Secuestraron cartas personales y fotografías en la casa donde vivía el padre Juan

Peritos de Gendarmería Nacional no habrían encontrado indicios que permita sospechar que se trató de un homicidio. Peritos de Gendarmería Nacional revisaron durante más de 10 horas la parroquia Nuestra Señora del Valle en La Florida. Incluso utilizaron un georradar para detectar elementos que se encuentren bajo tierra. Por la tarde, exhumaron el cuerpo del cura y lo llevaron nuevamente a la morgue.

NUEVAS PERICIAS. Gendarmería inspeccionó durante más de 10 horas cada rincón de la parroquia de La Florida y la casa donde vivía el padre Juan Viroche. la gaceta / fotos de inés quinteros orio NUEVAS PERICIAS. Gendarmería inspeccionó durante más de 10 horas cada rincón de la parroquia de La Florida y la casa donde vivía el padre Juan Viroche. la gaceta / fotos de inés quinteros orio
15 Octubre 2016
Mientras los peritos de Gendarmería Nacional realizaban pericias en el marco de la causa de la muerte del padre Juan Viroche, en la Justicia se encontraba un indicio que llamó la atención de los investigadores: sí se denunció el robo de la corona de la Virgen de la parroquia de Nuestra Señora del Valle en enero pasado.

Los vecinos, sacerdotes y legisladores de la Comisión de Derechos Humanos habían advertido públicamente de esa situación, pero no estaba confirmado que se haya realizado la denuncia y, hasta el momento, esa información sólo tenía cuerpo de rumor.

Según sus dichos, ese hurto fue un mensaje con tinte mafioso como consecuencia de las denuncias que había realizado el cura contra los narcos que les vendían drogas a los jóvenes de La Florida y de Delfín Gallo, entre otras localidades del este tucumano.

El padre Juan, en su Facebook, el 9 de septiembre publicó: “advertía que venían tiempos difíciles y que las cosa no se iba a solucionar como arte de magia ni milagrosamente, pocos escucharon y hasta hubo burlas, después se hizo una marcha en la sede parroquial por el robo de la corona de la Virgen que lejos de ser un robo fue una amenaza disfrazada de robo, me dijo la Policía y varios de la comunidad parroquial…”.

El hecho de que se haya realizado la denuncia policial del robo no es un dato menor para el fiscal Diego López Ávila, que lleva adelante una investigación para determinar si el sacerdote fue víctima de un crimen, si se suicidó o si fue inducido a quitarse la vida por las denuncias que realizó en contra de los “transas” en los últimos tiempos.

También se está analizando hipótesis de la línea sentimental, ya que en las últimas horas salieron a la luz al menos tres relaciones que habría mantenido el sacerdote con mujeres. Se cree que el padre Juan estaba siendo amenazado por parientes de una de ellas. Se conoció además que el cura había sufrido al menos un escrache en Facebook. Un desconocido lo acusó en su muro de haber embarazado a una joven.

“Todo es muy raro. Esto es la confirmación que se necesitaba para profundizar la pesquisa por el tema del crimen”, aseguró el legislador Fernando Valdez, presidente de la Comisión de Derechos Humanos. El parlamentario, junto a sus pares, mantuvo una reunión en junio con el padre Juan. “En ese encuentro se habló sobre la persecución que sufrían los trabajadores de la comuna. Al pasar, el cura comentó que los mismos policías le habían dicho que se trataba de un mensaje mafioso”, destacó.

Sobre la hipótesis sentimental, Valdez señaló: “me parece perfecto que el fiscal investigue todas las líneas, pero sinceramente no creo que pase por ahí. En la próxima semana nos volveremos a reunir con López Ávila para seguir insistiendo en que profundice la otra línea de investigación”.

Duro trabajo

Por otra parte, peritos de Gendarmería nacional durante más de 10 horas realizaron varios estudios para tratar de confirmar las causas de la muerte del sacerdote. En principio, y en base a los resultados preliminares, coincidirían en que no existen indicios para pensar que Viroche fue víctima de un crimen.

Dirigidos por López Ávila, los peritos de la fuerza nacional hicieron una inspección ocular y varios estudios en el lugar donde el sacerdote decidió quitarse la vida.

Por la tarde, por orden de la Justicia, el cuerpo del cura fue exhumado y trasladado a la morgue donde el médico forense le hizo una nueva autopsia. Al cierre de esta edición, el fiscal esperaba que el forense de Gendarmería le entregara los resultados.

Los gendarmes también realizaron una exhaustiva inspección en la parroquia que dirigía Viroche y en la casa donde vivía el sacerdote, esa medida incluyó el uso del georradar que posee la fuerza para detectar elementos que se encuentran bajo tierra. Pese al hermetismo, fuentes de la investigación, confirmaron que secuestraron documentación, cartas personales y fotografías que podrían ser importantes para la investigación del caso.

“El trabajo de Gendarmería y de la Fiscalía fue excelente. Estuvimos todo el día en La Florida por esto. No se dejó un solo rincón sin revisar. En estas nuevas pericias habrían aparecido algunas cosas que no se habían visto antes, pero no puedo dar más detalles por una cuestión de no entorpecer la investigación”, destacó Pedro Escobar, el abogado de la familia del sacerdote en una charla con LA GACETA.

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