Si la plata aparece, será difícil retener a Zampedri

El centrodelantero quiere quedarse en Tucumán, pero si alguien paga la cláusula de rescisión de contrato, será difícil retenerlo, admiten en el club "decano".

DIJO QUE SÍ. Zampedri aseguró que quiere seguir en Atlético, pero... la gaceta / foto de hector peralta (archivo) DIJO QUE SÍ. Zampedri aseguró que quiere seguir en Atlético, pero... la gaceta / foto de hector peralta (archivo)
27 Diciembre 2016
“Fernando nos dijo que está cómodo, que se quiere quedar a jugar la Copa con nosotros. De todos modos sabemos que si alguien paga la cláusula de rescisión de contrato será difícil retenerlo. Por ahora lo dejamos descansar, como al resto del plantel. Sólo hablamos con su representante. Después será el turno de charlar con él, cuando venga a la pretemporada”.

Las luces de alarma son encendidas por un directivo de Atlético. Hoy por hoy el peor enemigo del “Decano” es el dinero. Ese que pueda ser utilizado para llevarse los goles de Fernando Zampedri, el centrodelantero titular en los últimos partidos del año que se convirtió en sensación en Tucumán, por potencia, efectividad y olfato para definir.

Es cierto que Zampedri quiere quedarse en la provincia. No lo dice sólo para quedar bien. En el último semestre de 2016 se ganó un lugar en el equipo y comenzó a ser importante. Sabe que lo que viene, la Copa Libertadores, es algo muy tentador. Pero el dilema, al parecer, es que su representante tendría una oferta en carpeta del exterior. Y ahí ya se habla de un contrato en dólares. Números a los que Atlético no podría llegar ni en sus mejores sueños.

Igual, como dicen en el club, tienen fe de que poco cambiará y el plantel no sufrirá demasiadas transformaciones pese a la casi confirmada baja del lateral izquierdo Pablo Cáceres. El uruguayo tiene practicamente tomada la decisión de no volver a Tucumán. Su familia está primero, avisó.

En el “José Fierro” entendieron su posición. Variantes hay, aunque no sean tan naturales. Está Fernando Evangelista, que terminó jugado de titular. También, el juvenil Nahuel Sosa y Lucas Villalba, que venía desempeñándose en un puesto más de ataque, aunque su verdadero lugar es el de un clásico número 3 con proyección. Franco Sbuttoni, central él, es zurdo y puede dar una mano en ese sector, o bien Mauricio Rosales, que si bien es diestro, podría jugar en esa posición, dicen.

La baja de Cáceres tampoco quiere decir que cambiará el deseo de Pablo Lavallén sobre los refuerzos que pidió. Los dos que tiene disponible serán del medio hacia adelante: extremos, delanteros que puedan proyectarse o volantes con mucha llegada al arco contrario. Por ahora no hay novedades importantes. El entrenador pidió hombres difíciles de sumar. Anduvo mirando algunos futbolistas del plantel de Boca, también relojeó en los clubes rosarinos. Difícil, difícil. Habrá que esperar.

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