Un asesinato dejó al descubierto que robar es una forma de vida

La confesión de la esposa de un presunto asaltante abrió el debate entre los abogados La mujer contó sin pudor que su pareja fue al cerro San javier buscando víctimas para asaltarlas. Hay dos hipótesis

CONTRA LA PARED. La Policía incrementó los operativos de prevención. CONTRA LA PARED. La Policía incrementó los operativos de prevención.
12 Noviembre 2017

El crimen de un presunto asaltante ocurrido en la noche del jueves a la altura del segundo mirador del cerro San Javier despertó la polémica por un detalle que no tiene que ver con el homicidio. La mujer del supuesto ladrón confesó abiertamente y sin reparos que su pareja “había ido a robar al cerro” junto a sus cómplices.

Diego Alfredo Díaz. de 31 años, fue asesinado de tres disparos con un arma 11.25. Por ahora las hipótesis más fuertes apuntan a un crimen cometido por un justiciero o un ajuste de cuenta entre miembros de la misma banda. Otro integrante del grupo está internado en un sanatorio, recuperándose de una herida de bala en el pecho.

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Para los abogados penalistas consultados por LA GACETA, el caso deja expuesta una realidad preocupante: cómo el delito, como forma de vida, está naturalizado en ciertos sectores en Tucumán.

“La declaración de esta mujer es a la vez sincera y chocante con nuestra estructura de valores. La delincuencia también va creciendo porque cada vez más hay factores que influyen en la exclusión social, como la política, la educación y el Gobierno, que hoy tiene otra mirada con respecto a la marginalidad y hasta con la protesta social”, opinó el abogado Andrés Villafañe.

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Para el letrado hay una porción importante de la sociedad que se maneja actualmente con otros valores. “Ellos buscan otras formas para obtener dinero y satisfacer sus necesidades; es como una subcultura. Desde hace tiempo que se vienen manejando con estos valores. Los abogados penalistas somos la conexión entre estos dos mundos”, explicó.

Gerardo Banegas coincidió con su colega: “Hay una expansión de la cultura del delito. Es cierto y es lamentable. Años atrás no existía en estos niveles delictivos. Hay muchos factores para que ocurra, fundamentalmente el económico y la falta de trabajo”. Para Banegas, hay un sector de la sociedad que “ya no cree en el trabajo como forma legítima para ganarse la vida. Lo que quieren es satisfacer sus necesidades de forma rápida. Es la cultura del mínimo esfuerzo”.

Banegas consideró que parte del problema tiene que ver con la falta de oportunidades y la desigualdad de condiciones. “Lo que busca el que roba es lo que la sociedad le niega. Quiere lo que los demás tienen y él no. Pero lo hace de forma ilegítima; por factores como su crianza no tiene las herramientas necesarias. Cada vez es más difícil ingresar al mercado laboral y ven el delito como una forma natural, y lamentablemente las consecuencias son gravísimas. Eso hace que en algunos casos, parte de la sociedad tome justicia por mano propia”, concluyó.

Por su parte, el abogado Gustavo Carlino remarcó la violencia que se vive en las calles y la falta de expectativas, como algunos de los factores que fomentan la delincuencia en la provincia. “Se naturalizó la delincuencia como forma de vida, como una alternativa. En la calle predomina la ley del más fuerte, gana el que dispara primero. La falta de expectativas de vida también influyen para fomentar la delincuencia. Debería haber un cambio inmediato en las normas. Hay un total desprecio por la vida; antes solamente te robaban, hoy te matan. Cambiaron los paradigmas. No hay códigos. Por eso se dan casos de justicia por mano propia. Pero no debe ser así”, cerró.

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