Siete pasos para abrir una cuenta bancaria en el exterior

El inversor común puede acceder a esta opción, muy usada por funcionarios y grandes empresarios.

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13 Septiembre 2017

A partir de la segunda mitad del siglo XX, la pasión de los argentinos por el dólar fue creciendo, conforme pasaban los distintos gobiernos y la moneda nacional se hundía en devaluaciones permanentes. Pasión por el dólar y por resguardarlo en el exterior, por cierto. Los más de U$S 240.000 millones radicados en el exterior y casi un millón de argentinos que compraron dólares en julio (U$S 3.005 millones) son prueba de esta realidad. 

Se sabe que funcionarios y grandes empresarios poseen cuentas en bancos en el exterior, pero la pregunta sobresale: ¿esta opción también puede ser aprovechada por el inversor común? Pues claro que sí. 

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1 - Tradicionalmente el lugar más sencillo para abrir una cuenta en el extranjero era Uruguay, y en particular el Banco República (el equivalente a nuestro Banco Nación), destaca un informe de Ambito.com. Bastaba cruzar a Colonia, llevar algunos dólares, el documento y en un par de horas se era titular de una "cuenta offshore". Con el tiempo el trámite se fue complicando, comenzaron a pedir alguna prueba de residencia (facturas de un domicilio), un visto bueno impositivo, etcétera. Todavía es factible, pero para las cuentas nuevas ya no hay confidencialidad

2- Las leyes y regulaciones para apertura de cuentas en Estados Unidos cambian de estado en estado y ciudad en ciudad, y ninguna es tan proclive a recibir los dólares de los extranjeros como Nueva York/Manhattan. 

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3- Lo primero que debe saber el "turista financiero" es que no todos los bancos son iguales. Algunos nos cerrarán las puertas (Chase, Popular Comunity, etcétera), mientras otros nos darán la bienvenida (Citibank, Bank of America, Wells Fargo, Capital One, TD Bank, etcétera), aunque en una sucursal pueden decirnos que no, y en la próxima que sí. 

4- Un detalle importante es que no todos los bancos nos cobrarán lo mismo por el mantenimiento de la cuenta (recuerde que usted es un pequeño inversor y no puede viajar con más de U$S 10.000 por vez). Por ejemplo, mientras el Citi nos puede pedir un saldo diario de U$S 50.000 y Capital One se conforma con U$S 300, para otros basta con depositar U$S 50 para tener nuestra nueva cuenta. 

5- El futuro inversor debe presentarse munido del dinero, más pasaporte, un par de pruebas de su domicilio real (DNI, cuenta de teléfono y extracto bancario o de tarjeta), un número de teléfono local (gaste unos U$S 50 por un chip y transfiera el número a Google Voice, para el caso que el banco decida luego mandarle un mensaje cuando vuelva al país) y la dirección donde se está alojando. 

6- Si su inglés no es de los mejores, pida que lo atienda alguien que hable castellano en el banco. Pregunte, pero por sobre todo sea simpático y tómese todo el tiempo que quiera. En no más de una hora todo debería estar listo. Eso significa que será el titular de un pack de bienvenida a la institución, tres cheques gratuitos para utilizar como quiera, una clave de acceso para Internet y una tarjeta de débito temporaria con su PIN hasta que le envíen la definitiva a su casa. Atención que algunos bancos prefieren mandarle la definitiva a su domicilio en Nueva York, lo que puede tardar hasta siete días; si da la dirección del hotel pero no está alojado y no avisa, le pueden rechazar el paquete. 

7- Si durante el diálogo surge la pregunta de por qué quiere abrir la cuenta, algunos argumentos positivos serían que está cansado que le pesifiquen los dólares, que tiene clientes en otros países que le abonan en moneda norteamericana, que tiene gastos en otras monedas, etcétera. 

8- Ya de vuelta en la Argentina, debe declarar la cuenta y el dinero que puso en ella, porque el gobierno norteamericano no le va a informar a la AFIP. 

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