08 Diciembre 2016
El presupuesto 2017 de la obra social de la UNT reconoce un déficit de $13 millones. Esta proyección -a la que han calificado como muy delicada- fue motivo de una reunión de las tres comisiones que conforman el Consejo Superior de la UNT. También fue invitado el presidente de Asunt, Diego Silvera.
Algunos de los consejeros que participaron criticaron a sus pares que no se presentaron o se ausentaron en la mitad, teniendo en cuenta el contexto y la situación de la Acción Social. De todas maneras el encuentro se realizó -con 18 presentes- pese a las ausencias.
Además de tratar el presupuesto (que llegará a la sesión del martes), lo central de la reunión fue conocer -de boca de Silvera- las medidas que piensan tomar para que la situación no siga agravándose.
También se analizó un informe realizado por el síndico de esa institución, Raúl Tracana. Fuentes de la comisión de Hacienda explicaron que ese informe señala de manera técnica que como el déficit de Asunt se ha sostenido en el tiempo, estaban dadas las condiciones que prevé el artículo 21 del estatuto. “El Honorable Consejo Superior podrá disponer la disolución total de Asunt: a) Cuando los déficit de ejercicios acumulados superen el cincuenta por ciento (50%) del patrimonio neto que resultare del balance ajustado con variación del poder adquisitivo de la moneda”.
Otra de las cuestiones centrales fue analizar la posibilidad que tiene la UNT de convertir su Acción Social en una obra social. De esa manera poder adherir al régimen de reintegros que efectúa el Ministerio de Salud de la Nación. Si esto es posible, comentaron las fuentes de la comisión, permitiría mitigar el déficit porque se percibirían reintegros por coberturas que Asunt tuvo hacer frente cuando se aprobaron varias leyes. Pero las gestiones dirán si cabe esta posibilidad.
Finalmente, se habló del congelamiento de la planta de personal, una medida que según Silvera, ya están implementando. Hoy Asunt cuenta con unos 235 empleados, una cifra que se planteó como excesiva.
Algunos de los consejeros que participaron criticaron a sus pares que no se presentaron o se ausentaron en la mitad, teniendo en cuenta el contexto y la situación de la Acción Social. De todas maneras el encuentro se realizó -con 18 presentes- pese a las ausencias.
Además de tratar el presupuesto (que llegará a la sesión del martes), lo central de la reunión fue conocer -de boca de Silvera- las medidas que piensan tomar para que la situación no siga agravándose.
También se analizó un informe realizado por el síndico de esa institución, Raúl Tracana. Fuentes de la comisión de Hacienda explicaron que ese informe señala de manera técnica que como el déficit de Asunt se ha sostenido en el tiempo, estaban dadas las condiciones que prevé el artículo 21 del estatuto. “El Honorable Consejo Superior podrá disponer la disolución total de Asunt: a) Cuando los déficit de ejercicios acumulados superen el cincuenta por ciento (50%) del patrimonio neto que resultare del balance ajustado con variación del poder adquisitivo de la moneda”.
Otra de las cuestiones centrales fue analizar la posibilidad que tiene la UNT de convertir su Acción Social en una obra social. De esa manera poder adherir al régimen de reintegros que efectúa el Ministerio de Salud de la Nación. Si esto es posible, comentaron las fuentes de la comisión, permitiría mitigar el déficit porque se percibirían reintegros por coberturas que Asunt tuvo hacer frente cuando se aprobaron varias leyes. Pero las gestiones dirán si cabe esta posibilidad.
Finalmente, se habló del congelamiento de la planta de personal, una medida que según Silvera, ya están implementando. Hoy Asunt cuenta con unos 235 empleados, una cifra que se planteó como excesiva.
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