Febrero llegará con un nuevo reajuste en las tarifas del servicio de electricidad

En el caso de Tucumán, el incremento promedio estimado por el Ministerio de Energía de la Nación para esta etapa fue calculado en un 15%.

PERÍODO CRÍTICO. En verano, el consumo de electricidad crece un 50%. PERÍODO CRÍTICO. En verano, el consumo de electricidad crece un 50%.
31 Enero 2018

El segundo mes del año llegará con un nuevo reajuste en las tarifas del servicio de electricidad. En el caso de Tucumán, el incremento promedio estimado por el Ministerio de Energía de la Nación para esta etapa fue calculado en un 15%, con lo que, si se toma en cuenta el aumento registrado en diciembre, totalizará el 40%. Sin embargo, desde el Ente Único de Control y Regulación de los Servicios Públicos de Tucumán se estimó que la suba puede llegar a ser menor, en un promedio del 10%.

De acuerdo con los cálculos oficiales, el incremento tarifario alcanzaría a unos 450.000 usuarios residenciales de la provincia. El plan de estímulo alcanza hasta ahora al 19% del total de clientes. Los residenciales representan el 44% del padrón, mientras que los que gozan las tarifas sociales, unos 163.500 casos, son el 37% del total.

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“Creemos que estamos frente a un aumento que nada tienen que ver con la evolución del salario y tiene, junto con el resto de los incrementos tarifarios, un impacto directo en la economía hogareña, restándole capacidad de consumo a las familias”, indicó ayer a LA GACETA el ministro de Desarrollo Productivo de la provincia, Juan Luis Fernández. El funcionario aludió así también al reajuste que experimentó el costo del gas y de los combustibles.

Según Fernández, con la política de quita de subsidios planteadas por el Gobierno nacional, “se está efectuando una transferencia de ingresos desde la población a las empresas generadoras y transportadoras de energía, lo que marca una absoluta falta de sensibilidad social de estas medidas, que le resta calidad de vida a la población”.

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Según los datos oficiales, desde la asunción como presidente de Mauricio Macri, el costo de la energía se encareció un 1.096%; en 2015 por esa energía se pagaba $ 91 el megavatio, mientras que en la actualidad alcanza los $ 1.256. “Esto impactó en la tarifa con un incremento promedio en ese período del 578%”, estimó Santiago Yanotti, vocal del ente regulador.

El funcionario recordó que además de la reducción de los incentivos para ahorrar energía, en el verano crece el consumo energético en torno de un 50% respecto del promedio anual. “En gran parte, ese factor explica el fuerte incremento que se ha registrado en las facturas del servicio de electricidad”, precisó. La cuestión es más profunda si se toma en cuenta el tipo de consumo de cada familia tucumana y, en muchos casos, la falta de eficiencia energética para el uso de los artefactos que se adquieren para mitigar los efectos del calor.

Yanotti explicó la necesidad de focalizar la política de tarifa social en función de la composición familiar. “En Tucumán se dan casos de composiciones plurifamiliares y no se toma en cuenta que, frente a esa situación, se requiere subsidiar más kilovatios que un hogar promedio”, ejemplificó.

Sendero a la baja

En tanto, el ministro de Energía, Juan José Araguren, proyectó que los costos y tarifas de la energía “van a empezar a bajar” a partir de 2019 en un contexto donde la inflación “vaya también en descenso” . Además, el funcionario nacional aseguró que la privatización de la petrolera YPF fomentaría la competencia y, en consecuencia, bajaría los precios de los combustibles.

Con los inminentes incrementos de las tarifas de luz y gas “de entre un 18% y 20%” que se aplicarán para los usuarios a cada vez más cerca, el ministro de Energía explicó que estas aceleraciones son necesarias para “recuperar un sistema energético que sea remunerado acorde al servicio que se le presta”.

“Lo que se destruyó en 12 años cuesta un tiempo recomponerlo, las tarifas van a bajar en la medida que la inflación vaya a la baja”, afirmó Aranguren en declaraciones a Radio Rivadavia. Asimismo, aclaró que los próximos, previstos para después de febrero, incrementos serán “menores”.

En la misma línea, contó que cuando Cambiemos inició su gestión “el costo de producir un megawatt era 960 pesos” y los usuarios pagaban sólo “90 pesos en sus casas” y que tal subsidio no permitía la “inversión” por lo que ” no hubo mantenimiento”.

“Cuando llegamos los subsidios a las tarifas de gas y electricidad eran de 3,3% del PBI. Ya lo bajamos a 1,2% o 1,3% y queremos llegar al 0,3% o 0,4%, con las tarifas sociales (solamente). Lo bajaremos en función del éxito en combatir la pobreza. En gas y electricidad tenemos previsto llegar en 2019 a esa meta, con la Patagonia la extenderemos hasta 2023”, remarcó el titular del área de energía de la Nación.

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