04 Enero 2017
BUENOS AIRES.- El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, afirmó ayer que el Gobierno “tiene un plan fiscal independiente de las elecciones”, planteó la necesidad de una reforma tributaria que ayude a formalizar el trabajo no registrado y aseguró que “ser gradualista no implica no hacer nada, sino balancear los objetivos porque no hay plata”.
“El Gobierno tiene un programa fiscal que se mueve de manera independiente de los ritmos electorales: el presidente Mauricio Macri mira el mediano y el largo plazo y tiene una visión muy clara hacia dónde quiere ir, esa visión no se altera por el calendario electoral”, manifestó el flamante ministro, quien celebró que se haya salido de la lógica de los años pares de restricción y los impares de expansión.
En otro orden, el funcionario refirió: “ser gradual no implica no hacer nada, sino balancear los distintos objetivos porque no hay plata; ir repartiendo la mejora en infraestructura y las bajas de impuestos y de déficit, esa es la tarea que tenemos por delante”.
“Este año la Argentina nuevamente va a bajar el déficit a la vez que va a aumentar el gasto en infraestructura, pero bajando impuestos. Esos son los tres objetivos que interactúan en la política fiscal: mejorar la calidad del gasto público, dirigir más (fondos) a infraestructura para bajar el costo argentino y eso hay que combinarlo con una reducción de impuestos”, explicó el titular del Palacio de Hacienda.
Asimismo, Dujovne apuntó que uno de los objetivos de la gestión será proponer una reforma tributaria y señaló que una consecuencia del actual formato es la informalidad laboral, de la que se tiene una visión “muy simplista” que no pondera las dificultades de los empresarios. “Hay un conjunto de impuestos en Argentina que son muy altos y hay que mirarlos: las cargas al trabajo son mucho más altas que en el resto del mundo y generan muchos recursos para el fisco pero es una de las anomalías del sistema tributario, junto con el impuesto al cheque, débitos y créditos “, precisó.
Dujovne enfatizó que en 2017, a pesar de haber elecciones, no se abandonará ninguna de las metas de seguir mejorando el gasto en infraestructura y bajando impuestos y el déficit. “Estoy convencido de que Argentina crece este año porque no tiene los vientos de frente de la normalización que hubo que hacer en 2016”, consideró el economista. Y agregó: “2016, en cuanto a inversiones, fue un año atípico, ya que aun en un año recesivo la demanda de maquinaria de equipo creció respecto de 2015, o sea que la inversión cayó solo porque bajó la construcción, con la obra púbica frenada hasta el segundo semestre de 2015”. (Télam)
“El Gobierno tiene un programa fiscal que se mueve de manera independiente de los ritmos electorales: el presidente Mauricio Macri mira el mediano y el largo plazo y tiene una visión muy clara hacia dónde quiere ir, esa visión no se altera por el calendario electoral”, manifestó el flamante ministro, quien celebró que se haya salido de la lógica de los años pares de restricción y los impares de expansión.
En otro orden, el funcionario refirió: “ser gradual no implica no hacer nada, sino balancear los distintos objetivos porque no hay plata; ir repartiendo la mejora en infraestructura y las bajas de impuestos y de déficit, esa es la tarea que tenemos por delante”.
“Este año la Argentina nuevamente va a bajar el déficit a la vez que va a aumentar el gasto en infraestructura, pero bajando impuestos. Esos son los tres objetivos que interactúan en la política fiscal: mejorar la calidad del gasto público, dirigir más (fondos) a infraestructura para bajar el costo argentino y eso hay que combinarlo con una reducción de impuestos”, explicó el titular del Palacio de Hacienda.
Asimismo, Dujovne apuntó que uno de los objetivos de la gestión será proponer una reforma tributaria y señaló que una consecuencia del actual formato es la informalidad laboral, de la que se tiene una visión “muy simplista” que no pondera las dificultades de los empresarios. “Hay un conjunto de impuestos en Argentina que son muy altos y hay que mirarlos: las cargas al trabajo son mucho más altas que en el resto del mundo y generan muchos recursos para el fisco pero es una de las anomalías del sistema tributario, junto con el impuesto al cheque, débitos y créditos “, precisó.
Dujovne enfatizó que en 2017, a pesar de haber elecciones, no se abandonará ninguna de las metas de seguir mejorando el gasto en infraestructura y bajando impuestos y el déficit. “Estoy convencido de que Argentina crece este año porque no tiene los vientos de frente de la normalización que hubo que hacer en 2016”, consideró el economista. Y agregó: “2016, en cuanto a inversiones, fue un año atípico, ya que aun en un año recesivo la demanda de maquinaria de equipo creció respecto de 2015, o sea que la inversión cayó solo porque bajó la construcción, con la obra púbica frenada hasta el segundo semestre de 2015”. (Télam)
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