26 Marzo 2017
La importancia y el incremento en la calidad de la educación en la Argentina, en todos sus niveles, es clave para mejorar el bienestar del país. Este tema en particular, viene discutiéndose desde hace mucho tiempo en Argentina.
Esto comporta superar los actuales niveles de aprendizajes de los alumnos para lo cual de manera principal se requiere, además, la preparación de los maestros y profesores. Para lo último es de vital importancia la remuneración que puedan percibir.
La Ley de Financiamiento Educativo, Nº 26.075 de 2006, tuvo como principal propósito incrementar el porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI) del país destinado a la Educación, la Ciencia y la Tecnología, hasta alcanzar un 6% de las partidas para esos sectores en 2010; y, hacia adelante, también se propuso como objetivo la mejora del salario real de los docentes en la Argentina, lo que se viene haciéndose desde entonces.
En cada año y muy cercano a la época de iniciarse un nuevo período lectivo, se produce lo que se conoce como negociación salarial docente o discusión de una nueva paritaria, que determina en cada provincia el nuevo valor de inicio del salario de los diferentes cargos docentes. (Se exceptúa de este contexto la educación universitaria).
Corresponde mencionar que este salario es, en su mayor parte, de financiamiento provincial y otra, con menor incidencia, de financiamiento nacional, representada principalmente por el denominado Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid). El salario de los diferentes cargos docentes se determina en cada provincia y acorde a sus posibilidades. A modo de ejemplo, si se toma en cuenta el salario de bolsillo de un Maestro de grado, con jornada simple (20 horas semanales) y 10 años de antigüedad, para el total de las provincias (a septiembre de 2016), puede observarse que el salario promedio ponderado (total de provincias) se había incrementado un 36,6%, medido respecto del mismo mes del año anterior. Alcanzó un valor de $ 11.532. Además de que existe una gran diversidad de valores entre los salarios para un mismo cargo en las diferentes jurisdicciones del país. Así los mayores salarios son los que se otorgan en los distritos del Sur (Tierra del Fuego y Santa Cruz). Por su parte, los menores salarios los tienen en Santiago del Estero y Formosa. Sólo cinco provincias tuvieron, para esa fecha, un incremento anual superior al 40%: Tucumán, Santiago del Estero, Salta, San Luis y Chaco. En el caso de Tucumán, registró el mayor incremento observado: un 48,1% ($ 12.340 en 2016).
Por lo general, al comenzar cada nuevo período lectivo, sólo se hace foco en la actualización del valor del salario. La desaceleración inflacionaria contribuye a que se recupere el ingreso docente. Pero no es menos importante proponerse, como objetivo de largo plazo, lograr que los maestros estén mejores pagos y con más posibilidades de formación.
Esto comporta superar los actuales niveles de aprendizajes de los alumnos para lo cual de manera principal se requiere, además, la preparación de los maestros y profesores. Para lo último es de vital importancia la remuneración que puedan percibir.
La Ley de Financiamiento Educativo, Nº 26.075 de 2006, tuvo como principal propósito incrementar el porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI) del país destinado a la Educación, la Ciencia y la Tecnología, hasta alcanzar un 6% de las partidas para esos sectores en 2010; y, hacia adelante, también se propuso como objetivo la mejora del salario real de los docentes en la Argentina, lo que se viene haciéndose desde entonces.
En cada año y muy cercano a la época de iniciarse un nuevo período lectivo, se produce lo que se conoce como negociación salarial docente o discusión de una nueva paritaria, que determina en cada provincia el nuevo valor de inicio del salario de los diferentes cargos docentes. (Se exceptúa de este contexto la educación universitaria).
Corresponde mencionar que este salario es, en su mayor parte, de financiamiento provincial y otra, con menor incidencia, de financiamiento nacional, representada principalmente por el denominado Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid). El salario de los diferentes cargos docentes se determina en cada provincia y acorde a sus posibilidades. A modo de ejemplo, si se toma en cuenta el salario de bolsillo de un Maestro de grado, con jornada simple (20 horas semanales) y 10 años de antigüedad, para el total de las provincias (a septiembre de 2016), puede observarse que el salario promedio ponderado (total de provincias) se había incrementado un 36,6%, medido respecto del mismo mes del año anterior. Alcanzó un valor de $ 11.532. Además de que existe una gran diversidad de valores entre los salarios para un mismo cargo en las diferentes jurisdicciones del país. Así los mayores salarios son los que se otorgan en los distritos del Sur (Tierra del Fuego y Santa Cruz). Por su parte, los menores salarios los tienen en Santiago del Estero y Formosa. Sólo cinco provincias tuvieron, para esa fecha, un incremento anual superior al 40%: Tucumán, Santiago del Estero, Salta, San Luis y Chaco. En el caso de Tucumán, registró el mayor incremento observado: un 48,1% ($ 12.340 en 2016).
Por lo general, al comenzar cada nuevo período lectivo, sólo se hace foco en la actualización del valor del salario. La desaceleración inflacionaria contribuye a que se recupere el ingreso docente. Pero no es menos importante proponerse, como objetivo de largo plazo, lograr que los maestros estén mejores pagos y con más posibilidades de formación.
Temas
Protesta gremial
NOTICIAS RELACIONADAS
Lo más popular
