El Vaticano difundió hoy un documento en el que analizó problemas económicos mundiales y reclamó acciones de control sobre el sistema financiero. Entre los aspectos críticos, se apuntó contra las finanzas offshore y el excesivo endeudamiento público, dos temas muy polémicos y debatidos en Argentina.
En el texto, si bien reconoce la utilidad que tuvieron las sedes offshore para evitar la doble imposición sobre algunas empresas, el Vaticano advierte con preocupación que "no es posible ignorar que esas sedes offshore se han convertido en lugares de lavado de dinero ‘sucio’, es decir, fruto de ganancias ilícitas (robo, fraude, corrupción, asociación criminal, mafia, botín de guerra...)".
El documento "Oeconomicae et pecuniariae quaestiones" (Consideraciones para un discernimiento ético sobre algunos aspectos del actual sistema económico y financiero") producido por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y la Congregación para la Doctrina de la Fe, fue aprobado y "ordenada su publicación" por el papa Francisco.
"Dada la falta de transparencia de esos sistemas es difícil determinar con precisión la cantidad de capital que pasa a través de ellos. Sin embargo, se ha calculado que bastaría un impuesto mínimo sobre las transacciones offshore para resolver gran parte del problema del hambre en el mundo: ¿por qué no hacerlo con valentía?", reclamó en ese punto, según reprodujo Télam.
Totalmente crítico con una parte del sistema financiero volcado a la especulación, el Vaticano aseguró que "es asimismo evidente que la libertad de la que gozan, hoy en día, los agentes económicos, entendida en modo absoluto y separado de su intrínseca referencia a la verdad y al bien, tiende a generar centros de supremacía y a inclinarse hacia formas de oligarquía, que en última instancia perjudican la eficiencia misma del sistema económico".
"La experiencia de las últimas décadas ha demostrado con evidencia, por un lado, lo ingenua que es la confianza en una autosuficiencia distributiva de los mercados, independiente de toda ética", criticó la Santa Sede.
En el escrito, hace hincapié en que "ese potente propulsor de la economía que son los mercados es incapaz de regularse por sí mismo", advierte el documento.
"En este sentido, hay que destacar que en el mundo económico y financiero se dan casos en los cuales algunos de los medios utilizados por los mercados, aunque no sean en sí mismos inaceptables desde un punto de vista ético, constituyen sin embargo casos de inmoralidad próxima", critica.
A lo largo de un pantallazo sobre el funcionamiento del sistema económico-financiero internacional, el documento lamentó que, "lo que había sido tristemente vaticinado hace más de un siglo, por desgracia, ahora se ha hecho realidad: el rendimiento del capital asecha de cerca y amenaza con suplantar la renta del trabajo".
"Esta práctica es particularmente deplorable, desde el punto de vista moral, cuando unos pocos, por ejemplo importantes fondos de inversión, intentan obtener beneficios, mediante una especulación encaminada a provocar disminuciones artificiales de los precios de los títulos de la deuda pública", mostró con preocupación la Santa Sede.
Esa situación se da, de acuerdo al documento dado a conocer por el cardenal ghanés Peter Turkson, "sin preocuparse de afectar negativamente o agravar la situación económica de países enteros, poniendo en peligro no sólo los proyectos públicos de saneamiento económico sino la misma estabilidad económica de millones de familias".
Así, se obliga "al mismo tiempo a las autoridades gubernamentales a intervenir con grandes cantidades de dinero público, y llegando incluso a determinar artificialmente el funcionamiento adecuado de los sistemas políticos", criticó el Vaticano.