El Papa llega a Irlanda en días difíciles para la Iglesia

La visita es esperada con cierta hostilidad por algunos sectores Se multiplican los reclamos ante lo que se percibe como una falta de respuesta a las víctimas de delitos sexuales por parte de sacerdotes

MERCHANDISING PAPAL. Remeras y bufandas para recibir a Francisco. Reuters MERCHANDISING PAPAL. Remeras y bufandas para recibir a Francisco. Reuters
24 Agosto 2018

DUBLÍN, Irlanda.- El viaje que iniciará mañana el papa Francisco en Irlanda, el primero de un pontífice a ese país en casi 40 años, llega en un momento difícil para el líder de la Iglesia. Jorge Bergoglio está en el centro de atención por una serie de escándalos, los más recientes en Estados Unidos, Chile y Australia, vinculados a curas pedófilos y por el fracaso de la Iglesia para lidiar con ellos.

Su visita también lo enfrentará a un país que se ha secularizado bastante desde la cálida bienvenida que dio en 1979 al papa Juan Pablo II. En esa época, el divorcio y la homosexualidad aún eran ilegales en Irlanda, un país que ahora es gobernado por un primer ministro que se declaró gay y que aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo y suavizó las estrictas leyes sobre el aborto.

Desde entonces saltaron a la luz escándalos sobre abusos sexuales cometidos por sacerdotes, y el encubrimiento por parte de la Iglesia. La opinión pública también repudia décadas de abuso en instituciones dirigidas por órdenes católicas, como el de las Lavanderías de las Magdalenas, los asilos en los que a principios del siglo XX las mujeres recluidas eran y tratadas como esclavas y se les obligaba a entregar a sus hijos en adopción.

El lunes, en una carta a los católicos, Francisco admitió que la Iglesia “ignoró, se mantuvo callada o silenció durante mucho tiempo”.

El arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, dijo que no es suficiente pedir perdón y aseguró que las estructuras que permitieron el abuso deben ser destruidas.

Francisco prometió “tolerancia cero” a la pedofilia, pero no logró establecer reglas claras sobre cómo lidiar con curas abusadores y obispos que encubrieron sus acciones. Pese a que en Irlanda la gran mayoría se identifica como católico -un 78,3%-, la visita de Francisco es esperada con cierta hostilidad.

“Hay mucha gente que lo espera ansiosamente”, dijo la activista Marie Collins, pero también hay enojo y habrá protestas.

El fundador del grupo de apoyo a víctimas One in Four, Colm O’Gorman, organizó un encuentro en el Jardín del Recuerdo de Dublín en el momento en el que el Papa celebre una misa en esa ciudad

Otros intentan socavar los eventos del Papa e incluso reservaron lugares, que no ocuparán, para que queden asientos vacíos.

Entre ellos está una misa en Dublín, en la que se esperan 500.000 personas, así como una peregrinación al santuario de Knock, en el oeste del país. (DPA)

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