17 Octubre 2016
VASCO AZCONZÁBAL / ARCHIVO
De todas las decisiones fuertes que Juan Azconzábal ensayó en las seis fechas que lleva el torneo (designar suplente en algunos partidos a Luis Rodríguez, Cristian Menéndez, Leandro González o, el sábado por la noche, Cristian Lucchetti), una de las más inesperadas fue el ingreso de Josué Ayala en reemplazo de quien ya podría recibir el derecho de admisión al salón de la fama de los mejores arqueros de la historia de Atlético.
“Me enteré de que iba a jugar en la charla técnica, poco antes del partido, y el ‘Laucha’ me apoyó mucho. Es un grande, y le estoy muy agradecido. Es una decisión que tomó (el técnico)”, contó Ayala, de 28 años, después de una doble alegría: el histórico triunfo en Avellaneda y una más que aceptable actuación personal que validó la decisión de Azconzábal. Aunque estuvo algo dubitativo en un par de centros, el arquero compensó con excelentes reflejos debajo de los tres palos e incluso le ganó un mano a mano a Diego Vera.
“Intenté no ponerme nervioso, y por suerte lo conseguí. Ya tenía una experiencia similar (de enterarse de que sería titular poco antes del partido), cuando estaba en Boca, en un partido contra Colón, pero entonces era mucho más joven y estuve algo nervioso. Yo suelo ser tranquilo y lo demostré”, recordó Ayala, respecto a lo que fue su único partido como titular en Boca, en 2010, durante una derrota 3-0 de su equipo en Santa Fe, en medio de un escándalo que llevó a la renuncia del técnico Abel Alves (el arquero habitualmente titular, Javier García, insultó al DT cuando éste anunció en el vestuario que sería reemplazado por Ayala).
El arquero de nombre bíblico llegó a Atlético a comienzos de 2015, ya con Azconzábal como técnico. Debía cultivar paciencia. El “decano” buscaba un suplente confiable después de la desangelada experiencia en la final del semestre anterior, cuando una lesión le impidió a Lucchetti jugar los últimos partidos, incluido el desempate contra Huracán, en Mendoza, para definir el ascenso a Primera. Lucas Calviño no había demostrado ser garantía.
Desde que Lucchetti debutó en Atlético, el 19 de agosto de 2012 en el 3-0 ante Ferro en el Monumental, por la fecha 2 de la temporada 2012/13, sumó 146 partidos en el arco “decano”. El puesto fue suyo salvo lesión o suspensión: primero Ezequiel Cacace y después Calviño lo reemplazaron frugalmente, como quien sabe que está ahí sólo por un caso de emergencia.
¿Cómo es ser suplente de una leyenda de Atlético como Lucchetti? “El ‘Laucha’ tiene una enorme experiencia, y yo aprendo con él en los entrenamientos y partidos, pero también trato de ser mejor día a día. El ‘Vasco’ (por Azconzábal) no explicó los motivos, sólo dijo que atajaba yo, y traté de aprovechar mi oportunidad. Estoy contento, creo que tuve un buen partido y ganamos. Teníamos que salir de ese pequeño bache”, dijo el arquero formoseño, de Pirané.
Ayala estuvo sentado 41 partidos en el banco de suplentes “Decano” esperando su debut en 2015, hasta que lo hizo en la última fecha de la temporada, ya con Atlético ascendido: atajó el 14 de noviembre en el 0 a 0 contra Boca Unidos, en Corrientes, en un equipo plagado de suplentes.
Su segunda vez fue este año, el 14 de febrero, cuando Lucchetti se lesionó: le tocó jugar contra Boca, nada menos, y Atlético consiguió un triunfo memorable, 1 a 0 en La Bombonera. Así que su tercera participación (contra Independiente) redondea unas estadísticas notables: Ayala lleva tres partidos en Atlético y no recibió goles. No sólo eso: ganó en La Boca y Avellaneda.
“Sí, contra los grandes me va bien. Además salí campeón con Boca en la cancha de Racing”, recordó Ayala, en alusión a la final contra Tigre del Apertura 2008 (en triangular con San Lorenzo), cuando reemplazó a los 25’ del segundo tiempo a Javier García. Incluso en el torneo de verano 2009, todavía en Boca, atajó cuatro partidos contra los grandes, y le fue muy bien: ganó tres (a River, Racing e Independiente) y empató con San Lorenzo.
Sin lugar en Boca, en 2010 se fue a Independiente Rivadavia de Mendoza, en donde atajó 99 partidos durante cuatro años, hasta que en el verano de 2015 llegó a Atlético. Si el domingo a las 20 contra Boca, en el Monumental, continúa su racha contra los grandes o vuelve al banco de suplentes, será una decisión táctica. Por lo pronto, Ayala demostró que puede ser mucho más que un eterno suplente.
“Me enteré de que iba a jugar en la charla técnica, poco antes del partido, y el ‘Laucha’ me apoyó mucho. Es un grande, y le estoy muy agradecido. Es una decisión que tomó (el técnico)”, contó Ayala, de 28 años, después de una doble alegría: el histórico triunfo en Avellaneda y una más que aceptable actuación personal que validó la decisión de Azconzábal. Aunque estuvo algo dubitativo en un par de centros, el arquero compensó con excelentes reflejos debajo de los tres palos e incluso le ganó un mano a mano a Diego Vera.
“Intenté no ponerme nervioso, y por suerte lo conseguí. Ya tenía una experiencia similar (de enterarse de que sería titular poco antes del partido), cuando estaba en Boca, en un partido contra Colón, pero entonces era mucho más joven y estuve algo nervioso. Yo suelo ser tranquilo y lo demostré”, recordó Ayala, respecto a lo que fue su único partido como titular en Boca, en 2010, durante una derrota 3-0 de su equipo en Santa Fe, en medio de un escándalo que llevó a la renuncia del técnico Abel Alves (el arquero habitualmente titular, Javier García, insultó al DT cuando éste anunció en el vestuario que sería reemplazado por Ayala).
El arquero de nombre bíblico llegó a Atlético a comienzos de 2015, ya con Azconzábal como técnico. Debía cultivar paciencia. El “decano” buscaba un suplente confiable después de la desangelada experiencia en la final del semestre anterior, cuando una lesión le impidió a Lucchetti jugar los últimos partidos, incluido el desempate contra Huracán, en Mendoza, para definir el ascenso a Primera. Lucas Calviño no había demostrado ser garantía.
Desde que Lucchetti debutó en Atlético, el 19 de agosto de 2012 en el 3-0 ante Ferro en el Monumental, por la fecha 2 de la temporada 2012/13, sumó 146 partidos en el arco “decano”. El puesto fue suyo salvo lesión o suspensión: primero Ezequiel Cacace y después Calviño lo reemplazaron frugalmente, como quien sabe que está ahí sólo por un caso de emergencia.
¿Cómo es ser suplente de una leyenda de Atlético como Lucchetti? “El ‘Laucha’ tiene una enorme experiencia, y yo aprendo con él en los entrenamientos y partidos, pero también trato de ser mejor día a día. El ‘Vasco’ (por Azconzábal) no explicó los motivos, sólo dijo que atajaba yo, y traté de aprovechar mi oportunidad. Estoy contento, creo que tuve un buen partido y ganamos. Teníamos que salir de ese pequeño bache”, dijo el arquero formoseño, de Pirané.
Ayala estuvo sentado 41 partidos en el banco de suplentes “Decano” esperando su debut en 2015, hasta que lo hizo en la última fecha de la temporada, ya con Atlético ascendido: atajó el 14 de noviembre en el 0 a 0 contra Boca Unidos, en Corrientes, en un equipo plagado de suplentes.
Su segunda vez fue este año, el 14 de febrero, cuando Lucchetti se lesionó: le tocó jugar contra Boca, nada menos, y Atlético consiguió un triunfo memorable, 1 a 0 en La Bombonera. Así que su tercera participación (contra Independiente) redondea unas estadísticas notables: Ayala lleva tres partidos en Atlético y no recibió goles. No sólo eso: ganó en La Boca y Avellaneda.
“Sí, contra los grandes me va bien. Además salí campeón con Boca en la cancha de Racing”, recordó Ayala, en alusión a la final contra Tigre del Apertura 2008 (en triangular con San Lorenzo), cuando reemplazó a los 25’ del segundo tiempo a Javier García. Incluso en el torneo de verano 2009, todavía en Boca, atajó cuatro partidos contra los grandes, y le fue muy bien: ganó tres (a River, Racing e Independiente) y empató con San Lorenzo.
Sin lugar en Boca, en 2010 se fue a Independiente Rivadavia de Mendoza, en donde atajó 99 partidos durante cuatro años, hasta que en el verano de 2015 llegó a Atlético. Si el domingo a las 20 contra Boca, en el Monumental, continúa su racha contra los grandes o vuelve al banco de suplentes, será una decisión táctica. Por lo pronto, Ayala demostró que puede ser mucho más que un eterno suplente.