraba su amigo.
La víctima es una jovencita de 14 años, hija de un policía, que vive en una localidad al sur de la provincia. Sus padres descubrieron lo que ocurría porque notaron un repentino cambio en su comportamiento: la veían triste y angustiada. También les llamaba la atención que solía quedarse hasta altas horas de la noche escribiendo mensajes en su celular, por lo que comenzaron a investigar.
Al revisar el teléfono de la jovencita, sus padres advirtieron que mantenía conversaciones subidas de tono con una persona que estaba agendada como “Thanks”, quien además le enviaba fotografías pornográficas. El matrimonio anotó el número de teléfono para averiguar a quién pertenecía y quedaron perplejos cuando descubrieron que la persona que le mandaba esos mensajes a la jovencita era otro policía.
Fuentes de la investigación informaron que se trata de un guardiacárcel, de 36 años de edad, que presta servicio en la unidad penitenciaria de Concepción, al igual que el padre de la víctima. Ambos, además, eran amigos y solían reunirse fuera del lugar de trabajo con las familias de ambos.
Cuando los padres enfrentaron a la jovencita, esta les contó que una noche el hombre fue a buscarla a la fiesta de 15 de una amiga y que la llevó a un hotel alojamiento.
La adolescente también les relató que en ese momento ella se negó a mantener relaciones sexuales, pero que luego el hombre abusó de ella en el asiento trasero de su auto. El padre de la víctima denunció de inmediato la situación y personal de la Unidad de Investigaciones Sur, a cargo del comisario José Díaz, detuvo al abusador por orden de la Fiscalía de Instrucción de la IV° Nominación. Con una orden judicial, el martes a la tarde allanaron la casa del guardiacárcel, ubicada también en una localidad del sur, y le secuestraron el teléfono celular además del vehículo en el que -según relató la víctima- cometió el ataque.
Luego de que la víctima prestara declaración en Cámara Gesell y ratificara la denuncia, la causa fue caratulada como abuso sexual con acceso carnal agravado por la minoría de edad de la víctima.
La víctima es una jovencita de 14 años, hija de un policía, que vive en una localidad al sur de la provincia. Sus padres descubrieron lo que ocurría porque notaron un repentino cambio en su comportamiento: la veían triste y angustiada. También les llamaba la atención que solía quedarse hasta altas horas de la noche escribiendo mensajes en su celular, por lo que comenzaron a investigar.
Al revisar el teléfono de la jovencita, sus padres advirtieron que mantenía conversaciones subidas de tono con una persona que estaba agendada como “Thanks”, quien además le enviaba fotografías pornográficas. El matrimonio anotó el número de teléfono para averiguar a quién pertenecía y quedaron perplejos cuando descubrieron que la persona que le mandaba esos mensajes a la jovencita era otro policía.
Fuentes de la investigación informaron que se trata de un guardiacárcel, de 36 años de edad, que presta servicio en la unidad penitenciaria de Concepción, al igual que el padre de la víctima. Ambos, además, eran amigos y solían reunirse fuera del lugar de trabajo con las familias de ambos.
Cuando los padres enfrentaron a la jovencita, esta les contó que una noche el hombre fue a buscarla a la fiesta de 15 de una amiga y que la llevó a un hotel alojamiento.
La adolescente también les relató que en ese momento ella se negó a mantener relaciones sexuales, pero que luego el hombre abusó de ella en el asiento trasero de su auto. El padre de la víctima denunció de inmediato la situación y personal de la Unidad de Investigaciones Sur, a cargo del comisario José Díaz, detuvo al abusador por orden de la Fiscalía de Instrucción de la IV° Nominación. Con una orden judicial, el martes a la tarde allanaron la casa del guardiacárcel, ubicada también en una localidad del sur, y le secuestraron el teléfono celular además del vehículo en el que -según relató la víctima- cometió el ataque.
Luego de que la víctima prestara declaración en Cámara Gesell y ratificara la denuncia, la causa fue caratulada como abuso sexual con acceso carnal agravado por la minoría de edad de la víctima.
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