En lugar de ofrecer el tradicional espectáculo de fuegos artificiales, el emirato de Dubai recibió hoy el Año Nuevo con un extraordinario show de luces en torno al rascacielos más alto del mundo.
El Burj Khalifa, de 828 metros de alto, se convirtió en "pantalla" del show de casi seis minutos de duración, que comenzó a la medianoche local (20:00 GMT). El propietario del rascacielos, Emaar, quiere ingresar al libro Guinness de los Récord con el espectáculo "Light Up 2018".
Más de 300 expertos, entre ellos más de 100 escaladores de edificios, participaron en la preparación del show, que llevó cinco meses, según informó Emaar.
El objetivo del espectáculo era además homenajear al fundador de los Emiratos Árabes Unidos, el jeque Said bin Sultan al Nahyan, que nació en 1918.