02 Noviembre 2016
El centro de atención en las causas que mantienen sitiado al kirchnerismo se dividió ayer entre la porteña avenida de Comodoro Py y la ciudad de Río Gallegos: mientras el ex ministro Julio De Vido prestaba declaración indagatoria, funcionarios judiciales y gendarmes ingresaban la casa de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner para tasar la propiedad, en el marco del caso “Los Sauces”.
El trámite a la vivienda de la ex mandataria, ordenado por el fiscal Carlos Rívolo y confirmado por el juez Claudio Bonadío, se realizó en el marco de la investigación sobre el presunto pago de alquileres ficticios de la sociedad Los Sauces S.A. a empresarios beneficiados con la obra pública; entre ellos, Lázaro Báez (detenido desde abril) y Cristóbal López.
Los tasadores fueron recibidos en la propiedad, ubicada en Mascarello 411 de la capital de Santa Cruz, por el abogado Marcelo Bersanelli, apoderado de Los Sauces, quien les facilitó el ingreso. Bersanelli ocupa el cargo de subsecretario de Gestión Institucional y Administrativa del Ministerio de Salud de Santa Cruz, en la gobernación de Alicia Kirchner (hermana del ex presidente Néstor Kirchner). La jefa de Bersanelli es la ministra del área, Rocío García, esposa de Máximo Kirchner, hijo de los dos ex presidentes.
“Esta causa es una persecución política”, rechazó ayer el ex ministro de Planificación Federal durante el kirchnerismo la acusación en su contra en la pesquisa que investiga el presunto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz en favor de Báez. Por esa investigación se había presentado a declarar el lunes la ex presidenta.
De Vido llegó ayer poco después de las 9 a los tribunales federales de Comodoro Py. El ex funcionario fue llamado a indagatoria por el juez federal Julián Ercolini a pedido de los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques. Ensayó una breve exposición ante el magistrado, entregó un escrito y no aceptó responder preguntas. “El Gobierno quiere proscribir a Cristina porque en las encuestas hay un crecimiento geométrico de su figura. El Gobierno quiere evitar una derrota en las próximas elecciones, por eso inicia esta persecución”, lanzó De Vido en un breve contacto con la prensa. Y aseguró: “nadie favoreció a Lázaro Báez”.
En el marco de esa misma causa, el abogado de tres hijos de Lázaro Báez, Melina, Luciana y Leandro, desmintió los dichos ante la prensa de la ex presidenta luego de presentarse a declarar. “Báez no es ni mi socio ni mi amigo”, había dicho el lunes Fernández. “Con Cristina Kirchner había varios negocios en común”, afirmó ayer el abogado Santiago Viola.
El trámite a la vivienda de la ex mandataria, ordenado por el fiscal Carlos Rívolo y confirmado por el juez Claudio Bonadío, se realizó en el marco de la investigación sobre el presunto pago de alquileres ficticios de la sociedad Los Sauces S.A. a empresarios beneficiados con la obra pública; entre ellos, Lázaro Báez (detenido desde abril) y Cristóbal López.
Los tasadores fueron recibidos en la propiedad, ubicada en Mascarello 411 de la capital de Santa Cruz, por el abogado Marcelo Bersanelli, apoderado de Los Sauces, quien les facilitó el ingreso. Bersanelli ocupa el cargo de subsecretario de Gestión Institucional y Administrativa del Ministerio de Salud de Santa Cruz, en la gobernación de Alicia Kirchner (hermana del ex presidente Néstor Kirchner). La jefa de Bersanelli es la ministra del área, Rocío García, esposa de Máximo Kirchner, hijo de los dos ex presidentes.
“Esta causa es una persecución política”, rechazó ayer el ex ministro de Planificación Federal durante el kirchnerismo la acusación en su contra en la pesquisa que investiga el presunto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz en favor de Báez. Por esa investigación se había presentado a declarar el lunes la ex presidenta.
De Vido llegó ayer poco después de las 9 a los tribunales federales de Comodoro Py. El ex funcionario fue llamado a indagatoria por el juez federal Julián Ercolini a pedido de los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques. Ensayó una breve exposición ante el magistrado, entregó un escrito y no aceptó responder preguntas. “El Gobierno quiere proscribir a Cristina porque en las encuestas hay un crecimiento geométrico de su figura. El Gobierno quiere evitar una derrota en las próximas elecciones, por eso inicia esta persecución”, lanzó De Vido en un breve contacto con la prensa. Y aseguró: “nadie favoreció a Lázaro Báez”.
En el marco de esa misma causa, el abogado de tres hijos de Lázaro Báez, Melina, Luciana y Leandro, desmintió los dichos ante la prensa de la ex presidenta luego de presentarse a declarar. “Báez no es ni mi socio ni mi amigo”, había dicho el lunes Fernández. “Con Cristina Kirchner había varios negocios en común”, afirmó ayer el abogado Santiago Viola.