El fotógrafo Uchi Medina visita frecuentemente el Parque Nacional Parque de Los Alisos. Cada vez que ingresa y ve los restos del puente sobre el río Jaya por la ruta 330, que colapsó durante las inundaciones de 2015, siente frustración, desencanto y dolor: “Las obras son del pueblo. Ves que los pilares del puente eran huecos y decís: ¿dónde está la plata? De cartón hicieron los puentes”.
A Medina le duele que vaya menos gente al Parque, que está ubicado a 30 kilómetros al oeste de Concepción, sobre la ladera oriental de las sierras del Aconquija.
El jefe de guardaparques del lugar, Gerardo Carreras, confirma el descenso de visitantes con tristeza: “cuando construyeron el puente (mediados de 2013), pasamos de tener 300 visitantes al año a tener 12.000 en el año, y con una proyección de 15.000. Eso iba a ir en aumento seguramente. Desde que se cayó, disminuyó. Este año calculamos que vamos a estar entre 700 y 1.000 en el año”.
Es que el puente permitía el acceso a la reserva, porque al cruzarlo, hay que circular 2 kilómetros hasta el centro operativo. Recién ahí comienza el Parque, que tiene 17.000 hectáreas compuestas por una biodiversidad extraordinaria.
Ahora, la única vía de acceso es un badén que atraviesa el río, que a veces lo remarcan las máquinas de la Dirección de Vialidad Provincial, y otras veces los mismos guardaparques. Por eso, quienes visitan y trabajan en la reserva natural dependen del estado del tiempo para poder ingresar. Cuando llueve, el acceso queda restringido, y sólo se puede pasar a pie o a caballo.
Construcción
El vicedecano de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología de de la UNT, Eduardo Martel, explicó que las pilas del puente eran huecas, es decir que no tenían protección ni elementos que sirvan para disipar la energía que produce el impacto de una roca. Si bien no se atrevió a juzgar la elección del diseñador, consideró que hubo imprevistos en la evaluación del entorno del puente.
Consultado sobre la razón por la que el puente no ha sido construido de vuelta, Daniel Abad, titular de Vialidad Provincial, explicó: “a las cosas hay que establecerlas por prioridades, y la ruta 330 no tiene un volúmen de tránsito significativo. Hay otros (caminos) que sí. A la hora de buscar financiación, esos van a tener prioridad”.