Unánime rechazo a la ordenanza “antiazúcar”

Durante tres horas y media, los legisladores provinciales debatieron la polémica medida que está para la promulgación de Mestre. La Legislatura expresó oficialmente su queja ante la decisión de los ediles de la capital cordobesa de limitar el consumo del endulzante.

TRIBUNAS INTERSECTORIALES. Mientras sesionaban, en los palcos se apostaron industriales, gremialistas y cañeros. LA GACETA/FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO

TRIBUNAS INTERSECTORIALES. Mientras sesionaban, en los palcos se apostaron industriales, gremialistas y cañeros. LA GACETA/FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
16 Septiembre 2017

Infundada, absurda, infantil, inconstitucional, estúpida. La ordenanza sancionada por el Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba que prohíbe la provisión de azúcar en locales gastronómicos recibió muchos calificativos por parte de los legisladores. Ayer, durante la sesión especial convocada para analizar el tema, los parlamentarios repudiaron unánimemente esa norma que, según la mayoría, atenta contra la “industria madre de Tucumán”. Mientras tanto, en la Córdoba Capital, algunos bares y restaurantes ya comenzaron a aplicar el cambio de hábito de consumo del endulzante natural, pese a que el intendente, Ramón Javier Mestre, aún no promulgó la polémica ordenanza.

En el recinto de sesiones de la Cámara tucumana, las alocuciones se extendieron por más de tres horas y media. Apelaron a las ironías y algunos hasta manifestaron la posibilidad de hacer algo parecido, prohibiendo los productos típicos cordobeses: el salame de Colonia Caroya, el maní y hasta el fernet. Propuestas que despertaron aplausos tímidos y risas disimuladas. “Ni maní salado, ni maní con chocolate. Nada de maní”, vociferó el legislador radical Rubén Chebaia, durante su intervención. Chebaia expresó con contundencia que la norma cordobesa escondía por detrás intereses corporativos de empresas extranjeras que quieren imponer el consumo de edulcorantes.

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En el público estaban dirigentes sindicales, industriales y trabajadores de la industria. Dos carteles “Tucumán es azúcar” y “Defendamos Tucumán” colgaban del balcón.

Algunos parlamentarios ahondaron en las bondades del azúcar y estrellaron al otro lado del ring a los endulzantes artificiales. Se valieron de notas periodísticas, informes médicos y más documentos que certificaban lo bueno que es para la salud el consumo de azúcar.

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Hubo momentos de tensión. El legislador Silvio Bellomío reclamó al gobierno por el veto de la “Ley de PyME”, algo que el presidente Mauricio Macri había aludido a principios de mes, cuando habilitó las obras en el aeropuerto Benjamín Matienzo.

Otro hecho se dio cuando el legislador peronista Alfredo Toscano recordó que el actual gobernador, Juan Manzur, mientras era ministro de Salud de la Nación, había respaldado la Ley del Mosto (un endulzante derivado de la uva o la manzana). “En ese momento (2014) no decía que era un ataque a Tucumán, ni él ni muchos de los que hoy están aquí”, incomodó Toscano.

El otro momento incómodo fue cuando la legisladora Adela Estofán (UCR) planteó que celebraba que el gobierno saliera a defender la industria azucarera, pero que no ve coherencia cuando dice que defiende a los jóvenes y a los discapacitados. “Le pedimos que no se aparten del tema”, interrumpió Osvaldo Jaldo, quien presidía la sesión que finalizó con el dictamen unánime de todos los bloques.

La resolución del cuerpo expresa el “más enfático rechazo a la ordenanza” cordobesa que, a criterio de los parlamentarios, “pone en peligro la fuente de trabajo de más de 50.000 familias tucumanas”. Además, apoya las gestiones que lleva adelante el Poder Ejecutivo, que advirtió que analiza accionar judicialmente.

Desde las bancas

Osvaldo Jaldo: “Hemos estado a la altura de las circunstancias. Creo que una vez más la Legislatura ha dado respuesta a un sector que representa 50.000 trabajadores y el 30% por Producto Bruto Geográfico (PBG) de Tucumán. Esperamos que Córdoba pueda retroceder en esto que nos perjudica”.

Silvio Bellomío: “Parece que todos los males de la provincia vienen de otra jurisdicción”, dijo el legislador. Y agregó: “No admito esa hipocresía”. Recordó que el gobierno provincial vetó la ley de las PyME, que ayuda “a los productores de la industria azucarera. Esos son hechos concretos”.

José María Canelada: “Creemos que con declaraciones o reacciones mediáticas no alcanza. Por eso le pedimos al oficialismo coherencia, porque cuidar a los productores es por ejemplo adherir a la ley PyME, como pidió el presidente Mauricio Macri y que el gobernador Juan Manzur vetó”.

Silvia Rojkés: “A partir del cierre de los ingenios, 250.000 tucumanos se exiliaron y eso generó pobreza. Es una industria señera y fuimos avanzado con otros productos que pueden salir de la caña. Es importante que los tucumanos la defendamos y se respeten las economías regionales”.

Emiliano Vargas Aignasse: “EEUU bajó el consumo de azúcar, pero subió la obesidad un 40%. Hagamos una ley para quitar de las cartas de los bares y boliches el fernet. Y si alguien lo quiere consumir, que pida una carta especial. O retiremos de las cartas el vino de Mendoza”.

Fernando Juri: “Es una medida absurda. La actividad azucarera es la que tiene mayor impacto social y económico en Tucumán: alrededor de 50.000 puestos y 278.000 hectáreas de siembra. Produce el 60% del azúcar del país. De acuerdo con los datos 2015, produce 1,2 millón de toneladas”.

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