Huirapuca barrió a sus rivales en la fase de grupos

SEGUIR CRECIENDO. “Todavía nos falta para alcanzar el grado de excelencia que quieren los entrenadores”, indicó Peluffo. la gaceta / foto de héctor peralta SEGUIR CRECIENDO. “Todavía nos falta para alcanzar el grado de excelencia que quieren los entrenadores”, indicó Peluffo. la gaceta / foto de héctor peralta

Los concepcionenses deberán cuidarse de no bajar la guardia.

Como todo, ganar también produce acostumbramiento. Es el problema de las buenas rachas: inconscientemente, se genera en el individuo -o en el conjunto- una sensación de control que adormece el instinto y lo lleva a bajar la guardia. Es el tan temido exceso de confianza. Se trata de una de las principales causas de desplome de equipos candidatos, se trate de una competencia menor o de la final del mundo.

En el caso del Torneo del Interior A, el balance de la etapa clasificatoria señala dos equipos a los que les cabe una porción más grande que al resto en la torta de las posibilidades: Huirapuca y Jockey de Córdoba, ganadores invictos de sus respectivas zonas. Aunque si se ajusta el punto de mira, el de Concepción es el único que ganó todos sus partidos, y lo hizo con una solvencia tal que bien puede arrastrarlo a un exceso de confianza.

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“Es un tema que se trabaja día a día. Los entrenadores nos bajan el mensaje de que la fase clasificatoria ya terminó, y que ahora empieza una etapa nueva, en la que ya no cuenta lo anterior. Ahora, si perdés, te vas a la casa. Por eso tratamos de tener los pies sobre la tierra”, sostiene Pedro Peluffo.

Hay una fina pero crucial diferencia entre un equipo que desborda confianza y uno confiado. Francisco Herrera asegura que “Huira” conoce bien ese límite y lo respeta. “Estamos creciendo en confianza, pero porque venimos trabajando desde diciembre, no sólo para este torneo, sino para tener un mejor Regional que el del año pasado”, revela “Toro”. Al elenco de la “Perla del Sur” le tocó el orgullo haberse quedado fuera de los playoffs, aunque fuera por apenas un punto, y este año se propone como objetivo de base clasificarse entre los seis mejores. Cumplida esa meta, se trazará las siguientes, para no perder enfoque.

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Paso a paso

De todas maneras, para el Regional todavía falta mucho. Lo inmediato en la agenda de Huirapuca es Peumayén, un rival poco conocido para los tucumanos, al que deberá derrotar mañana para avanzar a semifinales.

“Más allá de algún cruce de información y videos, no sabemos mucho de ellos: cuáles son sus fortalezas y sus debilidades. Eso dificulta la preparación de un partido”, analiza Peluffo.

“Sabemos que este torneo se pone más difícil a partir de ahora”, admite Julián Fornaciari. “Por suerte venimos ganando bien, pero tratamos de ir mejorando partido a partido. Hay que tratar de bajar el número de puntos en contra y en ataque imprimir las dinámica que nos piden los entrenadores”.

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