Cómo elegir las zapatillas de running ideales para cada pie

Para entrenar de forma cómoda y segura es indispensable contar con un buen calzado. La elección se basa en cualidades particulares de cada corredor: las características del pie, el lugar del entrenamiento y la intensidad de la actividad.

ZAPATILLAS DE RUNNING. Para elegir el calzado idea hay que tener en cuenta varios aspectos. ZAPATILLAS DE RUNNING. Para elegir el calzado idea hay que tener en cuenta varios aspectos.
04 Abril 2018

No existe un modelo de zapatilla ideal para todos los que practican running, ya que dependerá de los factores que influyen en la práctica del deporte. La elección se vuelve sumamente subjetiva.

El problema está en la variedad que encontramos en el mercado, con diversas marcas y alternativas para elegir. Paradójicamente la creación de la primera zapatilla de running es relativamente reciente, data de 1972 por la marca Nike, pero desde entonces no ha parado de evolucionar.

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El primer factor que influye en la elección se vincula con el lugar de entrenamiento ya que la amortiguación de la zapatilla cambia. Para quienes corren en asfalto se recomienda un calzado con amortiguación blanda; si la elección es tierra o césped se deben elegir suelas que tengan agarre; pero si se corre en terrenos de piedras la recomendación son zapatillas de trail que proporcionen mayor enganche, protección y estabilidad.

Por otro lado, para el running considerado como un hobbie o una práctica de rutina, se recomiendan las zapatillas de suela gruesa y relieves marcados, un poco menos ligeras y flexibles, pero garantizan protección. En cambio si el objetivo es la competición se trata de un calzado más estrecho y ajustadas, lo que permite ganar liviandad y una sensación de cercanía al piso en cada pisada para obtener rapidez.

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En cuanto a característica físicas, hay que considerar el talle, las zapatillas deben tener medio centímetro libre en la puntera ya que el pie se desliza hacia adelante con cada zancada. Además en entrenamientos o competiciones de resistencia el pie suele hincharse por lo que es importante considerar cierto margen para prevenir ampollas o lesiones leves.

En línea con lo anterior, es importante saber el tipo de arco del pie, ya que se acortan las posibilidades de modelos. Un estudio podológico puede determinar si existe pie plano para utilizar zapatillas con arco marcado o si existe arco alto para elegir un calzado de arco bajo.

También se puede evaluar el tipo de pisada, diferenciando entre pronador, neutro o supinador. El primer caso, es cuando el tobillo gira hacia el interior del pie. El problema está cuando se apoya excesivamente en esa zona provocando molestias y teniendo que utilizar plantillas o zapatillas especiales. En cuanto a los supinadores, se da cuando el tobillo gira hacia el exterior en la pisada. Como es una problemática que afecta a un porcentaje menor de la población, no hay zapatillas específicas pero se puede optar por aquellas neutras con alta flexibilidad.

Por último, las zapatillas cuentan con rangos de pesos corporales recomendados en función de la amortiguación y estabilidad. Aquellos corredores con 90 kg o más, deben utilizar zapatillas con mayor amortiguación, que aporten protección extra ante posibles lesiones. Si el peso es de 65 kg o menos, no es necesario calzado con amortiguación y pueden ser ligeras.

Existen otros datos menores a considerar, como las costuras interiores para que no molesten al roce o la utilización de tejido impermeable sobre todo para suelos húmedos.

En definitiva, todos los deportes requieren equipos que hacen el trabajo más confortante. El running localiza su actividad en los pies y de ahí radica la importancia de encontrar las zapatillas adecuadas. Solo se trata de identificar las prácticas y conocer nuestro cuerpo para descubrir la ideal.

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