El aumento descomunal del dólar en cuestión de días volvió a traer el fantasma del desabastecimiento en el mercado. Lo primero que se paralizó es la venta de alimentos, con góndolas que se ven más vacías de lo común y comentarios que se escuchan en los supermercados, de cliente a cliente, que ya hablan de “stockearse” o adelantar algunas compras porque se esperan fuertes remarcaciones de precios. En el caso de la venta de los autos 0 km pasa lo mismo.
Si bien las terminales tienen los depósitos llenos de autos, lo cual implica un alto costo, en varios concesionarios estos días prefieren no cerrar ventas. Con un dólar que en una semana pasó de $ 30 a $ 40, el valor de los autos seguirá aumentando (aunque no se vendan), porque en todos los casos tienen un alto componente importado y se rigen por la “divisa verde”.
Esto sucede en el caso de los modelos fabricados en el Mercosur, que son los más vendidos en el país; como con aquellos producidos en las terminales locales, ya que cuentan con un 70% de componente importados.
Algunas terminales, como Volkswagen y Ford, paralizaron sus actividades de planta, a la espera de los anuncios del lunes.