La carroza se transformó en calabaza antes de tiempo y el cuento de "Cenicienta" terminó mal para Sevilla. El conjunto del tucumano Joaquín Correa se imponía por 2-0 como local ante Barcelona, pero desperdició demasiadas situaciones claras para ampliar el marcador y se tuvo que conformar con un empate.
Luis Suárez y Lionel Messi (ingresó en el complemento) necesitaron apenas un minuto para torcer el rumbo del partido, nivelar el marcador y obligar a los dueños de casa a arrancar la hoja que escribían hasta ese momento en el libro dorado del club. El uruguayo, de media tijera, y el rosarino con un zurdazo con rosca desde afuera del área generaron un sabor amargo en la boca de los sevillanos.
A los 35 minutos de juego, el oriundo de Juan Bautista Alberdi brindó una perfecta asistencia para Franco Vázquez, que quedó sólo dentro del área y conectó el centro desde la izquierda que envió el tucumano para poner a Sevilla arriba en el marcador. La ventaja se amplió en el complemento, a los 4 minutos, con un preciso remate de Luis Muriel luego de una buena jugada de Correa.
A partir de ese momento, Sevilla comenzó a desperdiciar jugadas clarísimas de mano a mano ante un Barcelona desconocido y desconectado.
El ingreso de Messi fue equilibrando de a poco la inclinación del terreno hasta que, a los 42 minutos del complemento, Suárez se arrojó en el aire para conectar con la derecha un centro al área y mantener viva la ilusión de Barcelona. En la siguiente jugada, apenas un minuto después, el rosario se hizo un espacio de frente al arco y logró convertir desde afuera del área.
Con este resultado, Barcelona se mantiene a tope de la tabla de posiciones con 76 unidades, seguido de Atlético de Madrid con 64 (un partido menos) y Real Madrid 63.