En Acheral, el cruce sobre la ruta 307 también exhibe deterioro
Cualquiera que haya viajado a los Valles Calchaquíes ha pasado por el puente de alto nivel en Acheral, sobre el ingreso a la ruta 307. El paso, inaugurado a fines de los 70, no parece estar dañado a simple vista. Pero sobre la parte de abajo presenta fisuras, tal como lo advirtió hace 15 años un informe elaborado por expertos de la UNT, que fue remitido a la Dirección de Vialidad Provincial (DVP). En diálogo con LA GACETA, algunos vecinos de la zona confesaron que, ante la falta de mantenimiento y el paso del tiempo, en reiteradas oportunidades creyeron que se podía llegar a caer, y que lo consideran un peligro latente.
Ricardo vive tan cerca del cruce que hasta su casa presenta grietas por las vibraciones. En diálogo con LA GACETA, confesó que muchas veces pensó que la estrcutura podría ceder, porque “cuando pasan camiones con mucho peso, el movimiento es fuerte”.
Francisco Martín dijo algo parecido. “Temor hay. Es un puente con bastantes años y desde que tengo uso de razón no se hizo mantenimiento. Pasás por ahí y no tambalea, pero cuando pasan vehículos pesados, sí se siente el movimiento del suelo”, contó.
El temor a que la estructura colapse no es uno de los tópicos de conversación en el barrio, afirmó Nadir Sánchez Sequeira. Pero dijo que el miedo siempre está presente, sobre todo luego de hechos como la caída del puente en avenida Colón y Canal Sur. “Es un puente que tiene muchos años y muy transitado”, agregó.
Los problemas
El estudio elaborado por la UNT en 2003 advertía que el puente sufría una degradación de su capacidad estructural, lo que reducía el grado de seguridad para soportar las cargas de diseño.
En el informe al que accedió LA GACETA, se consignaban deterioros ocasionados por acción del agua de lluvia debido a deficiencias de diseño “que no favorecen una evacuación correcta y rápida de la misma”. También señalaba que esas deficiencias se traducían en secciones insuficientes de armaduras e inadecuado control de fisuraciones.
Además, tenía deterioros en las armaduras de refuerzo, debido a “recubrimientos insuficientes y agresión medioambiental en superestructura y pilas”.
Por último, decía que las juntas de calzada, los apoyos de neopreno y la carpeta de desgaste estaban envejecidas por el uso y el paso del tiempo.
Financiamiento
Consultado por este diario, Ricardo Abad, titular de la DVP, negó que el puente presente problemas estructurales. Sí reconoció que necesita un mantenimiento y precisó que desde la repartición que preside están elaborando un proyecto para buscar financiamiento para poder llevarlo a cabo.