Los momentos clave de una ordenación histórica

Bendiciones en la Catedral
El todavía párroco Carlos Sánchez, al ingresar en la Catedral, besa la Cruz que sostiene el párroco de esa iglesia, Marcelo Barrionuevo.
Allí se ofició una misa a la que asistieron el cardenal Luis Villalba y el ex arzobispo Alfredo Zecca, entre otros. Fue la primera actividad dentro del procedimiento formal de la ordenación. Sánchez bendijo a los fieles que habían llegado al lugar para saludarlo y abrazarlo. 

La jura de fidelidad a la Iglesia

Carlos Sánchez presta su juramento. Dijo que será fiel a la Iglesia y cumplirá las funciones para las que fue designado. Se comprometió a velar por la unidad de la Iglesia universal, a dar a conocer la fe con espíritu paterno a los que están en el error y a reconocer la labor de los laicos”, entre otras acciones. “Trabajaremos juntos en una Iglesia que crezca en comunión para el bien de Tucumán”, afirmó.

La Merced: acompañamiento

La imagen de la Virgen de La Merced sale de su parroquia para acompañar el acto de asunción del hasta ahora párroco de la Victoria, Carlos Sánchez, como nuevo arzobispo. Esta Virgen es la patrona de la arquidiócesis de Tucumán y Sánchez estuvo al servicio de su basílica hasta ahora. Los custodios oficiales trasladaron la imagen hasta el estadio de Atlético Tucumán. Los fieles la siguieron en caravana.

Traslado: saludos y abrazos

Los fieles saludan al padre “Carlitos” cuando sale de la Catedral hacia el estadio de Atlético. Fue trasladado en un auto que conducía el sacerdote Marcelo Barrionuevo e iba acompañado por otros curas. 
“Seguro que habrá un cambio, pero en la orientación que Francisco nos pide, sin las grandes estructuras, en lo simple, en lo sencillo”, dijo Elisa, una de las más de 250 personas que participaron en la jura. “Lleva en su alma y en su vida este pastoreo”, añadió.

Llegada: en Atlético

A su llegada al estadio -donde se desarrolló la parte central de la ceremonia de ordenación- Carlos Sánchez saluda a la Virgen de La Merced. Lo hace con un pañuelo, como marca la tradición. Luego se dirigió, acompañado por los consagrantes y demás miembros del clero hasta el altar, que estaba ubicado en un escenario en el campo de juego. Desde allí participó de la misa de ordenación.

Ornamentos e investidura

El cardenal Luis Villalba le coloca al arzobispo Sánchez la mitra, uno de los ornamentos propios de los obispos. La mitra es el símbolo de la autoridad. Los otros atributos son el Evangelio (la Palabra de Dios); el anillo, símbolo de la alianza con la Iglesia y con su cabeza, el Papa de Roma, y el báculo, símbolo de su función de pastor. Antes de esto, Sánchez, de rodillas, había sido ungido con el Santo Crisma.

Saludo final, ya ordenado

Carlos Sánchez, ya ordenado arzobispo, saluda a los fieles. Había consagrado su ministerio a la Virgen María. También recibió el saludo de una representación de sus nuevos fieles: sacerdotes, religiosos y laicos, que le manifestaron su obediencia, reverencia y afecto. Los fieles presentes en el estadio de Atlético acompañaron con cánticos y con sus expresiones de afecto al nuevo pastor de la arquidiócesis local.

Voluntario: folletos y empanadas        

Tiene 17 años. Cursa el último año de la secundaria y, con sus amigos del barrio Lomas de Tafí, decidió aportar su granito de arena. Se anotó en la parroquia como voluntario y ayer lo llamaron para colaborar. Federico Rivero se calzó un chaleco blanco con la leyenda servidor. Primero repartió folletos del Episcopado y luego encendió los hornos donde se calentaron las empanadas.

Ornamentación: arreglos florales sencillos y blancos 
Flores blancas y grandes hojas verdes. Sencillos, tradicionales, pero delicados fueron los seis arreglos florales que se ubicaron en el altar. “Elegimos esas flores, crisantemos bocha, gladiolos y rafis, porque son resistentes a las altas temperaturas”, explicó Felicitas Napp de Nougués, una de las responsables.