Sin la Provincia, Amaya firmó obras con delegados

El intendente de Las Talitas, Carlos Najar, y 23 comisionados comunales firmaron convenios de obra pública con el secretario de Vivienda y Hábitat de la Nación, Domingo Amaya. En un acto multitudinario en un club barrial, dieron un mensaje claro: la gestión de fondos nacionales se hará sin la mediación del Gobierno provincial.

“Respeto a los comisionados comunales y a los intendentes, hombres y mujeres elegidos por el pueblo para que los represente. Nosotros somos funcionarios y les debemos respeto. Pero a veces veo con tristeza que viene un funcionario provincial y maltrata a un hombre elegido por el pueblo. Eso no puede suceder. La democracia es respetar a los elegidos por el voto popular”, vociferó Amaya.

Hace tres meses, el gobernador Juan Manzur había citado a todos los delegados e intendentes para pedirles que no excluyan al Gobierno provincial para gestionar obra pública.

Najar y los 23

Casi 100 personas aguardaban el viernes a las 19 sobre el pasaje Dardo Ledesma primera cuadra, en El Colmenar. Adentro del club esperaban 400 militantes y vecinos, junto a una murga con cuatro vientos, redoblantes, platillos y bombos que amenizaba la espera. “Ya vienen”, comenzó a gritar extasiado un vecino -los dedos en v-, con el escudo de Atlético Tucumán tatuado en cada oreja del tamaño de un arito. Amaya se bajó de una camioneta en la esquina y un grupo de vecinos se abalanzó para abrazarlo. Elena Ortega y Patricia Delgado, que viven cerca del Canal Norte, se le fueron al humo, pero para pedirle que limpien y entuben el desagüe; también solicitaron obras de pavimentación y mejoras en los servicios. “No puedo ayudarlos si la Provincia no presenta proyectos de obra”, se escudó el funcionario macrista.

Mientras el ex intendente de San Miguel de Tucumán se abría paso, un colectivo frenó en la puerta del club. De ahí bajaron Najar y la veintena de comisionados comunales para ingresar al club. El intendente de la Capital, Germán Alfaro, llevaba casi media hora esperando sobre el escenario. En una mesa había 24 carpetas para firmar los acuerdos por obras de hábitat (pavimento, parquizado, iluminación, agua potable y cloacas).

Luego de las rúbricas, el primero en hablar fue Najar, intendente peronista electo por el acople Acción Regional, encabezado por el legislador Antonio Ruiz Olivares. Comenzó su discurso de 12 minutos saludando a los comisionados presentes. Buscó con la mirada a Alfaro cuando agradeció la presencia del intendente de la capital, pero el jefe municipal del Acuerdo para el Bicentenario ya se había retirado. Desde la organización del acto explicaron que Alfaro no estuvo entre los invitados oficiales.

“Son más de 500 familias que se beneficiarán por las obras en cinco barrios de Las Talitas. Muchas gracias Domingo, porque a ninguno les preguntamos por quién votaron. El país y el Estado es uno solo. Tenemos la obligación de unirnos por cada argentino”, afirmó Najar. Y agregó: “sabemos lo que cuesta armar proyectos de obra pública, sobre todo con algunos que no entendieron que las elecciones han pasado y que el federalismo con el que trabajamos no entiende de partidos políticos. Tenemos que bregar para que a nuestro Presidente le vaya bien, porque si no le va bien, a nosotros tampoco”, finalizó. A su turno, agradecieron por los fondos los comisionados de Villa de Leales y de Rumi Punco, Ángel Brito y Jorge Rodríguez.

El funcionario macrista fue el encargado de cerrar el acto. En algo más de 11 minutos de alocución agradeció a Dios, la Virgen y a “las dos personas” que le permitieron “ayudar a gente en todo el país”: el presidente Mauricio Macri y el ministro de Interior de la Nación Rogelio Frigerio. Amaya desarrolló su discurso con una extensa enumeración de viajes y obras en todo el país. “De eso se trata la política”, repitió una decena de veces, como cierre de cada idea.

“Llevamos soluciones a pueblos pequeños a los que nunca había llegado el Estado, porque a veces se cree que como son pequeños los pueblos no deciden una elección. A las personas las consideran un número. Eso tiene que terminar: las personas tienen nombre, apellido, hijos, familia e historia. De eso se trata la política, de ayudar a los argentinos”, explicó Amaya. Relató su experiencia en la visita a pueblos del Chaco salteño, del monte santiagueño y de localidades de la patagonia.

“Desde Nación ayudamos a todos los pueblos. Ese es el verdadero federalismo. Es triste ver niños caminando seis kilómetros para traer un bidón de agua. Tenemos 7 millones de argentinos sin agua potable y 20 millones sin cloacas. Lamentablemente no puedo venir a ayudarlos si el Gobierno provincial no presenta proyectos para que nosotros desde Nación podamos ayudarlos”, continuó. Y disparó: “que nunca más la obra pública sea sinónimo de corrupción, debe ser sinónimo de trabajo, dignidad, de salud y de felicidad para la gente”, finalizó.