28 Mayo 2018
El shock por el trágico derrumbe del ex cine Parravicini sigue intacto en 24 de Septiembre al 500. Pasaron cinco días del momento en que colapsó parte de la construcción y le arrebató la vida a tres tucumanos. Y aunque de a poco se busca que la cuadra retome su ritmo habitual, la conmoción parece estar lejos disiparse.
Daniel, el dueño de un maxiquiosco que recién hoy volvió a abrir sus puertas, contó cómo vivió aquella noche del miércoles. "Fue un temblor, pero multiplicado varias veces más. Se sintió una avalancha de escombros. Muy feo", explicó en diálogo con LA GACETA.
El hombre manifestó que entiende que se trata de una tragedia en que fallecieron tres personas, pero remarcó, al borde de las lágrimas, que es complicado estar tantos días sin poder trabajar. "Si doy un punto de vista como comerciante, la gente puede tomarlo mal", explicó visiblemente afectado.
La cuadra de 24 de Septiembre al 500 continúa vallada y el tráfico permanece cerrado hasta que se finalicen los trabajos de remoción de los escombros y se garantice la seguridad.
Una triple tragedia fue el epílogo de la obra del ex teatro Parravicini
Sobre la acera del ex Paravicini, además del maxiquiosco, sólo están abiertos una farmacia y un hotel. En la cuadra del frente, atienden al público dos bares y una heladería. Pocas mesas están ocupadas. El resto de los negocios permanece cerrado.
El fiscal Diego López Ávila, a causa de la investigación., confirmó que esta semana citará a las sobrevivientes de la tragedia y a los testigos. Mientras tanto, aguarda los informes técnicos de los expertos de la Policía y de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Tucumán. Luego será el turno de funcionarios y los responsables de la empresa constructora.
Una sobreviviente contó que unos “cables sueltos le salvaron la vida”
El día después de la tragedia, Eduardo, uno de los obreros que trabajaba en la obra de remodelación del ex cine Parravicini, explicó las tareas que realizaban. Según su testimonio, publicado en Canal 8, la cuadrilla se retiró dos horas antes de que la construcción se viniera abajo. "Estábamos cavando un pozo en la entrada de la propiedad, de 1.40 metro de profundidad, aproximadamente", contó.
Por el derrumbe fallecieron María Cristina Sosa, Miguel Morandini (hijo de la mujer) y Víctor Hugo Aranda, todos mayores de edad. Los cuerpos fueron retirados de entre los ladrillos, durante el angustiante operativo que contó con la participación de decenas de civiles, de los equipos de las fuerzas de seguridad y de los servicios de emergencia de la provincia y de la Nación.
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