El detenido por el caso Milagros averiguó en Google cómo descomponer cadáveres

“No sé si está viva o muerta, pero quiero que él diga qué hizo con mi hija y mi nieto”, reclamó la madre de la joven.

DESESPERADOS. Los padres de Milagros, en su casa. “Sin mi hija y mi nieto siento que no puedo vivir”, dijo él. la gaceta / foto de josé nuno DESESPERADOS. Los padres de Milagros, en su casa. “Sin mi hija y mi nieto siento que no puedo vivir”, dijo él. la gaceta / foto de josé nuno
06 Diciembre 2016
“Los he cuidado con enorme sacrificio, no para que viniera alguien a hacerles daño. Sin mi hija y sin mi nieto no puedo vivir”, soltó Miguel Reyes Avellaneda mientras con ambas manos se quitaba las lágrimas de la cara. Su hija, Milagros de los Ángeles (de 26 años), y su nieto de casi dos años, se encuentran desaparecidos desde el 28 de octubre. La familia aún se aferra a la esperanza de verlos con vida, pero algunos hallazgos que hicieron los investigadores del caso les hicieron temer lo peor.

“Ya sabíamos que en el auto del detenido habían encontrado sangre, pero después nos enteramos que el 3 de noviembre él buscó en internet sobre limpieza de tapizados de autos y entregó el vehículo después de lavarlo dos veces. Además, supimos que tres días después de que desaparecieron mi hija y mi nieto, buscó en Google información sobre cuántos dura la descomposición de cadáveres”, advirtió preocupada Amalia del Jesús Ojeda. Estas dos pruebas constan en el expediente y fueron fundamentales para la fiscalía III° a la hora de solicitar la prisión preventiva para Roberto Carlos Rejas, un guardiacárcel de 31 años. Milagros se reunió con él la noche que desapareció y antes de apagar su celular, le envió una grabación de WhatsApp a una amiga en la que le contaba que Rejas le había pegado tres veces en la cara. Este hombre sería el padre del niño desaparecido.

El mismo día en que Rejas buscó sobre cadáveres, Ojeda se presentó en su casa y le dijo que no se iría de allí hasta que le dijera que había hecho con Milagros y su hijo. “Él me respondió que no la veía desde hacía dos meses, pero me mintió. Además, su padre, que era Policía de la Federal, me amenazó con hacerme una contradenuncia”, contó la mujer. Cuando declaró, el detenido admitió que esa noche había estado con ambos en su auto. Luego añadió que no les hizo daño y que los dejó en el barrio 20 de Junio, cercano al Lola Mora, donde vive la familia Avellaneda.

La prueba clave

Ayer, todos los parientes directos de Milagros se sacaron sangre para que los investigadores puedan cotejar su ADN con el material genético que encontraron en un cabello que hallaron en el auto de Rejas. También lo compararán con la sangre que encontraron allí y en distintas prendas de vestir del detenido.

“Toda la familia está mal. Yo no sé si mi hija está viva o muerta, pero le quiero pedir a la mamá de Rejas, de una madre a otra, que se pongan una mano en el corazón y que si la mató a ella, al menos que me digan donde está el bebé. Ellos saben que su hijo está vivo y saben adónde está (en el penal de Villa Urquiza). Yo no sé nada desde hace 40 días, y vivir así es insoportable. De qué me sirve que le den mil años de prisión si no dice ni una palabra”, sollozó Ojeda. El hombre se encuentra acusado de doble homicidio agravado por violencia de género y alevosía.

Los padres de Milagros contaron también que todos los días van a la fiscalía para saber si hay novedades. “Pienso lo peor, pero quiero que aparezca. Es una angustia tremenda. Yo trabajaba en la calle, pero desde que se fue no puedo salir”, resaltó el padre de la joven.

Los Avellaneda extrañan a Milagros y a su hijo todos los días. Pero hubo dos en que su ausencia se volvió insoportable. Uno fue cuando el hijo más grande de ella cumplió siete años. El otro fue el jueves, cuando una sobrina tuvo a su bebé. “Milagros estaba muy emocionada con ese embarazo y le había prometido que iba a estar en el parto. Tuve que entrar yo. Para colmo, fue en la misma sala del mismo sanatorio donde nació mi nieto que está desaparecido”, relató Ojeda.

Novedades de la causa

Al ver que Milagros había apagado su celular, no había cobrado su sueldo y no había aparecido durante el cumpleaños de su hijo (sus allegados dijeron que era una “excelente madre”), los investigadores ordenaron a más de 100 efectivos realizar un rastrillaje en la zona del Río Salí para ver si los encontraban. A este lugar llegaron porque Rejas lo había buscado en Google Maps, dijeron las fuentes. Como no pudieron hallarlos allí, se está preparando una medida similar en otra zona de la provincia, que prefirieron no dar a conocer aún.

Por otro lado, se pudo saber que ya se entregó el informe de la pericia psiquiátrica que le realizaron al detenido. A los especialistas les llamó la atención que “no demuestra angustia o ansiedad” y que se encuentra como “ajeno a la situación que atraviesa”. A su vez, en los últimos días también lo estuvieron visitando en su celda psicólogos que en los próximos días presentarán un informe pericial sobre este aspecto.

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