Eduar y su perro "Messi" pasean por las calles de Quito con la camiseta Argentina

El amor del hombre llega a tal punto que sostiene que hinchará para que "Argentina vaya al Mundial". Su hija de 10 años lo acompañará a la cancha.

EDUAR Y SU PERRO MESSI. FOTO DE TÉLAM. EDUAR Y SU PERRO MESSI. FOTO DE TÉLAM.
09 Octubre 2017

El fanatismo por Lionel Messi trasciende cualquier frontera en el mundo y Quito, la capital ecuatoriana, no es la excepción a la regla común de todos los hinchas y amantes del fútbol.

Tal es el amor por el jugador del Barcelona de España, que un joven llamado Eduar anda por la zona cercana al estadio Olímpico Atahualpa con su perro "Messi" y con una remera del seleccionado argentino y la dorsal "10" en la espalda.

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"Es de mi hija y con ella decidimos homenajearlo porque nunca vimos a un jugador como él", confiesa mientras da una vuelta con el canino y se sorprende por la atención recibida por Télam.

"Acaso no entiendo cómo Argentina llegará tan necesitada acá y tampoco cómo algunos fanáticos o periodistas lo critican. Nunca hemos visto a alguien hacer cosas con la pelota como él", asegura con una sonrisa en la cara mientras recibe un llamado de Belén, su nena de 10 años.

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La entrada general está guardada en su mochila y la atesora porque será la primera vez que verá al rosarino en una cancha y su amor llega a tal punto que sostiene que hinchará para que "Argentina vaya al Mundial". Lógicamente, su hija también presenciará el juego que tendrá en vilo a todo el continente y a gran parte del mundo.

El caso de Eduar se reproduce a medida que se camina por las calles de la capital ecuatoriana y cuando escuchan el tono de cualquier argentino, enseguida los locales repiten "Messi".

La trascendencia del astro funciona como una especie de pasaporte y abre puertas para cualquier tipo de conversación con los locales, tal como sucede con Diego Armando Maradona en otras partes del planeta.

Ya en Quito se empieza a sentir clima de partido, más allá del feriado nacional por la Independencia de Guayaquil (197 años), que obliga a ver varios lugares con las persianas bajas y poca gente dando vueltas, debido que la mayoría emigró para la zona de la playa con el objetivo de aprovechar los últimos días de calor de un otoño que lleva menos de un mes.

A su vez, el público argentino que viajó desde el país se pasea por la calle Doble Vía y por el centro comercial, ubicado a media cuadra del Atahualpa, con remeras "albicelestes" y de diferentes clubes como Boca Juniors, River Plate, Rosario Central y Newell's Old Boys.

Sin embargo, se aguardan unos 1.000 simpatizantes, que ocuparán un sector en la tribuna "Noriental" por 40 dólares, a pesar de que se pusieron a disposición unas 4.000. Por otro lado, las zonas aledañas a la cancha lucen los colores amarillos, azules y rojos del equipo local, y se venden todo tipo de remeras, bufandas, chalecos y ropa.

Pero no es lo único que se puede conseguir allí, debido a que sobran personas ofreciendo reventa de entradas, a un cincuenta por ciento más del valor original, con la anuencia de que en Ecuador es legal dicho ejercicio, a diferencia de Argentina.

El conjunto conducido por Jorge Sampaoli llegará mañana alrededor de las 11.30 (13.30 de Argentina) a Quito y se alojará en el hotel Hilton, en un contexto apremiador desde lo deportivo pero amistoso por la admiración hacia Messi y también hacia otros jugadores argentinos. 

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