CURITIBA, Brasil.- En un discurso dirigido a militantes y simpatizantes, tras unas cinco horas de interrogatorio ante el juez Sergio Moro, el ex presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva aseguró que está “vivo y preparado para ser candidato”.
“Si un día cometí un error, no quiero ser juzgado sólo por la Justicia; quiero ser juzgado por el pueblo brasileño”.
El líder del PT (Partido de los Trabajadores) se dirigió ante una audiencia de unas 5.000 personas, según cálculos de la Policía Militar de Paraná, en la plaza Santos Andrade, en la ciudad de Curitiba, luego de comparecer ante el magistrado federal brasileño.
En el escenario lo acompañaban parlamentarios y dirigentes del partido, líderes de movimientos sociales y la ex presidenta, Dilma Rousseff, quien fue destituida de su cargo justamente hace un año, momento desde el cual atraviesa una profunda crisis social, política y económica.
Durante su comparecencia, por momentos se mostró bien humorado y a veces, conmovido.
“Quiero ser juzgado con pruebas, no por interpretaciones”, dijo a la multitud.
“Hoy (por su declaración del miércoles) pensé que mis acusadores iban a mostrar un documento, un inventario...”, afirmó.
Volvió a decir que no hay pruebas contra él en la causa que investiga el Ministerio Público sobre pagos de sobornos y comisiones de la constructora OAS a cambio de contratos con la petrolera estatal Petrobras.
Apoyo empresario
El político afirmó que prefería que la audiencia hubiera sido transmitida en vivo y citó una frase que atribuyó a su madre: “’Lula’, la gente sabe cuando alguien está diciendo la verdad, no por la boca, sino por los ojos”.
Para el interrogatorio, Lula vistió un traje de chaqueta y una corbata rayada con los colores de Brasil. Lula llegó a Curitiba en un jet privado cedido por el empresario Walfrido dos Mares Guía, que fue ministro del gobierno del PT y suele ceder la aeronave para sus desplazamientos. (http://www1.folha.uol.com.br)