Según Filmus, el macrismo no cumplió sus promesas

Cuando se le preguntó cómo encontró Tucumán, Daniel Filmus evitó referirse al fuerte temporal que lo recibió el jueves. El ministro de Educación de Néstor Kirchner (2003-2007) recordó la cantidad de escuelas construidas en la provincia durante su gestión y despotricó contra las políticas del macrismo: “buscan desarticular el sistema educativo, lo mismo que hizo el neoliberalismo en los 90”.

Filmus, miembro del Parlasur, dialogó con LA GACETA antes de presentar en la sede de Fotia el libro “Pensar el kirchnerismo”, una publicación en donde 12 kirchneristas analizan el movimiento político que gobernó el país entre 2003 y 2015. El dirigente realizó una autocrítica sobre el período de gobierno y reconoció la existencia de un “relato kirchnerista”, aunque marcó la distinción con el “relato macrista”.

-¿Se realiza autocrítica al kirchnerismo en el libro?

-Cada uno de los autores analiza en su área lo que se hizo y lo que no se pudo hacer. Se tomaron 12 áreas, pero se podrían haber tomado más porque no está salud, defensa, obra pública, energía... En el caso mío y de la ex presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, analizamos como se industrializó el país. Mencionamos que no se logró transformar profundamente el modelo productivo. Eduardo Jozami, que es un hombre de los Derechos Humanos, analiza cuánto se avanzó en materia de Memoria, Verdad y Justicia, pero también que no hubo transformaciones en las magnitudes que se necesitaban en política carcelaria. Consideramos que se hicieron transformaciones tan profundas durante 12 años que muchas veces hacemos más hincapié en lo que se hizo que en lo que falta.

-¿Hacer más hincapié en lo que se hizo que en lo que hacía falta llevó a la derrota con el macrismo?

-Sí, es uno de los temas que nosotros subestimamos, el planteo hacia el futuro. Estábamos muy seguros de las cosas que hicimos, pero insisto, nos basamos más en eso que en el debate sobre lo que teníamos pendiente. Se vota hacia adelante, los pueblos votan hacia las transformaciones que buscan.

-¿Qué análisis hace de la gestión macrista?

-Es preocupante. Ninguna de las promesas del macrismo se han cumplido. Los indicadores objetivos, que difunde el propio Gobierno, son todos negativos. Bajaron las exportaciones de los productos industriales, aumentó la desocupación, la pobreza, la indigencia, aumentó la exportación de bienes de consumo. El déficit fiscal, que era uno de los elementos de la campaña de Cambiemos, aumentó. Se prometió recuperar, entre comillas, la República, y uno ve un Gobierno que gobierna con desapego a las normas.

-Durante el kirchnerismo se habló de un “relato kirchnerista”, ¿estamos frente a un “relato macrista”?

-Hay una diferencia. Creo que el relato kirchnerista lo que hacía era poner demasiado énfasis en las cosas que sí se hacían, en vez de lo que no se resolvía o no se resolvía bien. Desde 1955 hasta ahora todos los gobiernos que tuvo el país se fueron con indicadores deficitarios respecto a como empezaron el mandato. Incluso desde la vuelta de la democracia. El primer gobierno que mejora los indices, podremos discutir los niveles de mejora, fue entre 2003 y 2015. Macri empeoró todo. El relato actual realmente se despega totalmente de la realidad. Se lo vió en el discurso del Presidente el 1 de marzo. Hablaba de un país que realmente no es en el que vivimos. Lo preocupante es que, cuando uno ve autoridades lejos de la realidad, empieza una crisis de representatividad.

-Durante su gestión se creó por ley el canal Encuentro, ¿cómo analiza los nuevos contenidos?

-El canal Encuentro es un claro ejemplo de cómo el macrismo puso un decreto por encima de una ley. Encuentro fue creado por ley en el Ministerio de Educación, porque es un canal educativo, como Paka Paka. Por decreto pasó a la Secretaría de Comunicación de (Hernán) Lombardi. Es increíble, porque es una herramienta pensada con fines educativos y se sacó de Educación. Se desnaturalizó su esencia, ya hay canales públicos. Este canal educativo debería estar atado a las políticas de Educación. Podrás estar o no de acuerdo con las políticas, pero deben ir de la mano.

-¿Esa es una síntesis de la gestión macrista en Educación?

-Es una síntesis de querer desnaturalizar la educación y, en el caso de Encuentro, transformar la educación en entretenimiento. En materia de educación es tremendo que el macrismo desconozca otra ley, que es la de paritarias, que votó el ministro actual (por Guillermo Dietrich). El año pasado la paritaria nacional de este gobierno fue un éxito total. El Gobierno hizo una propuesta y los gremios la aprobaron. La huelga de ahora no es por el aumento salarial, es por no convocar a una paritaria nacional. Por eso hay provincias que acordaron y que no. La paritaria nacional busca que haya un mínimo de salario en todo el país, lo que marca un piso de calidad educativa. Antes de 2003 las desigualdades de salario entre las provincias eran entre 1 y 7 veces. Había provincias enteras que se quedaban sin docentes, porque los de Catamarca se iban a Mendoza, los de Santiago a Córdoba. Por eso hace 13 años que el país no tenía un paro nacional docente.

-¿Con esto el macrismo busca beneficiar a la educación privada?

-No creo, simplemente busca ahorrar recursos del Estado. Busca desarticular el sistema educativo nacional como se hizo en los 90. El neoliberalismo no tiene novedades. En los 90 Menem transfirió las escuelas y los hospitales a las provincias, que no tenían recursos. Por eso cada provincia tenía su sistema educativo. En Tucumán estaba la EGB1, 2, 3. En la ciudad de Buenos Aires teníamos primaria y secundaria. Dependiendo del lugar donde vivías tenías más o menos años de primaria. Ahora el macrismo está cerrando todos los programas nacionales docentes.

-¿El macrismo es el menemismo de este milenio?

-Exactamente, en el campo educativo está desestructurando la educación de la misma manera. El menemismo terminó con la carpa blanca de los 1.000 días, porque pedían el incentivo salarial docente. Ahora el macrismo desiguala el salario docente, que es desigualar la calidad educativa.