Basura e inseguridad en Campo Norte

Tucumán pareciera ser, entre otras cosa, la cuna de proyectos postergados que nunca alcanzan a ver la luz, especialmente aquellos que tienen que ver con mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Desde hace unos lustros el hormigón le viene ganando la batalla a la naturaleza, cada vez son menos los espacios verdes y varios de los que disponemos no están debidamente atendidos o conviven a diario con la basura por desidia de los mismos tucumanos. Los pulmones verdes renuevan el aire, estimulan la creatividad, la capacidad mental y afectiva, en una ciudad habitada por edificios, pavimento y vehículos. Campo Norte, rodeado por las calles Bolivia, Viamonte, Ecuador y Castelli, es un enorme predio que yace desde hace años a la deriva sin destino poblado por basura.

Un vecino que vive en la calle Ecuador ha perdido la esperanza de que el sueño se haga realidad, porque se ha convertido en un vaciadero de residuos y en un lugar peligroso para transitar. En nuestra edición de ayer, el hombre de 80 años, dijo que en 2009, cuando le dieron forma de avenida a la Ecuador, funcionarios provinciales prometieron que pronto llegaría el pavimento, lo cual le cambiaría la cara a la zona, pero ello no ocurrió.

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Por la calle Bolivia, la oscuridad es la protagonista de la noche amparando las acciones delictivas. La propietaria de un quiosco contó que al sector de canchas de fútbol, durante el año, menos en enero y febrero, lo mantienen limpios los jugadores. En cuanto a Campo Norte, a Pomo le preocupa lo que se viene: “es que durante enero y febrero no hay fútbol. “Otros que sí limpian son los feriantes de los viernes. Levantan todo. Pero los carreros y automovilistas tiran basura donde sea. Esto es un asco”, afirmó y acotó que la zona se ha vuelto tan riesgosa y sucia que hasta los padres han dejado de llevar a sus hijos a la escuela Campo Norte, que queda por Castelli.

La historia de Campo Norte se remonta a la década de 1990, cuando una ordenanza declaró el interés municipal de la zona. En marzo de 2006, sus 37 hectáreas fueron adquiridas por la Provincia al Ejército a un precio de $5,5 millones y en la oportunidad, se anunció que serían transferidas a la Municipalidad. Se dijo entonces que 28 hectáreas se destinarían a espacios verdes y a prácticas deportivas, sin embargo, la cesión no se concretó. Haciendo oídos sordos a la promesa, en 2011, la Legislatura le otorgó mediante la ley N° 8.354 un terreno al PAMI en Viamonte y Ecuador para la construcción de un geriátrico. En 2015, se cedieron dos fracciones de terrenos para la construcción de complejos deportivos a las federaciones de Hockey y de Voleibol. Pero de espacio verde ni de segundo parque de la ciudad no hubo novedad. En 2014, la Junta de Estudios Históricos de Tucumán propuso la creación de un Parque Botánico del Bicentenario que tuviese especies autóctonas, proyecto que volvió a presentar en febrero de 2016.

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Ha transcurrido más de una década y la situación de Campo Norte prácticamente sigue siendo la misma. Podría haberse convertido en una de las joyas del bicentenario de la independencia, pero la realidad muestra una vez más que una buena parte de la clase dirigente no solo no está a la altura de los proyectos que pueden mejorarles la vida a las personas sino que sigue privilegiando sus propios intereses. Tal vez haya que esperar hasta el tricentenario para que Campo Norte deje de ser un proyecto. La naturaleza nos ha premiado con un jardín, pero a menudo lo convertimos en basura.

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