La Uocra cambió de conducción luego de 22 años y el estado de la sede generó polémica

“El sindicato estaba abandonado, en estado deplorable”, aseveró el nuevo secretario general.

DESTROZOS. La sede del sindicato está “en estado deplorable”, dijo Acosta. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso DESTROZOS. La sede del sindicato está “en estado deplorable”, dijo Acosta. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso
24 Abril 2017
“El obrero por fin llegará al gremio”. Ese es el compromiso que repite David Acosta, un ayudante de albañil de 36 años que desde el viernes pasado encabeza la filial local de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra).

Desde hacía 22 años que el gremio estaba encabezado por el dirigente Adrián Santillán. Acosta mantiene fuertes críticas a su antecesor y afirmó que sabe que se encontrará con “puntos oscuros” de la gestión anterior.

Aseguró que una primera muestra es el estado en el que encontraron el edificio del sindicato, en Córdoba al 100: vidrios y muebles rotos; paredes carcomidas por la humedad y mugre acumulada. Y añadió que el sindicato nacional emprenderá una auditoría contable en las próximas semanas. “El sindicato estaba abandonado, en estado deplorable”, cuestionó.

Blanqueo y seguridad

“Llegamos luchando y a pulmón, militamos las obras, como peronistas. No estamos con ningún gobierno, estamos con los trabajadores. Lo bueno es que contamos con el apoyo incondicional de las autoridades nacionales, de Gerardo Martínez”, afirmó el nuevo secretario general a LA GACETA. Representa a 9.200 afiliados.

Afirmó que la precarización y la falta de condiciones de seguridad son las principales luchas que emprenderán. “Le prometimos un cambio a la gente de la construcción. Regularizar la situación de que figuren 20 o 40 horas en los recibos pero trabajamos 88. El trabajo prácticamente es informal. Sucede en muchas de las empresas. Hacen figurar la mitad de las horas que se trabajan y el resto, se paga en negro. Hay compañeros que no pueden llegar a la jubilación”, lamentó. Añadió, por otro lado, que en 2016 murieron cuatro obreros porque “no se respetan las normas de higiene y seguridad”. Lamentó que no cuenten con protecciones básicas como arneses, cascos o botas especiales.

Consideró que la situación económica es difícil porque la obra pública está prácticamente paralizada. “No llegan obras públicas . Nos resta trabajo lo de las viviendas chinas prearmadas. Son de cartón y nos perjudica. También a los empresarios y a los que venden insumos. No vamos a permitir viviendas chinas aquí”, advirtió.

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