“Acá te matan sin que haya ningún motivo”, dijo el padre de un joven asesinado en San Cayetano

Guillermo Amaya contó cómo murió su hijo.

AMAYA. El padre de la víctima cuenta el nivel de violencia que viven a diario. LA GACETA/FOTO DE DIEGO ARÁOZ AMAYA. El padre de la víctima cuenta el nivel de violencia que viven a diario. LA GACETA/FOTO DE DIEGO ARÁOZ
10 Marzo 2018

“Acá te matan sin ningún tipo de motivo. Se pelean por pequeñeces, uno no quiere ser menos que otro y se matan”, aseguró Guillermo Amaya, padre de Moisés, un joven de 24 años que fue acribillado en su casa de Irineo Leguisamo y Pasaje 20 de Junio.

Según contaron sus familiares, el domingo por la tarde Moisés había mantenido una discusión con otras personas del barrio. Luego del incidente regresó a su domicilio. El lunes, a las 3 de la mañana, cuatro personas a bordo de un vehículo se detuvieron y lo hirieron a balazos. Sus parientes lo trasladaron hasta el Centro de Salud, pero falleció a los pocos minutos de haber sido atendido.

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Amaya, según sus familiares, tenía un retraso madurativo. “Es un chico que no manejaba su fuerza”, dijo un vecino. Estuvo detenido dos años por un homicidio ocurrido durante una pelea. Esperaba ser enjuiciado.

“Cuando era chico, acá le teníamos miedo a la Policía. Ahora la Policía se une a los pesados y no aparecen”, señaló el padre de Moisés. “La Justicia es la que tiene que hacer las cosas. Hay muchas muertes en este barrio. Cada 15 días hay un crimen”, agregó.

La violencia se apoderó del barrio San Cayetano. LA GACETA/FOTO DE DIEGO ARÁOZ

Según algunas fuentes cercanas a la investigación, el autor del hecho sería un conocido transa de la zona. El conductor del vehículo ya se presentó ante la fiscala Adriana Giannoni y quedó detenido. Por el momento se habría negado a declarar.

Carmen, propietaria de un comercio cercano al lugar del hecho, dijo que la familia del joven asesinado es muy trabajadora. “Él tenía un problema mental, pero no andaba provocando peleas. Era muy fuerte y cuando estallaba no había manera de pararlo. Por eso ganó muchos amigos en un barrio que es muy peligroso”, dijo.

En el vecindario las bocas de sus habitantes se cierran por el temor a recibir represalias. Los vecinos coinciden en señalar que los barrios de este sector de la ciudad están siendo dominados por vendedores de drogas y por bandas que están integradas por jóvenes que se dedican al delito. “La paz se acabó desde hace mucho tiempo. Sufrimos constantemente por esta situación. Y lo que es más grave aún, nadie hace nada para ayudarnos”, indicó Marcos Jiménez.

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