El alfarismo alcanza un principio de acuerdo con la oposición para expropiar la casa Sucar

RECINTO CASI VACÍO. Así lucía ayer el Concejo Deliberante. LA GACETA / MATÍAS QUINTANA RECINTO CASI VACÍO. Así lucía ayer el Concejo Deliberante. LA GACETA / MATÍAS QUINTANA

El intendente Germán Alfaro convocó para el lunes a otra sesión extraordinaria.

18 Febrero 2017
El Concejo Deliberante se caldeó, y no por la falla en el aire acondicionado central, sino porque los concejales de los bloques Tucumán Crece-PJ (alineados a Casa de Gobierno) y del bussismo no dieron quórum ayer y cayó la sesión extraordinaria convocada para expropiar la casa Sucar.

El desplante irritó al intendente, Germán Alfaro, que cruzó a los opositores por sabotear la iniciativa de la Intendencia: “no les falten el respeto a los vecinos. Les están pagando para que trabajen. La segunda vez que no bajen a sesionar se les reducirá el sueldo”, amenazó.

Pese a que la sesión quedó aplazada, alfaristas y opositores usaron por turnos el recinto para explicar sus posturas. Finalmente, al mediodía, Alfaro convocó a una nueva sesión extraordinaria para el lunes. Los concejales acordaron expropiar la casa Sucar y continuar en comisiones el debate de la venta de otro inmueble municipal de donde saldrían los fondos para adquirir la casona.

Sin quórum

El secretario de Gobierno de la Municipalidad, Walter Berarducci, llegó al Concejo antes de las 9 y fue directo al despacho de Presidencia para alcanzar un acuerdo, pero no hubo caso. La sesión, convocada a las 10.30, no empezaría.

El Departamento Ejecutivo Municipal había enviado hace tres semanas el proyecto de ordenanza para expropiar la casa Sucar, en pugna desde 2012 entre grupos de defensa del patrimonio arquitectónico y la firma Viluco SA, propietaria de la casona. La empresa buscaba demolerla para dar lugar a un emprendimiento inmobiliario.

En seis artículos, la iniciativa original declara de utilidad pública y sujeto de expropiación a la casona para la creación de un “Paseo Urbano”. Faculta además a la venta del edificio de Buenos Aires 75/79 (que albergó en los 90 la Dirección de Tránsito), para contar con los fondos para hacerse con la casa Sucar. El proyecto recibió dictamen de cuatro comisiones del parlamento municipal: Obras Públicas; Peticiones y Poderes; Planeamiento y Hacienda.

La disputa se inició porque peronistas y bussistas insistían en dividir en dos el proyecto, e incluir la valuación real de la ex Dirección de Tránsito en los artículos de la venta del inmueble. A las 10.28 el presidente, Javier Aybar, (aliado a la Intendencia) hizo sonar le timbre para convocar a los ediles, flanqueado por los secretarios Hernán Ara y José Franco. Bajaron los ocho concejales del interbloque Acuerdo para el Bicentenario (ApB): Agustín Romano Norri, Sandra Manzone, Roberto Ávila, José María Franco, José “Lucho” Argañaraz, Roque Mendía, Raúl Pellegrini y Rodolfo “Johny” Ávila.

Con el transcurrir de los minutos y la ausencia de los opositores, los integrantes del colectivo por la preservación de la casa Sucar comenzaron a indignarse.

Las arquitectas Silvia Rossi y Ana Chiarello, del Instituto de Historia y Patrimonio de la Facultad de Arquitectura (UNT), comenzaron a despotricar contra los concejales ausentes. Alberto Nicolini, emblema de la defensa del patrimonio arquitectónico, aguardaba paciente en los asientos para el público. “Obviamente que la lucha para defender la casa seguirá”, aseguró. Rossi estaba indignada: “me parece inaudito que no bajen, porque las discusiones se dan en el recinto. Todo proyecto es perfectible, lo que no es perfectible es no tener la voluntad de discutirlo”.

Nueve contra nueve

A las 11.15, transcurridos los 45 minutos de tolerancia para alcanzar el quórum, la sesión quedó aplazada. Como los concejales del ApB seguían en sus bancas pidieron hacer uso de la palabra.

“Asumimos un compromiso que se va a cumplir; la casa Sucar se va a expropiar. Claramente acá empezó la campaña electoral”, criticó desde su banca el radical Pellegrini. Luego fue el turno de Manzone, que en casi 10 minutos, pidió disculpas a los vecinos y lamentó que la oposición no tuviera “el valor” de plantear su postura en el recinto. “La Provincia tiene un presupuesto de $ 54.600 millones. Salvar la casa Sucar habría costado el 0,0006% del presupuesto”, arremetió Argañaraz, a su turno.

A las 11.50, cuando el recinto se había vaciado, bajaron en tropel los siete ediles peronistas y los dos bussistas. “Ahora queremos usar nosotros el recinto como tribuna, ya que parece que no hace falta que haya sesión”, disparó el presidente del bloque Tucumán Crece-PJ Dante Loza.

El peronista Juan Luis Pérez explicó que desde su banca acababan de presentar un proyecto en el que se trataba sólo la expropiación de la casa Sucar, como prueba del compromiso para preservarla. “Desde un principio pedimos el desdoblamiento de las ordenanzas; esto si no es oscuro es al menos una irresponsabilidad. Vender una propiedad sin precio (por la falta de valuación de la ex Dirección de Tránsito) es inaudito. Atar en una sola ordenanza la expropiación y la venta de un inmueble es una trampa”, disparó Pérez.

Bussi arremetió contra Alfaro y deslizó que la expropiación era una “pantalla”: “si de verdad el intendente quisiera expropiar la casa Sucar, debería haber desdoblado la ordenanza y tratar por un lado la expropiación, y por otro la venta de la ex Dirección de Tránsito. Alfaro hace lo que el menemismo: vende inmuebles irresponsablemente. Alfaro se victimiza para decir que quiso expropiar pero no lo dejaron. Si no le ponemos un precio real al expediente para la venta, no lo votaremos”.

Nueva sesión y acuerdo

Los concejales del ApB informaron el minuto a minuto de la situación en el recinto a los funcionarios municipales. Como supo que no habría quórum, Alfaro informó por redes sociales que convocaría a una nueva sesión extraordinaria para el lunes, antes de que corriera el plazo estipulado para aguardar que bajen los ediles. La nota con el llamado ingresó antes de las 13 por Mesa de Entradas del Concejo.

“No me imaginaba que haya concejales que cuiden tanto un negocio inmobiliario. (El ex gobernador José) Alperovich expropió por Decreto de Necesidad y Urgencia inclusive, ¿y ahora esta gente me viene hablar de improlijidad, de intereses oscuros? Están recibiendo órdenes de Alperovich desde Colombia (porque el senador había viajado a Cartagena para el partido de Libertadores de Atlético, junto con Loza)”, disparó enervado el intendente.

Mientras tanto, en el Concejo, los ediles almorzaron juntos en la Presidencia, como acostumbran en cada sesión. La reunión sirvió para limar asperezas. Acordaron aprobar en la próxima sesión la expropiación de la casa Sucar, y postergar el tratamiento de la venta de la ex Dirección de Tránsito para incluir su valuación real. La novela por la casona de Salta al 500 podría comenzar a terminar la semana que viene.

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