Dañaron el Cristo del oratorio del parque 9 de Julio

Durante los fines de semana, sobre todo en la madrugada, son habituales los ataques contra las estatuas, bancos y la pista de salud.

ROTURAS. Los vecinos advirtieron los destrozos durante la mañana de ayer. LA GACETA / FOTO DE FRANCISCO FERNÁNDEZ ROTURAS. Los vecinos advirtieron los destrozos durante la mañana de ayer. LA GACETA / FOTO DE FRANCISCO FERNÁNDEZ
23 Enero 2018

Los vecinos de avenida Soldati al 200 se lamentaron por los daños que desconocidos le ocasionaron al Cristo del oratorio San Miguel Arcángel, ubicado en el parque 9 de Julio.

La figura religiosa está compuesta por una cruz de cemento, que sirve como base para una silueta, de metal, de Jesucristo. Parte de esa pieza fue arrancada. El resto quedó colgando.

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Aunque manifestaron desconocer quiénes realizaron ese acto de vandalismo, al ser consultados por LA GACETA, vecinos de la zona y personas que asisten habitualmente al parque para hacer ejercicios, coincidieron en que durante los fines de semana, sobre todo en la madrugada, son habituales los ataques contra las estatuas, bancos y la pista de salud.

“Hasta el sábado a la tarde estaba bien, la destruyeron para hacer daño. Lo que pasa es que en ese lugar, por la noche, se junta mucha gente a consumir alcohol y drogas, después destruyen cualquier cosa, sólo para hacer daño”, se lamentó Ariel Francisco Lizárraga, quien desde hace más de 30 años atiende una gomería de la zona.

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Fernanda, quien atiende un drugstore ubicado frente al parque, consideró que el ataque “seguramente fue el fin de semana. Yo trabajé hasta el viernes, y el Cristo estaba bien”, aseguró.

“De lunes a viernes es tranquilo, viene gente a tomar mate, yo los veo porque vengo a entrenar, posiblemente ocurrió durante el fin de semana, cuando hay más descontrol”, explicó el profesor de aerobic Federico Demelchiore.

Silvina Argañaráz, quien reside en Amadeo Jacques al 100, aseguró que estuvo en el oratorio el sábado y “no había sido dañado”. “Cada vez somos menos los vecinos por aquí, y lamentamos que pasen estas cosas, nos duelen mucho. Creo que una solución sería que se oficien misas todos los fines de semana, así estaría más protegido y no se instalaría gente a tomar los fines de semana”, sugirió.


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