Pesadilla: 200 vecinos fueron evacuados en el barrio Alejandro Heredia

Las personas pasaron la noche en la escuela Amado Juri. Sostienen que el anegamiento se debió a la pavimentación, ya que el agua no se escurre como antes. Fue el barrio más afectado de todos.

26 Enero 2018

En el barrio Alejandro Heredia todos señalaban la casa de Víctor Hugo Agüero, el más afectado por la tormenta que el miércoles azotó la capital y el Gran San Miguel de Tucumán. El jornalero, de 56 años, nunca pensó que su vivienda iba a inundarse. Cuando regresó de trabajar ayer por la mañana se encontró con un verdadero desastre: el agua le daba a la altura de las rodillas y su hogar era una piscina. “No sé en qué momento pasó todo esto. No tuve tiempo de pensar demasiado. Intenté recuperar algunas de las cosas que tenía, pero como se puede ver perdí casi todo”, decía mientras recibía ayuda de sus vecinos.

Las calles que hasta hace algunos meses eran de tierra cambiaron a fines de 2017, cuando se inauguró el pavimento sobre Marina Alfaro al 3.000. Los vecinos de la zona coincidieron en que las obras fueron las que causaron la inundación de gran parte del barrio. Más de 200 personas fueron evacuadas y refugiadas en la escuela Amado Juri. El número se fue reduciendo con el pasar de las horas. Sin embargo, el regreso al hogar se volvió una pesadilla debido a las consecuencias de la tormenta: electrodomésticos arruinados, muebles completamente mojados y ropa embarrada.

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“Creo que las obras aquí se hicieron mal. Quedamos en un bajo y es lógico que pase esto. Hicieron un zanjón, pero no da abasto. Somos cinco o seis las familias más afectadas. Me dijeron que anoche anduvo gente de Defensa Civil, pero hasta al momento ninguna autoridad vino a ofrecerme ayuda”, relataba el principal damnificado.


Agüero fue auxiliado por un grupo de vecinos que se acercó a darle una mano. Trataban de calmarlo, pero era una tarea imposible. Con baldes sacaba el agua de la habitación principal, y eso no era suficiente. No tenía electricidad, como todos en el barrio Alejandro Heredia, pero sus compañeros de trabajo llevaron una bomba y un grupo electrógeno para agilizar el desagote de la vivienda. A través de una larga manguera amarilla sacaron el agua que se había acumulado en el patio, del que solamente se veían unas pocas plantas que habían logrado sobrevivir al temporal. “Gracias a Dios que vinieron a ayudarme, porque todo esto es muy difícil para mí. Yo vivo solo. Jamás pasé por algo así, como muchas personas de la cuadra”, detallaba.

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Eran cinco los que se encontraban en la casa de Agüero. “Vinimos a colaborar. A este hombre se le mojó todo, perdió hasta la heladerita. Es dramático lo que está viviendo, pero no hay tiempo para lamentos. Hay que sacar el agua y ver qué es lo que se puede recuperar”, decían. 

Calles hechas ríos

Fueron unos 12o milímetros de agua que cayeron durante la tormenta, lo suficiente para dejar a los vecinos del Alejandro Heredia con las manos vacías. A pocos metros de la casa de Agüero, sobre calle Marina Alfaro, Felisa Rodríguez terminaba de secar el piso. “Anoche no dormimos. Es la primera vez que ocurre algo así. Vivo hace 20 años aquí y no recuerdo haber pasado por una situación similar. El agua entró en las casas y algunas personas lo perdieron todo”, describió, mientras un familiar mostraba videos del río en el que se habían convertido las calles cuando la tormenta estaba en el momento de mayor magnitud.

En la escuela Amado Juri la paciencia era lo único que no se había perdido. Algunos de los evacuados llevaban más de 12 horas debajo del techo de las aulas para escaparle al angustiante escenario en el que se habían convertido sus moradas. Los niños jugaban en el patio, mientras los padres buscaban la forma de emprender el regreso y empezar de cero.

La obra todavía no está terminada 

“El sistema de desagüe del barrio Alejandro Heredia es integral. Las inundaciones de ayer se dan porque la obra está en proceso, pero si todo sigue avanzando como viene, a mediados de este año estará todo listo: el pavimento y el sistema de desagüe”, explicó Luis Lobo Chaklián, subsecretario de Planificación Urbana de la capital. Y añadió: “el año que viene el Alejandro Heredia no se va a inundar. Esta es una zona vulnerable y por eso estamos haciendo una urbanización completa, que incluye agua, gas, cloaca, pavimento y desagües”. El funcionario realizó ayer una fugaz visita y recibió el reclamo de los vecinos, quienes apuntaron a la pavimentación inaugurada recientemente como la responsable de los anegamientos.



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