17 Noviembre 2016
VOZ DE MANDO. Como capitán y símbolo del seleccionado que es, Lionel Messi comunicó durante la conferencia de prensa pos 3-0 a Colombia la decisión de los jugadores de no hablar más con la prensa. dyn
BUENOS AIRES.- Con goles magistrales o micrófono en mano en una incómoda conferencia de prensa para anunciar el silencio de los futbolistas. En ambos situaciones, Lionel Messi se puso al frente del proceso de refundación de una Selección que atraviesa un momento crítico, tanto por los interrogantes que se abrieron para la clasificación al Mundial de Rusia 2018 como por el vínculo con la apasionada afición albiceleste y la distante relación con los medios.
La desilusión de los hinchas crece cada vez que los jugadores pasan a escondidas rumbo al ómnibus, bajan la mirada y cierran las cortinas en sus ventanillas. O se aíslan en hoteles lejanos, custodiados por vallas altas y policía. Las ovaciones se convierten en silbidos y la relación se resquebraja. El fútbol es una pasión argentina, pero el vínculo emocional está en crisis.
Los crudos silbidos en el ingreso sobre el final de Gonzalo Higuaín fueron otra muestra del malestar generalizado con los “históricos”, que arrastran tres finales consecutivas perdidas: el Mundial de Brasil 2014 y las Copas América 2015 y 2016. “Mirá qué raros somos los argentinos que los tratan de fracasados porque salen segundos”, reflexionó Edgardo Bauza en una reciente entrevista con “DPA”.
Messi sufrió en carne propia el desaire del hincha argentino, que necesitó goles e innumerables demostraciones de sacrificio y entrega para rendirse ante el delantero que ya era idolatrado en el resto del mundo. Y siguió adelante pese a duras críticas de analistas deportivos. Renunció tras la final de la Copa América en julio, pero dio marcha atrás. Jugó lesionado y sólo se ausentó cuando el dolor pudo más. El delantero se puso el martes al equipo al hombro y con un gol de tiro libre exquisito y dos asistencias evitó que Argentina se hundiera en la tabla de clasificación. También anunció la decisión de no hablar más con la prensa. La denuncia del periodista radial Gabriel Anello acerca de que Ezequiel Lavezzi habría fumado marihuana en la concentración colmó el vaso de la ya de por sí compleja relación con los medios, que en los últimos meses no ahorró críticas al plantel. “Me pidió ir a fondo, dijo que no iba a tolerar la infamia e injusticia”, comentó el abogado de Lavezzi Mariano Cúneo Libarona, quien agregó: “le vamos a iniciar acciones legales a esta persona. ‘Pocho’ tiene una imagen importante en el mundo. Lo contratan muchas empresas y cuida su imagen y la de su familia. El honor es muy importante para la gente de bien. No es lógico que se lo ofenda de esta forma”. “Recibimos muchas acusaciones, y nunca dijimos nada, pero la acusación que le hicieron a ‘Pocho’ es muy grave”, advirtió Messi. “Nos van a seguir matando, nos van a seguir diciendo un montón de cosas, pero no vamos a entrar en ese juego”, alertó. Si conseguir una entrevista con un referente argentino era misión difícil, ahora es imposible.
Según el experto en comunicación no verbal Alejandro Sangenis, el anuncio demuestra que Messi está buscando erigirse en líder. “En lo no verbal Messi está como bamboleándose de un lado para el otro, lo que le quita cierta firmeza y un eje. Es una situación que no lo tiene cómodo, aunque por otro lado, con algunos microgestos, demuestra sentir cierta alegría por manifestarse como líder del grupo”, evaluó el proteño Sangenis en “Radio La Red” de Buenos Aires. Además, remarcó que el resto los jugadores lucieron durante la conferencia de prensa: “mentones levantados, brazos cruzados, en actitud desafiante pero sabiendo en el foro interno que se están poniendo en contra a su propio país”.
La desilusión de los hinchas crece cada vez que los jugadores pasan a escondidas rumbo al ómnibus, bajan la mirada y cierran las cortinas en sus ventanillas. O se aíslan en hoteles lejanos, custodiados por vallas altas y policía. Las ovaciones se convierten en silbidos y la relación se resquebraja. El fútbol es una pasión argentina, pero el vínculo emocional está en crisis.
Los crudos silbidos en el ingreso sobre el final de Gonzalo Higuaín fueron otra muestra del malestar generalizado con los “históricos”, que arrastran tres finales consecutivas perdidas: el Mundial de Brasil 2014 y las Copas América 2015 y 2016. “Mirá qué raros somos los argentinos que los tratan de fracasados porque salen segundos”, reflexionó Edgardo Bauza en una reciente entrevista con “DPA”.
Messi sufrió en carne propia el desaire del hincha argentino, que necesitó goles e innumerables demostraciones de sacrificio y entrega para rendirse ante el delantero que ya era idolatrado en el resto del mundo. Y siguió adelante pese a duras críticas de analistas deportivos. Renunció tras la final de la Copa América en julio, pero dio marcha atrás. Jugó lesionado y sólo se ausentó cuando el dolor pudo más. El delantero se puso el martes al equipo al hombro y con un gol de tiro libre exquisito y dos asistencias evitó que Argentina se hundiera en la tabla de clasificación. También anunció la decisión de no hablar más con la prensa. La denuncia del periodista radial Gabriel Anello acerca de que Ezequiel Lavezzi habría fumado marihuana en la concentración colmó el vaso de la ya de por sí compleja relación con los medios, que en los últimos meses no ahorró críticas al plantel. “Me pidió ir a fondo, dijo que no iba a tolerar la infamia e injusticia”, comentó el abogado de Lavezzi Mariano Cúneo Libarona, quien agregó: “le vamos a iniciar acciones legales a esta persona. ‘Pocho’ tiene una imagen importante en el mundo. Lo contratan muchas empresas y cuida su imagen y la de su familia. El honor es muy importante para la gente de bien. No es lógico que se lo ofenda de esta forma”. “Recibimos muchas acusaciones, y nunca dijimos nada, pero la acusación que le hicieron a ‘Pocho’ es muy grave”, advirtió Messi. “Nos van a seguir matando, nos van a seguir diciendo un montón de cosas, pero no vamos a entrar en ese juego”, alertó. Si conseguir una entrevista con un referente argentino era misión difícil, ahora es imposible.
Según el experto en comunicación no verbal Alejandro Sangenis, el anuncio demuestra que Messi está buscando erigirse en líder. “En lo no verbal Messi está como bamboleándose de un lado para el otro, lo que le quita cierta firmeza y un eje. Es una situación que no lo tiene cómodo, aunque por otro lado, con algunos microgestos, demuestra sentir cierta alegría por manifestarse como líder del grupo”, evaluó el proteño Sangenis en “Radio La Red” de Buenos Aires. Además, remarcó que el resto los jugadores lucieron durante la conferencia de prensa: “mentones levantados, brazos cruzados, en actitud desafiante pero sabiendo en el foro interno que se están poniendo en contra a su propio país”.
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