25 Enero 2017
UNA LAPICERA QUE PESA. Las firmas del republicano dan qué hablar. reuters
WASHINGTON.- El presidente de EEUU, Donald Trump, decretó ayer el avance de la construcción de dos polémicos oleoductos pese a la resistencia de ambientalistas e indígenas y el bloqueo de la gestión anterior, al tiempo que prometió a las automotrices que reducirá regulaciones medio ambientales e impuestos para favorecer la vuelta de las fábricas al país.
En su cuarto día de mandato, Trump firmó en el Despacho Oval un decreto para continuar la construcción de los oleoductos Keystone XL y Dakota Access, dando un gran impulso al preocupado sector petrolero.
Desoyendo las protestas y manifestaciones que miles de ambientalistas e indígenas llevan adelante hace meses, Trump decidió la suerte del oleoducto Dakota Access de Energy Transfer Partners LP, que transportaría petróleo desde el Medio Oeste hasta la Costa del Golfo de México estadounidense.
La tribu Sioux y activistas sostienen que el proyecto amenaza el agua potable y los sitios de los nativos, aunque Energy Transfer Partners afirma que el oleoducto estará seguro. Por otra parte, el oleoducto Keystone XL de Transcanada Corp fue rechazado por la administración del anterior presidente Barack Obama en 2015 porque consideraba que habría socavado los esfuerzos de su país por conseguir un acuerdo climático global que fuera una pieza central de su legado ambiental.
Trump sostuvo que él era “en gran medida, un medioambientalista” pero que va a reducir los requisitos medioambientales. “Vamos a hacer un proceso breve. Vamos a dar o no el permiso pero se va a saber muy rápido. Y en general vamos a dar los permisos. Vamos a ser muy amigables”, concluyó.
El fin de semana se conoció que desaparecieron de la página oficial de la Casa Blanca todas las referencias y documentos sobre el problema más grave que afecta al medio ambiente: el cambio climático.
Horas antes de firmar el decreto, Trump se reunió por la mañana en la Casa Blanca con los directivos de los tres principales automotrices estadounidenses -General Motors (GM), Ford y Fiat Chrysler (FCA)- , y les dijo que su gobierno reducirá impuestos y regulaciones innecesarias “de forma sustancial”. Trump tuvo que aclarar que no se había ensañado con el sector automotriz -aunque fueron objeto de advertencias y amenazas en reiteradas ocasiones- y destacó: “Estamos dando un gran empujón para que se construyan en Estados Unidos plantas de montaje, y otras fábricas”.
Desde hace meses, Trump viene amenazando a los fabricantes de automóviles con la suba de aranceles de hasta el 35 % sobre aquellos productos que importan desde México. (Télam)
En su cuarto día de mandato, Trump firmó en el Despacho Oval un decreto para continuar la construcción de los oleoductos Keystone XL y Dakota Access, dando un gran impulso al preocupado sector petrolero.
Desoyendo las protestas y manifestaciones que miles de ambientalistas e indígenas llevan adelante hace meses, Trump decidió la suerte del oleoducto Dakota Access de Energy Transfer Partners LP, que transportaría petróleo desde el Medio Oeste hasta la Costa del Golfo de México estadounidense.
La tribu Sioux y activistas sostienen que el proyecto amenaza el agua potable y los sitios de los nativos, aunque Energy Transfer Partners afirma que el oleoducto estará seguro. Por otra parte, el oleoducto Keystone XL de Transcanada Corp fue rechazado por la administración del anterior presidente Barack Obama en 2015 porque consideraba que habría socavado los esfuerzos de su país por conseguir un acuerdo climático global que fuera una pieza central de su legado ambiental.
Trump sostuvo que él era “en gran medida, un medioambientalista” pero que va a reducir los requisitos medioambientales. “Vamos a hacer un proceso breve. Vamos a dar o no el permiso pero se va a saber muy rápido. Y en general vamos a dar los permisos. Vamos a ser muy amigables”, concluyó.
El fin de semana se conoció que desaparecieron de la página oficial de la Casa Blanca todas las referencias y documentos sobre el problema más grave que afecta al medio ambiente: el cambio climático.
Horas antes de firmar el decreto, Trump se reunió por la mañana en la Casa Blanca con los directivos de los tres principales automotrices estadounidenses -General Motors (GM), Ford y Fiat Chrysler (FCA)- , y les dijo que su gobierno reducirá impuestos y regulaciones innecesarias “de forma sustancial”. Trump tuvo que aclarar que no se había ensañado con el sector automotriz -aunque fueron objeto de advertencias y amenazas en reiteradas ocasiones- y destacó: “Estamos dando un gran empujón para que se construyan en Estados Unidos plantas de montaje, y otras fábricas”.
Desde hace meses, Trump viene amenazando a los fabricantes de automóviles con la suba de aranceles de hasta el 35 % sobre aquellos productos que importan desde México. (Télam)
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