Un terremoto de 7,2 grados revivió el terror entre los mexicanos

No hubo víctimas del sismo, pero un helicóptero aplastó a 13 personas Una nave que trasladaba funcionarios a un área afectada se desplomó sobre los pobladores. Muertos y heridos

 A FLOR DE PIEL. Pasaron tan sólo cinco meses del último gran terremoto que sacudió a México, en septiembre último. reuters A FLOR DE PIEL. Pasaron tan sólo cinco meses del último gran terremoto que sacudió a México, en septiembre último. reuters
18 Febrero 2018

MEXICO.- El terremoto de magnitud 7,2, que se sintió el viernes en la capital y en el sur de México, no provocó ninguna víctima mortal, pese a su virulencia. Sí lo hizo, en cambio, un accidente de helicóptero ocurrido en la localidad de Jamiltepec, en Oaxaca, al día siguiente, qué dejó al menos 13 muertos. La aeronave trasladaba a autoridades que inspeccionaban los daños. De repente, se estrelló contra un grupo de personas. Así lo informó la Secretaría de la Defensa Nacional de ese país.

Todos los funcionarios resultaron ilesos. Alrededor de otras 15 personas, que estaban en tierra aguardando a que aterrizara, debieron ser hospitalizadas con heridas. El lugar donde ocurrió el siniestro es un terreno baldío. Allí se refugiaban los afectados por el movimiento telúrico.

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Revivir el terror

Casi cinco meses después del sismo del 19 de septiembre (que dejó más de 300 muertos sólo en la capital), la Ciudad de México volvió a moverse anteayer durante varios segundos. El epicentro se situó en la costa del pacífico Oaxaqueño. Al cabo, se sucedieron más de 200 réplicas, una de 5,9 apenas una hora después del primer sacudón. Los daños materiales han sido menores y no se han registado víctimas.

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No obstante, el temblor inicial provocó escenas de pánico en distintos barrios de la capital. La gente gritaba, lloraba y se abrazaba, informó el sitio de noticias “BBC Mundo”. La mayoría salió a las calles, con sus teléfonos celulares en mano. En las colonias Roma y La Condesa -donde más golpeó el sismo del año pasado- la población se ubicó en los paseos abiertos. Su principal preocupación era que pudiesen derrumbarse algunos edificios.

Los habitantes de la capital escucharon la alerta sísmica que se emite en altavoces en las avenidas, en transmisiones de los medios y en dispositivos móviles. Se cree que eso ofrece hasta un minuto a las personas para buscar un lugar seguro.

“Fue un fuerte recordatorio de que la ciudad puede colapsar en cualquier minuto. Vivimos en una zona sísmica”, le dijo a “BBC Mundo” Christian Hernández, un maestro de primaria que paseaba a su perro cuando sintió el temblor. De hecho, el ambiente se llenó de polvo de los edificios que están dañados y desocupados desde el anterior gran sismo.

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