En silencio, marcharon por el crimen de Albornoz Piccinetti

Mantuvieron el mismo código del primer día: el silencio. Así, callados y de manera pacífica, alumnos del Gymnasium realizaron ayer una segunda marcha en reclamo de justicia por la muerte de Matías Albornoz Piccinetti y por las heridas que sufrió F.E., quien todavía permanece internado en el hospital Padilla.

Es inusual que algo así ocurra. Las movilizaciones en Tucumán suelen estar acompañadas por pedidos de justicia que resuenan en megáfonos, aplausos, alguna bomba de estruendo y, sobre todo, carteles y banderas. Pero esta vez fue distinto. Mientras la multitud de estudiantes avanzaba por las calles, sólo llegaba a escucharse el ruido de los zapatos al pisar el asfalto. Las bocas de todos esos jóvenes estaban selladas y los únicos que hablaban eran esos rostros de tristeza. No hubo un solo sonido más.

Día a día: la cronología de la muerte de Matías Albornoz Piccinetti

Desde el lunes, cuando les tocó retornar al colegio después de la muerte de Albornoz Piccinetti, el resto de los estudiantes del Gymnasium se había abocado a hacer el duelo y tratar de canalizar su dolor de alguna manera. Las propias autoridades de la institución habían explicado a este diario que esperaban escuchar a los chicos para conocer cuáles eran sus necesidades y ayudarlos de esa manera a llevar adelante el proceso. Y el martes y miércoles encontraron un modo de hacerse oír, aunque en silencio.

Esos dos días, poco antes del mediodía, una multitud de niños y jóvenes salieron del colegio, situado en calle 25 de Mayo al 600. Estaban acompañados por sus profesores, que también permanecieron en silencio. Dieron juntos una vuelta a la manzana y regresaron a la institución. “La marcha fue para recordarlo y para no olvidar que la investigación continúa”, comentó luego un miembro del establecimiento de manera personal. Los alumnos cerraron la concentración con aplausos, ya dentro del colegio, y volvieron a las aulas.

Las fotos de la conmovedora despedida de Matías Albornoz Piccinetti

El sábado, cuando despidieron a Albornoz Piccinetti en el colegio, también habían demostrado una actitud pacífica. “Lo que nos une es el amor. La venganza no va a ser lo nuestro, vamos a cortarla acá”, había dicho uno de sus compañeros.

Una tercera marcha preparan los jóvenes, esta vez para el viernes y de manera más masiva. “La comisión directiva, junta de representantes, padres y alumnos de sexto año con el apoyo de los directivos del Gymnasium convocan al público en general a la marcha que tendrá como motivo recordar y pedir justicia por Matías Albornoz Piccinetti y apoyar a F.E.”, difundieron en un comunicado.

“La convocatoria será el viernes a las 21, en avenida Sarmiento al 400 (frente a Tribunales), desde donde partiremos a las 21.30 por calle 25 de Mayo hacia la plaza Independencia”, precisaron. “La circulación se hará en silencio y se realizará sin ningún tipo de distinción partidaria. No se permitirá el uso de carteles que hagan referencia a los agresores ni que puedan generar violencia”, aclararon también.

EDUCAR CON EL EJEMPLO.- Hablar sobre violencia juvenil implica escuchar diversas voces. Entre ellas, las de quienes lo viven en primera persona: los adolescentes. Al ser consultados acerca del rol de los adultos en cuanto a esta problemática, diversos estudiantes dijeron que las personas mayores pueden ser una influencia negativa. “Algunos fomentan que sea peor la violencia en adolescentes y niños. Ellos deben dar el ejemplo y a veces no lo dan”, explicó una joven entrevistada en la calle 25 de mayo.

EL CUIDADO DEL HOGAR.- Hay personas que, al hablar de los enfrentamientos que ocasionalmente protagonizan los adolescentes, hacen énfasis en el rol de la familia. “La despreocupación de los padres. Ese es el gran problema que tenemos hoy con los chicos”, consideró un hombre entrevistado por LA GACETA. Agregó que, en su opinión, la violencia ha aumentado en los últimos tiempos como consecuencia del consumo de sustancias.

TRABAJAR EN LA PREVENCIÓN.- Un gran desafío es cómo trabajar para evitar nuevos episodios de violencia. Con ese objetivo, uno de los entrevistados opinó que se debe estar atentos a los mensajes que envían los jóvenes con su comportamiento. “Los padres deben poner más atención a ciertos síntomas o maneras que tienen de expresarse (los chicos) en las que uno podría ver que hay violencia”, opinó el ciudadano.

Por cosas sin importancia.- Al hablar de los motivos que desencadenan los enfrentamientos, la mayoría de los adolescentes coincidió en que suelen ser factores insignificantes. “Esto suele pasar en fiestas, o por una chica, o por cualquier cosa en realidad”, dijo uno de los estudiantes. “A veces es porque se quieren hacer los que nadie les gana o los que son superiores a los demás”, aportó otra joven. “Hay mucha violencia, la verdad. Siempre es por una u otra cosa, aunque casi todo es por cosas sin importancia, la verdad”, aceptó uno de los entrevistados.

La defensa 
Estiman que mañana liberarían a los sospechosos
“Desde el Juzgado ya se firmó el pedido para realizar una medida socioambiental en las casas de los tres adolescentes, para que luego sean entregados a sus padres”, anticipó Pablo Cisneros, abogado defensor de uno de los tres sospechosos que tiene el caso, y que siguen alojados en el Instituto Roca. “A lo mejor el viernes (por mañana) podamos tener novedades”, se esperanzó. Bajo su tutela está el joven de 15 años.

La Policía
Hofer criticó al entorno de los adolescentes
“Lo que ha pasado escapa a la actividad policial. No sé si a usted le parece normal que tengamos que disponer entre cinco y seis efectivos solamente para estar en esa esquina, cuando es una problemática de adolescentes, donde muchas veces los responsables de los colegios y los padres no se involucran. La Policía estuvo y detuvo a los agresores”, expresó el secretario de Seguridad Ciudadana, Paul Hofer, en Radio Nacional.