Impulsan el desarrollo de huertas urbanas para consumir más sano

Dos profesionales dictan un taller teórico-práctico con clases en esta ciudad y Yerba Buena.

IN SITU. Los alumnos preparan las bandejas de lo que serán sus “huertas”.  IN SITU. Los alumnos preparan las bandejas de lo que serán sus “huertas”.
01 Abril 2017

La ingeniera agrónoma Laura Madariaga y el técnico agrónomo Federico Flores dirigen “Taller de Huertas Urbanas. En tu casa, con tus amigos y con tus horarios”, un proyecto de capacitación dirigido a toda aquella persona que quiera aprender cómo cultivar verduras y hortalizas en macetas y jardineras, o en el jardín de su casa, para la creación de pequeños huertos urbanos y siguiendo el ritmo de las estaciones.

El Taller se desarrolla todo en un solo día, y las clases se dictan en esta ciudad y también en Yerba Buena. Dura entre dos horas y media y tres horas. Y los alumnos terminan con los conocimientos suficientes como para empezar a desarrollar y tener una huerta. Incluso, reciben capacitación sobre cómo hacer los trasplantes.

“Este proyecto nació con el objetivo de lograr que la gente se alimente en forma sana, aprovechando el espacio libre que dispongan en su vivienda para tener una huerta, trabajando con cajones, macetas o en el jardín de una casa”, explicó Laura Madariaga en diálogo con LA GACETA Rural. “El objetivo es lograr que tengan una alimentación más sana, porque hay que decirlo pero muchas verduras y frutas vienen contaminadas, por lo que recomendamos lavarlas muy bien”, recomendó.

A su turno, Federico Flores se refirió a las características que tienen las clases. “Son encuentros teórico-prácticos. En la parte teórica, le explicamos a los alumnos qué es una huerta, para qué sirve, qué es un suelo fértil y cómo obtenerlo, qué es y cómo se hace una abonera, qué son las rotaciones y todo lo asociado con los cultivos. También hablamos sobre las semillas y las épocas propicias de siembra y las formas de siembra”, explicó.

Y en cuanto a la parte práctica del Taller, el técnico agrónomo dijo que “cada alumno termina su capacitación llevándose una bandeja sembrada con almácigos de distintos tipos de especies de estación”. “Para esto utilizamos materiales reciclados como las bandejas de cartón de huevos, las cajas tetrabrik, los tubos de cartón de los rollos de papel higiénico y de papel de uso en la cocina y similares”, describió.

Una vez terminado el Taller, los alumnos vuelven a tomar contacto con sus capacitadores. Y es lo que también llena de satisfacción a quienes los dictan. “Siempre recibimos consultas de todo tipo. Incluso, hay alumnos que nos invitan a sus casas y/o departamentos para que veamos qué estén haciendo y cómo avanzan. Esto es muy gratificante, porque tuvimos alumnos que llegaron algo descreídos que podrían aprender o interesarles, y ahora tiene unas huertas hermosas y consumen lo que ellos mismos producen”, acotó Madariaga.

Las vías de contacto son los teléfonos y también la página web que los emprendedores tiene habilitada. “Allí disponemos información novedosa para que todos puedan leer, sobre malezas, cultivos y manejo de distintas variedades hortícolas e información relacionada”, agregó.

Socialización

El 95% de los alumnos son mujeres de entre 25 y 45 años, y más, que despliegan sus actividades entre la abogacía, la psicología y el hogar, y hasta tuvieron una alumna jubilada. “La capacitación que brindamos tiene un alto contenido social. Ya capacitamos a más de 120 personas, donde hemos logrado una hermosa integración. Como las reuniones son muy activas, todos interactúan, preguntan y cuentan sus experiencias y objetivos que persiguen. Además, desarrollar una huerta en el hogar es una actividad muy desestresante”, dijo Laura.

“En tu casa, con tus amigos y en tus horarios” es la propuesta novedosa que los especialistas ofrecen, trabajando con un grupo mínimo de seis personas.

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