“Más que la literatura y el cine, el teatro -que exige la presencia de unos seres humanos ante otros seres humanos- es maravillosamente apto para la tarea de salvarnos de volvernos algoritmos... Quitémosle al teatro todo lo superfluo. Desnudémoslo. Porque mientras más sencillo el teatro, más apto para recordarnos lo único innegable: somos mientras somos en el tiempo, somos mientras somos carne y huesos y un corazón latiendo en nuestros pechos. Somos aquí y ahora solamente. Viva el teatro. El arte más antiguo. El arte más presente. El arte más asombroso”. Con estas palabras la mexicana Sabina Berman se refirió este año al Día Internacional del Teatro, instituido por el Instituto Internacional del Teatro en 1961.
Esa energía vital se respira en Tucumán, donde por año se estrena cerca de medio centenar de obras. Si se suman reposiciones y elencos de otras provincias y países en gira, las puestas en escena anuales se duplican. Esa actividad involucra a cientos de personas relacionadas con el hecho artístico y a muchísimas más como espectadores.
“El teatro conmueve, ilumina, provoca y transgrede. Es una interacción con el público. En estos momentos difíciles debe revelar a nuestra sociedad todo lo que estamos pasando”, le dice a LA GACETA el presidente de la Asociación Argentina de Actores, filial Tucumán, Jaime Mamaní. El director calcula que hay 600 actores y actrices en la provincia, pero sólo están afiliados 200. Roberto Toledo (Instituto Nacional del Teatro) fija en 60 el número de estrenos en una actividad en la que están involucradas más de 700 personas. “Definitivamente el teatro tiene buena salud. Hay jóvenes que están creando sin pedir subsidios estatales”, indica.
“A pesar de las vigencia de las leyes de teatro, los gobiernos no alientan ni valoran el entramado teatral nacional. Por eso tomo con pinza las conmemoraciones”, reflexiona Pablo Gigena. Dramaturgo, actor, director y responsable de la sala La Gloriosa, agrega que el teatro independiente es “una especie de refugio cultural, una trinchera desde donde los ciudadanos creativos podemos desafiar al sistema y soñar mundos mejores”. “El teatro independiente es pulsión social, emergente, está vivo, pujante y diverso más allá de la crisis. El Estable es eso… estable, no inquieto. Debe tener dos o tres estrenos al año”, señala Teresita Guardia, de La Sodería.
Marcos Acevedo es otro referente, en tanto actor del teatro Estable, bailarín y secretario de Culturas de Tafí Viejo. “Hay una intensa actividad tanto oficial como independiente que se caracteriza por su diversidad temática y poética. En los últimos años se han producido cambios: irrumpió un incipiente circuito comercial, hay más teatro en el interior, se consolidó el musical y se retrajo la producción de danza contemporánea”, describe. Aclara que no hay estudios sistemáticos en relación al público ni la cantidad de semanas en cartel de una obra o el número de funciones a público más las realizadas en instituciones.
“El teatro goza de muy buena salud aquí; entre el teatro oficial, los espacios no convencionales y las producciones independientes debe haber 100 obras”, informó Ronit Keter, del Ente Cultural, y calculó que se realizan alrededor de 10 festivales por año en Tucumán.
> Actividad en los elencos estables
La productora Ejecutiva del Ente Cultural y responsable del teatro San Martín, Ronit Keter, adelantó la reposición de “La isla” el próximo mes, a cargo del elenco de niños y jóvenes. En la primera semana de mayo, el Teatro Estable estrenará “El arte de la comedia” (de Eduardo De Filippo); a mediados de junio pondrá “Yerma” (Federico García Lorca) y al mes siguiente, “El enfermo imaginario” (Moliere).