Macri inauguró la pista y dejó reclamos a Manzur

En el marco de un clima tenso por el año electoral entre la Provincia y la Nación, el Presidente encabezó el acto que dejó habilitado el aeropuerto Benjamín Matienzo. Aunque reinó el protocolo, el líder de Cambiemos le dedicó varios párrafos al gobernador. “Mi compromiso con los tucumanos es total”, dijo.

Macri inauguró la pista y dejó reclamos a Manzur
02 Septiembre 2017

El aeropuerto Benjamín Matienzo, que ahora tiene una de las pistas de aterrizaje más largas del país, es territorio de jurisdicción nacional. Quizás por eso, si bien era el invitado central en el acto de ayer, el presidente Mauricio Macri, le hizo sentir su “localía” al mandatario provincial, Juan Manzur.

“Quiero decirle, gobernador: no tiene nada de qué preocuparse. Porque mi compromiso con los tucumanos es total. Y no sólo desde el afecto, que es mucho y profundo”, afirmó Macri, sobre el escenario, a medio metro del destinatario del mensaje. Acto seguido, le enrostró que él personalmente hizo las gestiones ante EEUU para el reingreso del limón a ese mercado; y le adjudicó a “las presiones” del candidato a diputado de Cambiemos, José Cano, ex director del Plan Belgrano, el aumento del cupo de bioetanol en nafta. “Por suerte -agregó el Presidente-, eso ha generado nuevas inversiones”. Y como parodiando un antiguo slogan kirchnerista, añadió: “no hay magia, son pequeñas cosas cada día que se basan en dejar los prejuicios y generar confianza”.

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Recorridos y un helado

Cuatro protagonistas tuvo el evento: el Presidente, el gobernador, el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, y el titular de Aeropuertos Argentina 2000, Martín Eurnekian. Sólo los dos primeros pronunciaron discursos. El público se repartía entre funcionarios y legisladores -había oficialistas y opositores- y empresarios de distintos sectores.

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Así fue el saludo entre Macri y Manzur en Tucumán

Macri bajó de su avión poco antes de las 11, pero no pasó directamente al acto de inauguración. Antes, recorrió la obra de la avenida Circunvalación, en el acceso a San Miguel de Tucumán, y visitó una heladería de El Manantial que produce sabores propios -degustó el de mate cocido-. Entonces sí, cerca de las 12, entró al salón de montado en el aeropuerto.

“¡Sí, se puede! ¡Sí, se puede!”, exclamaban la mitad de los invitados. Quienes respondían al Ejecutivo local no participaron de la típica arenga de Cambiemos. Tras las selfies y los saludos de rigor, se dio inicio a la ceremonia.

“Obra faraónica”

Manzur se paró frente al micrófono. “En nombre del Gobierno y del pueblo de Tucumán, señor presidente de la Nación, ingeniero Mauricio Macri, sea usted muy bienvenido. Muchas gracias por estar acá”, expresó, sobreponiendo el protocolo a las tensiones que venían aflorando por el año electoral entre la Provincia y la Nación. Después, calificó como “amigo de Tucumán” a Dietrich e incluyó en los agradecimientos a Eurnekian.

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El gobernador señaló que ayer fue “un día importante” para esta provincia. “Esto tiene que ver con el futuro, con el desarrollo. Esta es una obra fantástica, faraónica. Los tucumanos agradecemos la decisión política que ha tomado usted de que esto se lleve adelante y en un tiempo récord: tres meses”, le dirigió Manzur a Macri, generando aplausos entre los invitados.

Destacó además la relevancia que tendrá la obra para el sector privado. Y antes de cerrar, reiteró el saludo inicial. “Simplemente, señor Presidente, quiero decirle que es bienvenido; siempre es bienvenido a Tucumán. Y en nombre del Gobierno, pero fundamentalmente de todo el pueblo, (quiero decirle) muchas gracias”, remarcó Manzur.

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Macri sonrió y, mientras el gobernador se paraba a su izquierda, lanzó una frase irónica que contrastó con el tono formal que había utilizado el tucumano. “Gracias por recibirme y por tan lindas palabras. Le decía que, cuando quiere, (usted) dice cosas lindas”, señaló el Presidente. El público, con palmas y risas, demostró que estaban en la “cancha” de Cambiemos.

Reclamo por la ley Pymes

El Gobierno provincial y la Rosada no venían cruzando elogios, precisamente, sino lo contrario.

“Hay una amenaza real y concreta; nos quieren quitar la plata de los tucumanos”, había dicho Manzur el lunes que pasó, en alusión al planteo de la Provincia de Buenos Aires ante la Corte de la Nación con el objetivo de aumentar sus recursos coparticipables por el Fondo del Conurbano. El 9 de Julio, en plena campaña para las PASO, el gobernador también había objetado a Macri por no participar de los festejos patrios. “Yo estoy para que al Gobierno nacional le vaya bien. Si bien hay cosas con las que no estoy de acuerdo, las digo de frente”, señaló en esa ocasión.

El Presidente no aludió directamente ayer a esas críticas, Pero expresó varias frases que no cayeron bien entre los oficialistas tucumanos. Manzur lo evidenció aplaudiéndolas tenuemente, con gesto de incomodidad. “Estoy feliz de estar una vez más acá: es la séptima vez, gobernador, que vengo en 19 meses (de gestión); creo que no debe haber venido un Presidente tantas veces en la historia, en tan poco tiempo”, advirtió Macri.

Aseguró luego que la nueva pista permitirá un crecimiento en el turismo y en la producción. En ese sentido, calificó de “importante” la Ley Nacional de Pymes -fue aprobada en 2016 por el Congreso de la Nación-, que contempla beneficios tributarios y financieros para las pequeñas y medianas empresas. “Da herramientas para que cada uno (de estos inversores) pueda crecer; si eso sucede se genera empleo. De paso, le reitero al gobernador que sería bueno que la Provincia adhiera a la Ley Nacional de Pymes”, agregó Macri.

El mensaje no fue casual. En marzo pasado, Manzur vetó en su totalidad la norma provincial que meses antes había aprobado la Legislatura, y que hacía operativas las bonificaciones previstas por la Nación para el empresariado.

Mentiras al juez

El Presidente dedicó algunos párrafos de su discurso a una situación que preocupa en la Casa Rosada. “¿Cómo podemos vivir en un país en el que mentirle al juez no tenga consecuencias? Eso no está bien. Eso tiene que tener una consecuencia”, aseveró Macri. El concepto, al parecer, estaba referido a las denuncias penales que recibieron integrantes de su equipo por parte del kirchnerismo, y que comenzaron a ser “contestadas” mediante demandas en el fuero civil.

En ese sentido, cuestionó a los querellantes que aportan “una cantidad de información falsa a la Justicia” y a los “querellados” que se defienden “poniendo pruebas falsas, que no son verdad”. “Eso tiene que tener consecuencias”, insistió. Y pidió a los jueces que “hagan respetar” al Poder Judicial.

“La palabra vale”

Macri retomó la temática tucumana para enumerar una serie de inversiones anunciadas por la Nación -como la siguiente etapa de ampliación del aeropuerto, obras de viviendas y hábitat, y la planta de tratamiento de líquidos cloacales de Concepción- y trabajos en vías de ser concretados, como la avenida de Circunvalación. El radical Cano, desde el público, aplaudía a rabiar. “Tucumán estará conectada al mundo sin tener que ir a Buenos Aires”, remarcó el Presidente. Y tras reiterar que se cumplió con el plazo de tres meses previsto para la ampliación de la pista, se despidió con una frase que graficó el tono de su mensaje: “algo está cambiando, porque la palabra vale”.

A un lado de la pista

Actividades.- El Presidente no sólo inauguró la pista del aeropuerto Benjamín Matienzo. Aprovechó su estadía de un par de horas en suelo tucumano para recorrer la obra de la autopista Circunvalación y para tomar un helado artesanal con gusto a mate cocido en El Manantial (donde funciona Plaza Crema). Además, habló por teléfono con Beatriz Flores, presidenta del club La Querencia, de Juan Bautista Alberdi. “Hablamos 20 minutos como si fuéramos conocidos. Me preguntó qué deportes desarrollamos, cuántos deportistas acuden a nuestro club y hablamos sobre estos temas”, relató. Al parecer, la Nación podría colaborar con las instalaciones de La Querencia, donde hombres y mujeres practican rugby y hockey. El año pasado, ya recibieron como donación el césped sintético desde el Cenard.

Los presentes.- En el acto de inauguración hubo oficialistas y opositores casi por igual. Se vio, por ejemplo, al vicegobernador Osvaldo Jaldo, principal candidato a diputado del Frente Justicialista. También al presidente subrogante de la Legislatura, Julio Silman, y a Ramón Santiago Cano, jefe del bloque oficialista de la Legislatura. Participaron además los cuatro intendentes de Cambiemos, Germán Alfaro (capital), Mariano Campero (Yerba Buena), Sebastián Salazar (Bella Vista) y Roberto Sánchez (Concepción), tercer candidato de la lista que lidera el radical Cano. Estuvieron además la senadora Silvia Elías de Pérez y el legislador Alberto Colombres Garmendia (PRO), cuarto postulante por Cambiemos.

Diálogo sobre rieles.- Ya en la pista de aterrizaje, cuando Macri se había ido de Tucumán, dos adversarios políticos se quedaron intercambiando impresiones acerca de uno de los anuncios presidenciales: los 144 kilómetros de rieles para el Belgrano Cargas que se rehabilitarían en la zona Este tucumana. Eran nada más y nada menos que el ministro de Desarrollo Productivo, Juan Luis Fernández, y el ex titular del Plan Belgrano y candidato a diputado por Cambiemos, José Cano. “Este tipo de diálogo institucional debe darse más seguido”, dijo el radical, que recibió un gesto de aprobación por parte del justicialista. Ambos coincidieron en la necesidad de trabajar mancomunadamente para el desarrollo económico, productivo y social de la provincia.

El implante de Amaya.- Domingo Amaya evitó hablar con la prensa. El secretario de Viviendas de la Nación sólo comentó que tuvo que ponerse un implante dental y eso le imposibilitaba hacer declaraciones. Claro que el odontólogo que eligió no fue el radical José Cano, con el que aún no logra limar asperezas por el armado de las listas y la estrategia de campaña. Es que el resultado de las PASO ha dejado heridas que todavía no se cerraron en Cambiemos. El ex jefe municipal no se siente culpable del resultado adverso. Otro gesto que quedó al desnudo en el acto de ayer fue la frialdad con la que Amaya se saludó con el actual intendente capitalino, Germán Alfaro. Ambos prefirieron mirar el avión, antes que observarse de frente.

¡Sí, se puede!.- El cántico resonó desde el momento en que Mauricio Macri ingresó a la ceremonia de habilitación de las obras de remodelación del aeropuerto. Los presentes lo recibieron con el eslogan “sí, se puede”, que puso incómodo a más de un funcionario del gabinete del gobernador Juan Manzur. “Es como si nosotros viniéramos y cantáramos la marcha peronista”, se escuchó decir al secretario de Relaciones Institucionales, Bernardo García Hamilton, muy molesto por la arenga macrista. De todas maneras, hubo abrazos entre adversarios políticos antes, durante y después del acto en el edificio de Cevil Pozo.

Un hotelero incómodo.- Mauricio Macri, en su discurso, iba enumerando los beneficios que las obras en las instalaciones aeroportuarias reportarían a Tucumán. Entre ellas mencionó al turismo, con crecimiento en el nivel de pernoctaciones en hoteles instalados en Tucumán. Con un grito de aprobación, el presidente de la Federación Económica de Tucumán (FET), Héctor Viñuales Santafe, se hizo escuchar en medio del salón. Al finalizar el acto, el ministro de Desarrollo Productivo, Juan Luis Fernández, se le acercó para “saludarle” por el festejo. Viñuales sólo atinó a contestarle que cómo no iba a estar feliz con el crecimiento del turismo.

“Selfie” presidencial.- “Mucho orgullo de ser parte de un gran equipo que está transformando Argentina. Sí, se puede”, redactó Cano, ex titular del Belgrano, en Twitter, adjuntando una “selfie” con Macri, Dietrich y el titular de Vialidad Nacional, Javier Iguacel

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