Caso Daiana: se presentó como testigo y quedó detenida

Ya son 13 las personas que están tras las rejas desde la desaparición de la adolescente.

DAIANA GARNICA. La adolescente desapareció en Alderetes. ARCHIVO DAIANA GARNICA. La adolescente desapareció en Alderetes. ARCHIVO
24 Mayo 2017

Una mujer se presentó de forma espontánea a declarar como testigo por el caso de Daiana Garnica y quedó tras las rejas, imputada. Con ella, ya son 13 las personas que se encuentran privadas de su libertad por la desaparición de la adolescente de 17 años.

Según comentaron fuentes judiciales, se trata de la ex esposa de un hermano de Darío Suárez, el principal sospechoso de la causa. La intención de la mujer, según trascendió, era comunicarle al fiscal Claudio Bonari que había tenido contacto con su ex cuñado tras la desaparición, pero sólo para decirle que se entregara a la Policía. En un momento de la declaración, la frenaron y se pidió su aprehensión.

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La mujer continuará con su relato hoy, pero esta vez en calidad de imputada. Se sospecha que habría prestado ayuda a Suárez para hacer desaparecer a la muchacha. Con esos elementos, antes del anochecer, Bonari deberá decidir si pide su detención o la deja en libertad.

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Mientras tanto, desde la fiscalía están corriendo en contra del reloj para decidir si pedirán la prisión preventiva de ocho de los detenidos. Esta medida ya se solicitó en contra de Suárez, su compañero Fabian “Sapo” Pacheco, su jefe Juan Mátar y su prima Mavi Castro.

Con bronca

Tras la aprehensión, la defensa de Suárez y de sus familiares más directos despotricó de bronca contra las últimas medidas que adoptó Bonari. La abogada Julieta Jorrat afirmó ante LA GACETA: “se están violando las garantías constitucionales de mis defendidos. Sólo queremos aportar datos para que Daiana aparezca con vida, y lo que el fiscal hace es detener a todas las personas relacionadas con mi defendido”, acusó.

Las quejas no terminaron allí, sino que fueron subiendo de tenor. “Se están utilizando mecanismos de los años 70 para presionar a Suárez, para que confiese algo que no cometió, según él dice. Yo como su defensora, tengo la obligación de creerle. Mi defendido me dijo llorando que lo golpearon en la comisaría y él no tiene nada más para decir que es inocente”, fustigó.

Ante estas acusaciones, LA GACETA se comunicó con Bonari para conocer su versión, y el funcionario señaló que no tiene constancias ni denuncias de que Suárez -ningún otro detenido- haya recibido malos tratos. “La fiscalía está abierta para cualquier inquietud que tengan o quieran presentar”, respondió.

Por otro lado, el fiscal exclamó que nadie golpeará a los detenidos: “Se dio una orden expresa de garantizar la integridad física de todos ellos. Como ya lo dije hace 10 días, nadie puede agarrar del cuello a un acusado para que confiece un delito. Allí estamos cometiendo un delito nosotros”.


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