20 Enero 2017
Atrapan a un agente penitenciario con droga
Se cree que el detenido ingresaba estupefacientes al penal y se la vendía a los presos adictos; tenía 236 gramos de marihuana. Durante el último motín, los familiares de los internos habían denunciado que el personal de la cárcel ingresaba la droga. Un homicidio con un tinte narco.
PENAL DE VILLA URQUIZA. Desde hace un mes, los problemas se suceden en la cárcel tucumana. LA GACETA / ÁLVARO MEDINA
Luego de dos meses de seguimiento, las autoridades de Villa Urquiza atraparon a un agente carcelario in fraganti, según lo que se informó de manera oficial. El detenido, que estaba bajo la sospecha de traficar droga en el penal, quiso ingresar ayer al edificio con más de 200 gramos de marihuana que era para venderle a los presos.
A propósito de esta situación, LA GACETA intentó tener la palabra del el director de Institutos Penales, Guillermo Snaider, pero el funcionario sólo se expresó a través de un comunicado emitido por el departamento de prensa del Gobierno.
“El modus operandi del agente era encargarle a los internos el ingreso de la sustancia prohibida, dándoles protección para que el personal penitenciario no los requisara. Una vez adentro, (él) se hacía cargo de la comercialización”, comentó el funcionario, que tampoco realizó declaraciones el miércoles, cuando dos presos se enfrentaron y uno terminó muerto a puñaladas. Sobre la detención, Snaider informó: este agente quiso ingresar con droga a por medio de tres internos y al realizar el personal penitenciario la requisa correspondiente, lo descubrieron e inmediatamente se llamó a la Dirección General de Drogas Peligrosas (Digedrop). Se detectó que se trataba de 236 gramos de marihuana”.
Para evitar este tipo de situaciones en el futuro, el funcionario dijo que se implementará un sistema de scanners en el ingreso al penal, por el que deberá pasar el personal del lugar y los familiares de los presos. Se estima que la puesta en funcionamiento será en algunos días. “Además, se están haciendo las gestiones correspondientes para la incorporación de scanner detectores de metales y sustancias prohibidas”.
Por último, se dio a conocer que la investigación de este caso quedó en manos de la fiscalía de feria en la Justicia Federal.
La droga en el penal
Durante el motín del lunes 9 de enero, muchos familiares de presos habían asegurado que dentro del penal de Villa Urquiza “la droga entra a dos manos y todos saben quiénes la distribuyen adentro”. Temerosos de que los guarciacárceles pudieran tomar represalias contra los presos, se escudaron bajo el anonimato. Sin embargo, el miércoles las acusaciones tuvieron nombre y apellido. Silvia Juárez, madre de un interno asesinado a puñaladas dentro del penal ese mediodía, denunció ante los micrófonos de este medio que el motivo del crimen estuvo vinculado la venta de estupefacientes.
Las fuentes policiales consultadas ratificaron esa versión, que apunta a una sangrienta pelea entre presos por una disputa entre bandas narcos que operan dentro de la penitenciaría capitalina. Según los datos, estos grupos se disputan el poder dentro de los pabellones y el monopolio de la venta.
Todo indica que Mario Jesús “El Sucio” Juárez fue asesinado de una puñalada en el corazón durante la sangrienta pelea desarrollada en la Unidad II. Antes del horario de visitas se habría enfrentado con Armando “Patada i mula” Donaire, quien cumple una condena por el crimen de Enzo Emanuel Ibarra, ocurrido en octubre de 2014 en Barrio Ejército Argentino. Al parecer, en un momento Juárez cayó al piso y Donaire lo apuñaló con una punta.
Este no es el primer incidente que protagoniza “Patada i mula” dentro del penal. En enero de 2015, resultó apuñalado después que atacara a ladrillazos a un familiar del joven al que había asesinado en octubre de 2014.
Como si esto fuera poco, en los últimos días los abogados de varios presos presentaron recursos de habeas corpus por las precarias condiciones de alojamiento.
A propósito de esta situación, LA GACETA intentó tener la palabra del el director de Institutos Penales, Guillermo Snaider, pero el funcionario sólo se expresó a través de un comunicado emitido por el departamento de prensa del Gobierno.
“El modus operandi del agente era encargarle a los internos el ingreso de la sustancia prohibida, dándoles protección para que el personal penitenciario no los requisara. Una vez adentro, (él) se hacía cargo de la comercialización”, comentó el funcionario, que tampoco realizó declaraciones el miércoles, cuando dos presos se enfrentaron y uno terminó muerto a puñaladas. Sobre la detención, Snaider informó: este agente quiso ingresar con droga a por medio de tres internos y al realizar el personal penitenciario la requisa correspondiente, lo descubrieron e inmediatamente se llamó a la Dirección General de Drogas Peligrosas (Digedrop). Se detectó que se trataba de 236 gramos de marihuana”.
Para evitar este tipo de situaciones en el futuro, el funcionario dijo que se implementará un sistema de scanners en el ingreso al penal, por el que deberá pasar el personal del lugar y los familiares de los presos. Se estima que la puesta en funcionamiento será en algunos días. “Además, se están haciendo las gestiones correspondientes para la incorporación de scanner detectores de metales y sustancias prohibidas”.
Por último, se dio a conocer que la investigación de este caso quedó en manos de la fiscalía de feria en la Justicia Federal.
La droga en el penal
Durante el motín del lunes 9 de enero, muchos familiares de presos habían asegurado que dentro del penal de Villa Urquiza “la droga entra a dos manos y todos saben quiénes la distribuyen adentro”. Temerosos de que los guarciacárceles pudieran tomar represalias contra los presos, se escudaron bajo el anonimato. Sin embargo, el miércoles las acusaciones tuvieron nombre y apellido. Silvia Juárez, madre de un interno asesinado a puñaladas dentro del penal ese mediodía, denunció ante los micrófonos de este medio que el motivo del crimen estuvo vinculado la venta de estupefacientes.
Las fuentes policiales consultadas ratificaron esa versión, que apunta a una sangrienta pelea entre presos por una disputa entre bandas narcos que operan dentro de la penitenciaría capitalina. Según los datos, estos grupos se disputan el poder dentro de los pabellones y el monopolio de la venta.
Todo indica que Mario Jesús “El Sucio” Juárez fue asesinado de una puñalada en el corazón durante la sangrienta pelea desarrollada en la Unidad II. Antes del horario de visitas se habría enfrentado con Armando “Patada i mula” Donaire, quien cumple una condena por el crimen de Enzo Emanuel Ibarra, ocurrido en octubre de 2014 en Barrio Ejército Argentino. Al parecer, en un momento Juárez cayó al piso y Donaire lo apuñaló con una punta.
Este no es el primer incidente que protagoniza “Patada i mula” dentro del penal. En enero de 2015, resultó apuñalado después que atacara a ladrillazos a un familiar del joven al que había asesinado en octubre de 2014.
Como si esto fuera poco, en los últimos días los abogados de varios presos presentaron recursos de habeas corpus por las precarias condiciones de alojamiento.
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