Caso Lebbos: “el protocolo fue no hacer una autopsia adecuada”, apuntó un perito de Gendarmería

El cirujano Carlos Barrionuevo fue uno de los profesionales que participaron en la reautopsia, en 2006. Otro profesional de la fuerza federal declaró ante el Tribunal y acentuó sus objeciones a la autopsia realizada al cuerpo de la joven.

EN LA SALA. “En el análisis de la causa, se toma en cuenta el único dato positivo, que es la primera autopsia”, expresó Barrionuevo. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso EN LA SALA. “En el análisis de la causa, se toma en cuenta el único dato positivo, que es la primera autopsia”, expresó Barrionuevo. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso

Carlos Dante Barrionuevo es médico en Emergentología y cirujano, y fue uno de los profesionales encargados de la reautopsia del cuerpo de Paulina Lebbos durante la reconstrucción efectuada por Gendarmería Nacional en abril de 2006. Ese trabajo dejó al descubierto los “malos procedimientos”, según definieron en la sala, de los equipos de Criminalística y Forense de la Policía local, y las responsabilidades de la cadena de mando del fuerza de seguridad local, durante el hallazgo del cadáver de la estudiante.

Ayer, en el juicio oral, el especialista agregó críticas al operativo efectuado durante el 11 y 12 de marzo a la vera de la ruta 341, en Tapia, y a los exámenes realizados sobre los restos de Paulina. “Se lo digo por descarte: el protocolo fue no hacer una autopsia adecuada. No hubo otro protocolo en esa autopsia”, respondió Barrionuevo ante la consulta Cergio Morfíl, abogado defensor del imputado Héctor Brito, en torno de las conclusiones de la tarea forense.

En particular, el profesional le preguntó si conocía “cómo se hacen las autopsias en Tucumán”. “Si se hacen así, son pésimas”, insistió el médico. “En el análisis de causa, se toma en cuenta el único dato positivo, que es la primera autopsia y la que recoge más datos. No se puede sacar otros datos de lo que no existe”, añadió.

El forense manifestó que la muerte de Paulina, de acuerdo al informe presentado en 2006 al entonces fiscal Carlos Albaca y avalando la primera autopsia, fue “por asfixia por estrangulamiento manual”, aunque remarcó que faltaron elementos para fundamentar y documentar esa decisión oficial.

“Se estuvo de acuerdo con esa conclusión por algunos signos que se hallaron, pero faltaban elementos de autopsia de cuello”, apuntó. El profesional se refirió así a los anillos traqueales y piezas histopatológicas (toma de muestras de tejidos, por ejemplo), entre otros.

Barrionuevo también cuestionó que “no es adecuado hacer una autopsia a cielo abierto, dado que se podría contaminar el cuerpo” con materiales del ambiente y que “no es una buena práctica lavar” el cadáver previo a la realización del examen. El médico fundamentó así su observación al procedimiento realizado con los restos de Paulina, que fueron rociados con agua antes del estudio y bajo un árbol, de acuerdo a las filmaciones de la causa.

“Nunca hicimos un intervalo por lluvia, por nieve ni por frío durante la recolección de pruebas en el lugar del hecho”, manifestó el cirujano, con referencia al operativo realizado el 11 y 12 de marzo en Tapia. Paulina fue encontrada sin vida y se postergó la toma de pruebas hasta el domingo.

El lunes, el ex jefe de los peritos de Gendarmería, Miguel Sánchez, había calificado de “vergüenza técnica” el operativo en el lugar del hallazgo, con responsabilidades de la cadena de mando de la Policía. En total, declararon cinco peritos del equipo técnico nacional.

Justamente, para hoy, en la reanudación del proceso oral, está prevista la declaración de la bioquímica Lilia Moyano, quien prestaba servicios en la Dirección de Criminalística de la fuerza de seguridad local en ese momento y que fuera señalada en el juicio como una de las encargadas del procedimiento.

Galería 21 fotos Según la Corte local, los fueros impiden que el senador sea convocado a la sala para aclarar su testimonio sobre el caso “Lebbos”. El pronunciamiento dejó sin efecto la resolución de los camaristas Carlos Caramuti (foto derecha), Rafael Macoritto y Dante Ibáñez (foto izquierda), que estableció que Alperovich y otros funcionarios públicos, entre ellos el ministro público fiscal Edmundo Jiménez, estaban en condiciones de ser llamados a la audiencia. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
José Alperovich respondió que declaró que estaban cerca de encontrar al asesino por “informaciones que le habían dado el ministro de Seguridad, Mario López Herrera, o el jefe de la Policía, (Hugo) Sánchez”. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Roberto Luis Gómez, único acusado del homicidio de Paulina Lebbos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los abogados defensores Cergio Morfil y Gustavo Carlino. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los abogados querellantes Roberto Tejerizo y Emilio Mrad quien pidió que el senador Alperovich complete el cuestionario, ya que hubo otra vez preguntas sin la debida respuesta. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Nicolás Barrera, es subjefe de la Policía de Tucumán y Hugo Sánchez, ex jefe de la Policía de Tucumán, acusados de encubrimiento en el crimen de Paulina Lebbos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Juana Estequiño, actual agente de la División Homicidios de la Policía de la provincia, cambió el relato con el paso de las preguntas, tanto de la querella como de los jueces. Esa ida y vuelta de su participación en la investigación por la desaparición y el crimen de Paulina Lebbos llevó muchas dudas en la sala del juicio oral, pero no fue suficiente para ser considerada como falso testimonio. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El secretario de la sala, Marcos López Frías, exhibe uno de los secuestros realizados por la agente Estequiño, en el domicilio de Paulina. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
José Daniel Soria, actual director de Policía Científica, declaró como testigo en la causa, ya que la época del crimen era secretario del imputado y ex jefe de Policía, Hugo Sánchez. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Eduardo Di Lella, ex ministro de Seguridad de La Provincia, acusado de encubrimiento agravado, en el crimen de Paulina Lebbos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
La resolución de los camaristas Carlos Caramuti, Rafael Macoritto y Dante Ibáñez, que estableció que Alperovich y otros funcionarios públicos, entre ellos el ministro público fiscal Edmundo Jiménez, estaban en condiciones de ser llamados a la audiencia para contestar las preguntas que generaran sus testimonios escritos, mas no obligados a comparecer en atención a los privilegios inherentes a sus respectivos cargos, ya que consideraban que esa “solución ecléctica” compatibilizaba la ingeniería del Código Procesal Penal de Tucumán (artículo 230) con la de la Convención Interamericana de Derechos Humanos, instrumento que goza de jerarquía constitucional en Argentina, quedó sin efecto porque los vocales Gandur, Goane y Posse concluyeron que la postura intermedia de la Sala III era una “reflexión dogmática” y, por ende, correspondía hacer lugar a la pretensión de Alperovich de no acudir a la audiencia. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los imputados y ex policías Héctor Brito, Nicolás Barrera y Hugo Rodríguez. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El ex jefe de Policía durante el gobierno de José Alperovich, Hugo Sánchez, acusado de encubrimiento en el crimen de Paulina Lebbos, se encuentra con prisión preventiva por amenazar a un testigo y es custodiado por la Policía Federal. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El abogado defensor de Nicolás Barerra, Gustavo Carlino, conversa con los defensores de Hugo Sánchez, Marcelo Esteban Jiménez Santillán y Alejandro Federico García Biagosh. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El acusado de encubrimiento del crimen de Paulina Lebbos y ex jefe de la Unidad Regional Norte, Héctor Brito, junto a su abogado Cergio Morfil. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El ex ministro de Seguridad, Eduardo Di Lella, acusado de encubrimiento. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Alberto Lebbos se refirió a la postura de Alperovich de no presentarse a declarar en el juicio “Ha mostrado su cobardía e indignidad al no presentarse personalmente como testigo. Esquivó una obligación ciudadana, moral y legal, refugiándose en un fuero ‘trucho’ para seguir protegiendo a los asesinos de Paulina”. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El fiscal Carlos Sale conversa con la abogada de la provincia, Cecilia Vaccaro. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
La Sala III resolvió ordenar la detención y el inicio de la investigación penal por falso testimonio contra el ex chofer de Hugo Sánchez, Guillermo Arturo Polli. El testigo relató en una audiencia previa a la feria judicial que había llevado a su jefe, su esposa y su hija hasta Raco el domingo 26 de febrero de 2006, por la noche. Durante esa jornada había desaparecido Paulina. Entre otras cosas, contó que su jefe había ido hasta esa localidad para participar en una “fiesta social”, invitado por el entonces secretario de Seguridad de la provincia, Eduardo di Lella, otro de los imputados por supuesto encubrimiento. Precisamente, la realización de este evento ha sido el argumento para contrarrestar la versión de que en Raco hubo una reunión entre los funcionarios del Gobierno por la desaparición de la joven. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los abogados defensores del ex jefe de Policía Hugo Sánchez, Marcelo Esteban Jiménez Santillán y Alejandro Federico García Biagosh, conversan con el abogado de La Provincia, Carlos Parajón Ferullo. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
“Sí, fui a esa cena. Sí, fui a ese lugar”, enfatizó el ex jefe de Policía, Hugo Sánchez. Rechazó así la versión de una reunión por el caso en la vivienda del entonces secretario de Seguridad, Eduardo di Lella. Y afirmó que Arturo Guillermo Polli había incurrido en olvidos e incoherencias en su declaración sobre el desarrollo de los hechos, el 26 de febrero de 2006. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
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